Trabajo que como parte del curso de Ciudadanía y Reflexión ética presentan los alumnos

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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DEL PERÚ

ENSAYO

Trabajo que como parte del curso de Ciudadanía y Reflexión ética presentan los alumnos

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Chiclayo, 02 de julio del 2021

INTRODUCCIÓN

Uno de los más grandes retos actualmente es construir una convivencia armoniosa en sociedad, teniendo en cuenta el factor de desarrollo el sentido de la libertad como refuerzo socio moral en el marco de la formación de la conciencia y el compromiso ético. A medida  que el hombre convive dentro de una sociedad va asimilando normas, reglas o principios que se encuentran implícitos dentro de ella, con el fin de mejorar su comportamiento y el modo de ser o forma de vida que  va adquiriendo, a lo largo de su existencia.

 Polo, menciona: “La conciencia moral concreta los principios” haciendo referencia a la atención en cuanto a una situación real y  la necesidad de actuar frente a determinados sucesos o estímulos, tomando en cuenta la forma de actuar y la realidad basada en sabiduría. Está directamente relacionada, con los juicios elaborados que trascienden la razón. Con ello, podemos mencionar que para llevar una vida moral la debemos hacer tomando juicios de conciencia bajo un orden racional basado en el crecimiento intelectual y de madurez personal.

Para contextualizar este tema, podemos mencionar que nuestro país atraviesa una grave crisis relacionada a años de corrupción ligada a la falta de ética en el proceder de nuestras diferentes autoridades y funcionarios públicos. En ese sentido, este trabajo se justifica en la necesidad de describir y analizar algunos casos más saltantes de corrupción a nivel nacional y local para el conocimiento a detalle de estos hechos, con la esperanza de provocar la toma de conciencia en cuanto a la magnitud en la que se ve afectada nuestra sociedad. El principal objetivo, es contribuir con información valiosa que permita una reflexión crítica respecto a estos sucesos y sus consecuencias.

Por ello, es necesario plantearnos la siguientes interrogantes ¿En qué nivel de formación se encuentra la conciencia moral que tendrían nuestros gobernantes? ¿Cómo podemos clasificar su accionar frente a los diferentes tipos de conciencia?

De esta manera, nos centraremos en el análisis de dos casos de corrupción. El primero, El caso “Vacunagate” de Martín Vizcarra, donde intentaremos determinar el nivel de formación moral en el que se encuentra tomando como base teórica los estudios realizados por Jean Piaget y Laurence Kolberg. Finalmente, el caso “Los  temerarios del crimen” donde el principal involucrado es el ex alcalde de Chiclayo David Cornejo Chinguel y determinaremos según sus acciones en qué tipo de conciencia encaja.

II. CUERPO:

2.1 DEFINICION

La conciencia moral es aquella que nos permite juzgar si las acciones o actitudes con las que nos desenvolvemos son correctas o incorrectas. Pues bien como lo expresa MacIntyre:

“Juzgar a un hombre es juzgar sus acciones concretas… porque las virtudes son cualidades que mantienen a un hombre libre en su papel y que se manifiesta en las acciones que su papel requiere”. (MacIntyre, 2001, p. 156)

Por consecuente, la conciencia moral está sustentada en el conjunto de valores morales de un individuo. Su capacidad valorativa debe aparecer, lógicamente, cuando el niño es capaz de valorar su conducta. De otro modo, la valoración moral en el adulto, es una actividad dinámica siempre imperfecta y en vías de mayor desarrollo.

2.2 REFERENTES:

1. El intelectualismo e intuicionismo (350 A.C.): Representado por Sócrates. Para él la virtud se enseña y se aprende igual que una ciencia. Aristóteles, lo corrige como: “para obrar bien se requiere tanto la buena disposición de la voluntad gracias a la virtud moral, como el conocimiento prudencial del bien”. El intuicionismo, en cambio, pone el origen del conocimiento moral no en la razón sino en el sentimiento.
2. Teoría empirista (XVII y XVIII): Su representante más influyente es David Hume.

La conciencia moral es la resultante del efecto simple y natural de la vida en contacto con la experiencia.

1. Teoría racionalista (XVII y XVIII): Cuyo representante es René Descartes.

Esta perspectiva afirma y sostiene la supremacía de la razón sobre la experiencia, reduce la estructura y dinamismo de la conciencia moral a un cuerpo de principios derivables de un primer principio o esencia.

1. Teoría criticista (XVIII): Fundador Kant.

La inspiración en el racionalismo crítico kantiano permite afirmar una (exagerada) independencia del espíritu de cara a la experiencia sensible y afectiva. Muestra que es el espíritu el origen de las cosas ideales, así como lo señala Le Senne:

“la conciencia legisladora se distingue de la conciencia subjetiva del agente moral en que pone formalmente a priori un imperativo, en cuya obediencia se constituye exclusivamente la moralidad”. (Le Senne, 1973, p. 333).

Es así que Le Senne concluye que, dada la realidad encarnada, que es el ser humano, la conciencia debe estar comprometida con la realidad y eso es mucho más que la vigencia de un principio formal.

1. Teoría evolucionista (XIX): Representante Charles Darwin.

Esta concepción, niega la libertad y proclama la continuidad filogenética como criterio supremo de la conservación de la conciencia.

2.3 EL ORIGEN DE LA CONCIENCIA MORAL

Sobre el origen de la conciencia moral existen diversas posturas, sin embargo, para un mejor entendimiento nos centramos en dos de ellas, que son las más acertadas. Por un lado, desde el punto de vista evolutivo, sustentada por Darwin, quien indica que la conciencia moral tienes su origen en el origen mismo del hombre. Desde su evolución, el hombre es el único ser racional que ha desarrollado distintas capacidades y habilidades, que lo hacen diferente a los animales, los cuales le han servido para que posteriormente pueda integrase a la sociedad, siguiendo lineamientos de conductas morales, normas, valores, tanto personales como sociales. Sin ello no podría vivir en armonía. Por otro lado, Desde lo sobrenatural, representada por el cristianismo, nos dice, que fue Dios quien dio al hombre la Conciencia moral, para que pueda reconocer la ley natural, que es el desarrollo de la ley de Dios en este mundo y con ello, pueda reconocer entre el bien y el mal y que desobedecer el mandato representaría un castigo.

Bajo estas premisas, podemos definir que solo el ser humano es sujeto de actos morales o inmorales, porque razona, piensa, decide, siente, elije, etc., ligadas al conocimiento de la existencia de leyes que establece una sociedad, donde su accionar en ella, bueno o malo, será juzgado para luego ser compensado o castigado.

Así lo afirma Cortina (2014), donde indica que,

Para el surgimiento de la conciencia moral es esencial la conciencia de que existen las leyes del grupo, de que violarlas va a reportar castigos físicos o espirituales, y, en cualquier caso, el desprecio de los compañeros y la perdida de reputación. (Cortina, A. 2017. P 124)

Sobre ello también fortalece la idea de que la conciencia moral actúa en el ámbito de la conducta y de las costumbres reguladas dentro de una sociedad ,que se origina desde la vida misma, desde que el hombre nace esta innata en él, es decir, está catalogada como una actividad interna propia de cada persona, manifestada de diferentes formas, como parte psicológica, como una expresión mental de sensibilidad , aquella voz interna,  que orienta a la persona, a  la toma de decisiones, y con ello a la elección con total libertad de optar por lo bueno y lo malo, responsabilizándolo de toda consecuencia  la cual deberá de ser asumida.

“la conciencia moral es la pequeña voz silenciosa que nos dice hasta dónde podemos llegar persiguiendo nuestros intereses sin correr riesgos intolerables” (Alexander 1974, pg. 102).

1. FORMACIÓN DE LA CONCIENCIA MORAL

La conciencia moral inicia su proceso de formación desde la niñez por la acción educadora que va realizando la sociabilización. A simple vista, puede parecer que la conciencia moral es un proceso innato, sin embargo llega al individuo por una experiencia o un aprendizaje sobre lo que está bien y lo que está mal. Para hablar del proceso de formación de la conciencia moral es importante mencionar dos teorías relevantes:

1. La teoría del Aprendizaje Social

Postulada por Jean Piaget en su obra “El juicio moral” en 1937 donde describe las diferencias fundamentales de la forma en que desarrollan el razonamiento los niños, relacionando la edad  y la forma de resolución de problemas

Piaget basó el estudio en las reglas que usan los niños entre ellos en los juegos de la calle buscando encontrar la forma en que ellos desarrollan el respeto por las reglas y un sentido de solidaridad con los demás. En ese sentido Vargas citando a Piaget:

Partimos del análisis de las reglas del juego social en lo que tienen de obligatorio para la conciencia del jugador honrado. De la regla del juego pasamos a las reglas específicamente morales, prescritas por los adultos y buscamos la idea que el niño se hace de estos deberes concretos. Por esto, las ideas de los niños sobre la mentira nos han servido de ejemplo privilegiado. Finalmente estudiamos las nociones surgidas de las relaciones de los niños entre sí y elegimos la idea de justicia como tema especial de nuestras entrevistas. (Piaget 1977, p7)

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