Una Educación Desde Los Estándares Básicos De Competencias

UNA EDUCACIÓN DESDE LOS ESTÁNDARES BÁSICOS DE COMPETENCIAS

Por: Claudia Liliana Silva Cabrera

¿Se han preguntado alguna vez si lo que están haciendo hoy los llevará a conseguir lo que quieren en un futuro?

Pues bien, esta pregunta aunque parece poco importante o sin sentido es aplicable a cualquier ámbito, en especial al educativo, pues si bien es cierto que hablamos hoy día de una educación por competencias en la realidad no estamos educando para contextualizar a los estudiantes y mucho menos para que puedan desempeñar un papel significativo y productivo.

El Ministerio de Educación Nacional señala la necesidad de una educación por competencias y establece unos estándares con los cuales se pretende garantizar equidad y competitividad. Las opiniones están divididas, mientras unos plantean que estos referentes promueven una educación basada en competencias, otros afirman que estos solo se limitan al nivel cognitivo desconociendo los demás factores asociados al aprendizaje como son la economía, la religión, las creencias, lo socio afectivo, entre otros y, que además, se limitan a evaluar de manera cuantitativa.

La ley 115 de 1994 define las áreas obligatorias y fundamentales con la posibilidad de incorporar otras optativas, y da autonomía para que los establecimientos educativos construyan su PEI, esto con el fin de garantizar a todos los niños, niñas y jóvenes una educación de calidad que les permita interactuar en la sociedad en igualdad de condiciones.

En este marco de ideas surge la pregunta ¿qué competencias y saberes deben desarrollar los estudiantes en cada uno de los grados y/o niveles? La respuesta puede ser compleja para muchos, lo cierto del caso es que la educación debe brindar las mismas oportunidades de aprendizaje y desarrollo individual y social.

Para lograr esto, el MEN desarrolló lo que se denomina Estándares básicos de competencias para las áreas de lenguaje, matemáticas, ciencias naturales y para el desarrollo de competencias ciudadanas.

Los estándares direccionan el proceso de la planeación atendiendo a las prioridades educativas establecidas en el PEI ya que especifican lo que los estudiantes deben saber y ser capaces de hacer en un grado y área determinados. Están formulados de manera clara y precisa, se les es aplicable la evaluación lo que los convierte en fuertes referentes para planear, validar, hacer seguimiento al proceso evaluativo, esto quiere decir, que son elementos fundamentales en la elaboración y aplicación del sistema evaluativo para cualquier institución educativa.

Si bien es cierto, lo anterior se convierte en un elemento importante para cualquier proceso de enseñanza – aprendizaje, también se ha convertido en un dolor de cabeza para muchos docentes, directivos, estudiantes y hasta los mismos padres de familia. Para los primeros, los estándares significan la necesidad primordial de planear tanto lo que voy a enseñar como la manera de enseñarlo y aún más, la forma en que lo voy a evaluar.

Es aquí donde comienza toda una odisea, pues en la actualidad circulan gran cantidad de textos que traen los tan mencionados estándares con sus correspondientes actividades y evaluaciones. Es allí donde los docentes sienten ese aire fresco ya que todo está hecho y por lo tanto no es necesario planear. ¿Pero hasta dónde es esto cierto? Pues bien, si pensamos en que los estudiantes son un grupo homogéneo que tiene las mismas capacidades y oportunidades de aprendizaje esto sería valedero, pero si tenemos en cuenta que cada región, cultura y grupo social tiene maneras particulares de aprender entonces estaríamos ante el hecho de que hay que planear de acuerdo al contexto y a las necesidades específicas de los estudiantes.

Los directivos por su parte realizan

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