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Un arma de doble filo


Enviado por   •  25 de Noviembre de 2017  •  Ensayos  •  1.810 Palabras (8 Páginas)  •  320 Visitas

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UCO

Prepa Contemporánea

Nombre: Jorge Emilio Castrejón Ramírez

Grupo: 1.4

Materia: Taller de lectura y redacción

Maestra: María Adriana Olvera Briseño

Tema: La influencia de la infidelidad en el ser humano

Título: Un arma de doble filo

Un arma de doble filo

El ser humano se caracteriza por estar en constante descubrimiento y evolución,  con el único fin de buscar una mejor sociedad a futuro.  Esta característica siempre le ha ayudado a idealizar conceptos tales como la infidelidad, que a simple vista se podrían ver más que obvios; pero lo cierto es que la condición humana, tan voluble, cambiante y convenenciera, una y otra vez adapta y readapta aquellas situaciones que de pronto tenemos que juzgarnos a nosotros mismos, o incluso a la sociedad en su totalidad.

(Chávez, 2012)

El objetivo de este ensayo es demostrar que a lo largo de la historia el concepto de infidelidad, sin importar la razón que ésta la origine, está presente dentro de la cultura como una acto dañino no solo para el individuo contemporáneo que la perciba, sino que para la sociedad en su totalidad; abarcando la influencia de la infidelidad desde los orígenes de la misma humanidad.

La infidelidad se refiere a “La palabra que proviene del latín infide- litas formado por in = negación, y fidelitas = fidelidad. Se entiende entonces que la palabra significa el incumplimiento de la fidelidad ” (Macedo, 2014) .Este engaño o traición no solo va a involucrar el sentimiento de decepción por parte del afectado en la relación, sino que toda la sociedad a su alrededor se verá involucrada; ya que este acto dañino será mal visto y abiertamente criticado por un grupo o grupos sociales.

Aquí es donde se entra mucho en conflicto con la reacción de la sociedad ante la noción de la infidelidad; resumida esta oposición en una simple pregunta “¿Quién o quiénes nos dictan que los componentes de una pareja están obligados, hasta que la muerte los separe, a renunciar a tener encuentros sexuales con otras personas ?” (Alessandrini, 2012)

Desde tiempos inmemoriables la infidelidad o poligamia ha estado presente en nuestro desarrollo como especie ya que “Según recientes investigaciones, pareciera que en nuestros antepasados cazadores nómades, el sexo, al igual que la comida, era un recurso compartido. Se vivía en grupos y los miembros adultos podían tener relaciones sexuales sin que mediara la exclusividad.” (Chávez, 2012). Establecido dicho hecho se plantea que la infidelidad es parte de la cultura e incluso de nuestra especie, por lo que es algo que no podemos negar o quitar en la misma ya que es parte de nuestra naturaleza. Analizado en tiempos un poco más recientes a nuestra época tenemos como argumento que:

Romanos y griegos, los impulsores de la moderna práctica del matrimonio, practicaban una aparente monogamia en el hogar, pero recurrían a esclavos y concubinatos para saciar sus apetitos sexuales, mientras que desde el judeocristianismo la poligamia no fue mal vista hasta la difusión del noveno mandamiento (“no desearás a la mujer de tu prójimo”), algo que ocurrió después del siglo III.

(Fuentes, 2017)

Con esto se entiende que a pesar de lo mal visto por la sociedad, la infidelidad sin importar la cultura, religión o época ha tenido una presencia fundamental en el hombre. Dejando en claro que la infidelidad es parte de nosotros, por ende no debe ser una acto que se trate de erradicar , ya que de alguna forma se estaría negando la existencia del hombre.

A pesar de estas contradicciones de la infidelidad como una acción grata o aceptada en el ser humano, la poligamia había representado un problema para nuestros antepasados nómadas ya que al tener muchas esposas, por ende se tenían muchos hijos, poniendo en conflicto el concepto de propiedad. Para solucionar este problema se tuvo que remplazar la poligamia (infidelidad) con la monogamia como núcleo social. Gracias a esto se pudieron desarrollar múltiples conceptos, tal como nos menciona el historiador Christopher Ryan en su libro “Sexo al amanecer. Los orígenes prehistóricos de la sexualidad moderna.” :

La tierra podría a partir de ese momento ser poseída y heredada a siguientes generaciones. La comida, cultivada y reunida, ahora sería cosechada, guardada, defendida y vendida. (…) . La propiedad privada forjó, por primera vez en la historia de nuestras especies, que la paternidad fuera una preocupación crucial. (Ryan, 2010)

Por esta razón la infidelidad representó una amenaza tan grande en la sociedad prehistórica que se tuvo que remplazar, dando de alguna forma como consecuencia la civilización.

Dentro de una pareja, la infidelidad, va a tener dos posturas. Una de ellas es que sea un medio de escape en una relación de poco afecto “Y llega un punto en el que, para volver a sentirte valorado, ya no basta con las palabras amables del espejo, necesitas que te lo diga alguien más.” (Catalán, 2013). Por lo que la infidelidad es para la persona que lo comete una forma de buscar su felicidad en otro lugar, para así sentirse más sana emocionalmente.

En la otra cara de la moneda, la persona que ha sido engañada se puede además de sentir traicionada, sufrir una serie de trastornos de ansiedad específicos tanto para hombres o como para mujeres, 3 de ellos son:

  • Ansiedad de expropiación: cuando el individuo que fue traicionado siente que le quitaron algo a lo que tiene derecho.   
  • Ansiedad de ejecución: Creer que el engaño se dio por una cuestión fisiológica y que el otro es mejor en la intimidad. Es frecuente en hombres.
  • Ansiedad de valoración: Esta daña la autoestima de la mujer porque imagina que la infidelidad se debió a que la otra vale más que ella.

(Prensa Libre/LifeStyle, 2015)

Contempladas estas dos posturas, atacándose una a otra; a lo largo de la historia siempre se han repudiado aquellos actos que dañan la integridad ya sea física, psíquica o moral de alguien.

En este mundo en el que se vive actualmente, se tiene como mejor amigo al estrés, que aunque uno no lo quiera se encuentra presente en todo tipo de ambientes. Ante esta carencia del sentimiento de paz, la infidelidad puede no ser una simple forma de dañar a otros, sino que  el hombre cuando comete este acto “ (…)Lo hace por diversión (…)y mientras no se enamore puede llevar una vida sexual activa con ambas parejas, lo que no da motivo a la esposa a sospechar de la infidelidad y si se entera no es infeliz con ello” (Word Press, 2017). Por lo que al no estar involucrados sentimentalmente la amante y el esposo y/o esposa, la infidelidad no se vuelve dañina, sino que se vuelve un hobbie en la vida de una persona.

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