VERTIGO INFERANAL
Hector GonzalezApuntes22 de Abril de 2016
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VERTIGO INFERANAL
Las Cinco casas
Había una frase, " Ars longa, vita brevis", la leí a los 12 años en una de esas noches cuando parecía que solo un libro me podía acompañar y dar el consuelo, consuelo a una niña de 12 años. Siempre solía leer ese enorme libro de locuciones extranjeras, quizás por esa razón disfruto de los idiomas. En ese entonces la marqué para poder encontrarla cuando decidiera tallarla definitivamente en el marco de mi casa, cuando fuera grande y quizás la tuviera. Ese libro también contenía frases célebres de personajes del Arte, " el amado arte ".
Si no lo mencioné, creo no lo hice; esa frase significaba " El arte es largo, la vida breve " y pertenecía a uno de los primeros aforismos de Hipócrates.
Hay cosas que no puedes cambiar de tu vida, como tu esencia, no puedes desconocer quien eres, al final te arrastra como si te llevara agarrada del pelo desnuda a rendir honor con tus acciones. Sin embargo no estaría en mí hasta muchos años después, hasta muchos dolores después hacerlo. Y atravesar esa puerta con ese marco tallado marcado en mi memoria diaria, siempre me recordará de que el tiempo pasa, que la vida es breve , que un día empezaré a morir y que todo lo que quedará de mí será el largo Arte.
Es sábado por la tarde y aún pareciera que llora por lo de haces unos días atrás, pero no.
Está perpetua como cuando ya ha dejado de llorar, tirada en el largo sillón como si este la fuera la atrapar, como si éste fuera a sostenerla de si misma de la rabia que se encuentra en sus ojos. Ya está sintiendo sueño, ese que viene por las tardes y nunca la encuentra de noche, pero no quiere dormir.
Su propio infierno no la deja dormir, además de ese texto de literatura que la tiene pensando, escribiendo en su mente antes de llegar a la premura como siempre al último día sobre el papel.
Las luces de las cinco de la tarde se pasean por los visillos junto al sillón, inflados por la brisa , hasta que decae su mirada como absorbida por la luz, y vuelve a pensar en su infierno ese que siente que la inunda cada vez que cierra los ojos, que arde entre sus manos, del que huye con los ojos abiertos, mientras esos mismos ojos se mecen en los visillos, pero que sabe siempre estará ahí.
Aguardándola, sus demonios esperan se duerma, que termine de cerrar los ojos abrigada de la colcha café, ahí la espera el sueño. Pero se obliga a estar despierta, para lo que sólo tiene dos días para escribir, de pronto la vista fijada en los hilos sueltos del sillón y a la vez en todo lo que había leído para escribir.
Ya no eran los hilos, ni los visillos blancos, ni siquiera la luz que detestaba entrara por la ventana, ya estaba dormida a merced de su alma, y los demonios.
DOMUN I
Una punzada en el pecho la despierta.
Mira sus pies, pues no se explica que hace ahí, trata de ordenar sus ideas, pero los sonidos son tan fuertes y todo se vuelve a transformar, la tierra cayendo, hundiéndose y no puede moverse del suelo. Brotando de la nada y saliendo desde el suelo unas raíces ataron sus pies, ya todo es un torbellino y los sonidos se han vuelto voces que no entiendo, repiten sin parar algo, pero ya poco es lo que veo, y las voces no se calman así como no lo hace el viento
Dies irae, dies irae, dies irae, es como un eco dentro del torbellino, la espiral emergida se levanta del suelo, como hambrienta serpiente; crujidos y sonidos rocosos están triturándolo todo, donde aún atada a las raíces es lo único que le ha mantenido fuerte en el suelo. Hasta que logra descifrar esas palabras, y las grita como si su estomago las hubiera tenido durante años, y ulcerosas hubiesen salido por su boca con dolor contenido.
El grito desgarrado detuvo el torbellino, volviéndole un enorme cono de silencio y solo se escucha su agitado llanto descendiendo. Desciende como su rostro hasta sus piernas, como tantas veces la vi antes doblar su alma a la vida.
Sólido, petrificado ante ella vio como el torbellino quedó inmóvil, como si Dios hubiese bajado su mano y dibujado la serpiente endurecida hacia donde empezó a caminar con curiosidad asombrosa e iluminada por donde sus ojos no terminaban de recorrer, parecía tallada como mármol, brillante y oscuro, el contraste amalgamo que ella misma llevaba por dentro. Maravillada en su asombro seguía con sus aspiradores ojos eso que se había formado donde aparecía un sendero, sendero donde provenían una voces que parecía reconocer en lo que decían repetitivamente, mientras que sus dedos dejaba sintieran esos pequeños torbellinos grabados en el sendero.
" Asi se acerca,
lleva su curiosidad de niña
en sus grandes pies.
No te detengas mi niña abre tus ojos
y deja crecer tus manos enfermas por el papel"
(Nunca le ha gustado escuchar esa interrupción diaria de quien pareciera dictara en sus oídos, lo que debe escribir, a lo que ella misma alguna vez se refirió como "el señor de manos obesas" que quiere escribir por sus manos)
Pero ya es todo, al fin la encontro.
Parece una entrada, aunque también podría ser una salida, pues no parece una puerta, es como un simple paso de bordes donde se escuchan aún esas pequeñas voces que siguen rebotando unas a otras por los muros
"cunctatio, cunctatio" . Ahora detenida por lo que entiende le decían las voces, mira los muros y puede verlas escritas girando en eternos círculos, en distintos idiomas, para lo que solo hay un solo significado; "indecisión", y cuando lo susurra, aparece lo que para ella es un demonio, que atropella su rostro con gestos veloces, levemente comido por la angustia y le repite "Dies irae", metiéndose en su rostro, buscando entendimiento en ella.
Dies irae, es la ira de Dios y el premio que dio a las almas justas y el castigo que otorgó a los que despreciaron de él el don de la vida al menos eso fue lo que explicó o ella comprendió.
¿Porqué me encuentro aquí?
-"cunctatio", - respondió él-
Esta es la casa de la indecisión, si has llegado aquí , es por tu niñez y también por quien eres hoy.
Dios a tu alma, la premio con cualidades que desconoces ante sus ojos y ocultas. Negar lo que se es pudre al ser humano
¿Esto es el infierno? ¿ He muerto?
-¿Estás preocupada? sonrió con burla. - No, no lo estás, ésta es solo una parte en ti, la más complicada y varicosa extensión de lo que eres. Esta es tu alma
¿Y quien eres?
-Soy el guardián de esta casa y como otros pertenezco a estos muros!, escuchando todo, como los otros anónimos que la indecisión dejó aquí!!.
¡Toda obra anónima está enterrada en estos suelos podridas sin gloria, ya no poseemos memoria de cuales somos dueños!!!, hemos olvidado y ni siquiera podemos retroceder!!! nos hemos quedado sin tiempo.- dijo con furiosa frustración mientras los muros lo repetían con eco atropellado.
¡debo salir!
¡debo irme!
-No te dejará, si has llegado aquí debes aprender.
El camino es uno.
Uno de cinco casas, las cuales te enseñarán
¿Y qué me ensañaran? ni siquiera sé que es lo que hago aquí.!!
-Eso, no es mi problema, ahora avanza, tu tiempo aquí termino.
Vete!! ¡¡ ahora vete!!
vete, vete, vete, vete,
repitieron los ecos, llenando su cabeza, volviendo al torbellino donde manos oscuras tiraban de su cuerpo, mientras seguía aquel recorrido circular casi infernal, sentía como caía empujada por la fuerza de la espiral, recordando su casa, pensando que pasa hoy con migo, en qué me estoy convirtiendo.
DOMUN II
El azote de la caída casi no lo percibió, aún no sabe porque pero le es difícil sentir algo en este lugar. Hay mucha luz, ni siquiera puede alcanzar a contar los atardeceres que presencian sus ojos, ni a la velocidad en que florecen unas tras otras las flores.
Caídos, colgados están innumerables obras, pinturas, libros, partituras, de las cuales puede imaginar sus creadores deben estar en alguna parte, que sus ojos aún no puede ver.
Al seguir una enorme piedra se levanta en su camino, impidiendo seguir avanzando, , tiene escrito
"Quia creatio non sentire passionis",
¿ quien no sentiría pasión por su creación?
¿ quién no lleva pasión a su obra?
¿ quién es solo capaz de hacer nacer su creación por solo cumplir una expectativa?
-Fueron las palabras que se escucharon de la piedra
...