Antropología Política: Las Sectas Y El Sectarismo

ANTROPOLOGÍA POLÍTICA:

SECTAS

Segundo de Antropología Social y Cultural

Sectarias, pueden ser aquellas instituciones o grupos religiosos, políticos, filosóficos, ideológicos, etc. En cuanto a grupos o instituciones, podemos decir que tienen o pueden tener cierto poder en nuestra sociedad. ¿Cómo caracterizamos el poder? Sin duda, es un concepto abstracto que engloba muchos aspectos de nuestra vida social. En términos políticos, el desarrollo de ideas o dogmas, la expresión, la defensa y la práctica de éstas suponen un poder: El poder de tomar decisiones que afectan a determinado número de personas. ¿Por qué sino se prohibiría el derecho a la reunión o a la libertad de expresión e imprenta? En cuanto a poder, amenaza el que puedan tener otros, peligrando el monopolio de éste.

Sin embargo, para sostener dicho poder, es necesario que sea legítimo, que sea apoyado por la sociedad, aunque también se recurre a la coacción y represión de los opositores.

Acorde a la situación política-social-cultural-económica en la que nos hallamos, los derechos humanos y la libertad son los principales valores que compartimos, al menos, en el imaginario o ideario colectivo (lo que no significa que siempre actuemos o pensemos en base a ellos). A través de las cuales, decidimos si un poder es legítimo o no, si actúa políticamente correcto o no.

Las sectas son definidas por Michael Langone como: “Un grupo o movimiento, que exhibe una devoción excesiva a una persona, idea o cosa y que emplea técnicas antiéticas de manipulación para persuadir y controlar (a sus adeptos); diseñadas para lograr las metas del líder del grupo; trayendo como consecuencias actuales o posibles, el daño a sus miembros, a los familiares de ellos o a la sociedad en general”. Por lo tanto, dichos grupos serían considerados ilegítimos. Teniendo en cuenta que unos y otros luchan por el monopolio del poder, ¿quiénes serían los mayormente interesados en ilegitimar un grupo o institución, que, tal y como hemos dicho al principio de este texto, tiene o podría tener cierto poder? Está claro: Aquellos que ven amenazado su poderío. Por eso, la palabra secta puede funcionar como arma.

Como dice Alberto Moncada, ex numerario del Opus Dei, en su artículo “Sectas en la Iglesia Católica”, la propia Iglesia Católica, la misma que hoy caracteriza como sectarios a otros grupos religiosos, fue en sus principios muy milenarista y se fomentaba el desprenderse de todo lo mundano, por lo que también de la sociedad y sus valores. Aunque desde la propia institución se desmiente que haya alguna secta católica, el Opus Dei y los Legionarios de Cristo son órdenes con características fuertemente sectarias. Organizaciones, que, tal y como dice Moncada, el Vaticano empezó a manipular para utilizarlas en sus luchas

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