Capital cultural

Aporte de ALEXANDRA

Psicología Cultural: La psicología cultural es una rama de la psicología que se enfoca en el estudio de cómo los elementos culturales influyen en el comportamiento, las costumbres y la percepción de grupos de personas.
Esta disciplina se encarga de estudiar cómo los elementos culturales, como las normas, los valores y las creencias, influyen en la forma en que las personas piensan y actúan. La psicología cultural también se enfoca en cómo las personas adquieren habilidades y conocimientos culturales y cómo estos pueden ser utilizados para obtener ventajas en la sociedad.

 Capital cultural: Se refiere a la posesión de habilidades, conocimientos y recursos culturales que pueden ser utilizados para obtener ventajas en la sociedad. El capital cultural se relaciona con otras formas de capital, como el económico, el social y el simbólico, y puede ser adquirido a través de la educación, la socialización y la experiencia. Además, el capital cultural también puede ser utilizado para obtener ventajas en otros ámbitos de la vida, como la política o las relaciones sociales.

Contribución de la Psicología cultural al capital cultural: La psicología cultural puede contribuir al capital cultural al estudiar cómo las personas adquieren habilidades y conocimientos culturales y cómo estos pueden ser utilizados para obtener ventajas en la sociedad. Por ejemplo, un estudio podría investigar cómo los niños aprenden habilidades culturales específicas, como la música o el arte, y cómo estas habilidades pueden ser utilizadas para mejorar su posición social. Además, la psicología cultural también puede ayudar a comprender cómo las diferencias culturales influyen en la forma en que las personas adquieren y utilizan el capital cultural.

Aporte de TATIANA

Análisis del texto Capital Cultura

Introducción

Los autores del texto lo que pretenden es comprender la incidencia del capital cultural y las competencias profesionales que caracterizan el accionar de las personas en una organización y su contribución al agregar valor a productos y servicios. Esta revisión bibliográfica ratifica la importancia de la gestión del conocimiento en la formación de los recursos humanos y el carácter social para el avance de la organización, acordes a las necesidades del desarrollo cultural de las empresas.

Hace énfasis, además, de cómo las competencias profesionales pueden impactar de manera positiva en los procesos productivos de la organización.

Desarrollo

Desde nuestro accionar como profesionales podemos aportar ventajas competitivas a las organizaciones, mediante todas aquellas habilidades, actitudes, formas de conocimientos, que poseemos de manera individual y de este modo, realizar aporte al capital cultural de las organizaciones.

De acuerdo a Bourdie el capital cultura existe bajo tres formas.

El estado incorporado: este por ejemplo se da gradualmente y a lo largo del tiempo, en este estado, aportamos por medio de la inversión que realizamos a lo largo de nuestra vida, en la adquisición no solo de estudios sino de habilidades por medio de la experiencia.

El estado objetivado:  son los bienes culturales, todo lo que poseemos como profesionales y que nos contribuyen a realizar un buen ejercicio laboral, como libros, instrumentos, equipos y herramientas, etc.

El estado institucionalizado:  En este estado aportamos por medio de la adquisición de títulos académicos, este tipo de capital se logra por medio de inversión de tiempo y dinero, por lo que Bourdieu se refiere a dicho capital como un valor que puede ser intercambiado por dinero. Cada vez que nos certificamos bien sea de un curso, seminario, diplomado, especialización etc., estamos adquiriendo un reconocimiento institucional a la apropiación de saberes, habilidades, destrezas que se desarrollan en el ámbito educativo y evidentemente, nos hace portador de beneficios materiales y sociales apoyados en el título obtenido.

Al lograr esos tres estados, desde nuestras carreras profesionales estamos aportando al capital cultura de la organización donde desempeñemos.  Es decir, cada acción formativa y experiencia vivida otorga significados a quienes viven las experiencias en el ámbito social, por consiguiente, se estará llevando a la entidad u organización, nuestras propias experiencias y conocimientos, producto del capital cultural.

La gestión del conocimiento en el capital cultural en las competencias profesionales de actores sociales de una organización, son las capacidades, para identificar necesidades de conocimiento asociadas a problemas sociales y evaluarlas; buscar, producir, transferir, diseminar, aplicar conocimientos, tecnologías, que sirvan para atender esas necesidades sociales del más diverso carácter. (Rodríguez, A et al., 2021)

Por lo tanto, las competencias profesionales del trabajo social se constituyen en gestión de conocimiento, mediante el dominio de habilidades para realizar intervenciones en el quehacer profesional de acuerdo a los desafíos, demandas y necesidades sociales que se presentan en la contemporaneidad, permitiendo contribuir a la solución de problemas sociales de manera eficiente.

Referencia

Rodríguez-gómez, A., & Villarreal-valera, J. A. (2021). Capital cultural y competencias profesionales en actores sociales del contexto empresarial Cultural capital and professional skills of social actors in the business context. Revista Ciencias Pedagógicas e Innovación, VIX(1), 16–24.

Aporte:Maria Jose

 La cultura puede ser comprendida como toda manifestación y práctica humana que conduce a la creación de significados, ideas, valores y símbolos. Las artes, las tradiciones, las costumbres y los mensajes de los medios de comunicación masiva son manifestaciones que remiten a un sistema de percepciones, de estimaciones y de acción.

Dado que el ámbito de la cultura está en constante interacción con los demás campos de actividad humana, como el económico, el social, o el político, es evidente que las expresiones culturales influyen, a la vez que son influidas, precisamente por acciones y acontecimientos de índole social, política y/o económica. En otras palabras, existe una correlación estrecha entre las condiciones de producción simbólica de una sociedad y las expresiones culturales que la caracterizan.

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