GLOBALIZACIÓN Antropología política

Antropología política

¿Qué es y que no es el Poder?

Este ensayo tiene el objetivo de realizar un análisis crítico de los conceptos básicos de antropología política como lo son el poder, la autoridad, el dominio, la legalidad, la legitimidad, y el gobierno, entre otros. Con el fin de aterrizar la antropología política en la realidad actual observando las divergencias que se encuentran en el contexto actual.

Teniendo el propósito principal de crear aun visión analítica del poder en la antropología y haciendo énfasis en la realidad del país, así mismo para lograr identificar lo que es el poder y lo que no lo es.

Poder: Lo que sí es

La reflexión dentro de la política es entender el concepto de poder; Castro y Rodríguez (2009) citan a Weber (1978) quien conceptualizó al poder como la probabilidad, cualquiera que fuera el fundamento de ella, que tiene un individuo o un grupo dentro de la relación social de ejercer su dominio en la propia voluntad, aun contra toda resistencia. Por ello podemos decir que el poder es la facultad o la capacidad que tiene un individuo para ejercer una acción hacia otro, es en este punto en donde afirmamos que el poder no se tiene – es decir no es algo tangible- sino que el poder se ejerce.

Poder: Lo que no es

Primero hay que dejar en claro que el poder no se puede reducir al poder político, en otras palabras, cuando hablamos de poder nuestra mente de inmediato nos traslada al Gobierno- Estado, que ciertamente funciona gracias al ejercicio del poder, pero el poder se observa dentro de las relaciones amorosas, laborales, en la familia en la religión etc. Sin embargo, en este texto quise poner énfasis en el ejercicio del poder dentro del marco político, pero no significa que el poder se limite a la política, sino que al contrario es tan amplio el estudio de este que solo podre abarcar esta vertiente del poder.

Como ya lo dijimos el ejercicio del poder es un dominio, pero es relevante mencionar que el poder no es sinónimo de violencia -al menos no en todos los casos-. El poder se ejerce mediante una autoridad que tiene el dominio obtenido por legitimidad o legalidad, (estos términos los desglosaremos más adelante); por ende, para que la autoridad ejerza el dominio se necesitan mecanismos o técnicas como lo son: el carisma, la seducción el chantaje o la imposición, esta última se caracteriza por utilizar la violencia como medio de dominio, pero esto no significa que todo dominio sea ejercido con violencia solo es en caso de la imposición.

La Política Como Sistema

Ya que afirmamos que el poder es un ejercicio; es relevante cuestionarnos ¿qué necesita el hombre para ejercer el poder? Y principalmente ¿cuál es la finalidad de poseer el poder en la sociedad?

Ante estas interrogantes primero quiero poner énfasis en comprender a la política como un sistema “La actividad política es un sistema básicamente porque tiene unidades que están interrelacionadas de una manera demostrable de forma que hay relaciones conocidas y conocibles entre el sistema y sus partes”. (Llobera, 1986: 29). Dicho esto, sabemos que la política es un sistema en donde todos somos partes o unidades que la conformamos y por ende construimos relaciones de poder en donde nos desenvolvemos cotidianamente.

Ciertamente el individuo que ejerce el poder en cualquier contexto se caracteriza por el liderazgo, inteligencia, y el desarrollo de mecanismos de dominación que conllevan al control, con el objetivo de alcanzar el “orden”, es decir para organizar la estructura social, o el sistema político, por ello afirmamos que el hombre está envuelto en diferentes tipos de relaciones de poder.

También podemos deducir que la política como un sistema es la que se encarga de la administración de bienes simbólicos y materiales a través del poder que este se caracteriza por distribuir, organizar y ordenar mediante una autoridad, en otras palabras, no hay política si no existe el ejercicio del poder.

Pero dicho lo anterior ¿Cómo tiene validez el poder? Weber (1978) citado por Castro y Rodríguez (2009) quien clasifica 3 fuentes de validez del poder o poder legitimado en las siguientes relaciones sociales: 1) la autoridad tradicional, que se encuentra legitimada por las costumbres y las prácticas aceptadas; 2) la autoridad carismática, legitimada por los atributos personales del individuo; y 3) la autoridad burocrática–legal, que descansa en el ejercicio de la ley, constituyendo un sistema racionalmente establecido.

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