Critica del saber docente

CRITICA DEL SABER DOCENTE

 En este escrito intentare argumentar la importancia que tiene reflexionar acerca de la práctica docente después de haber analizado los textos recopilados en la antología básica del curso de “el maestro y su práctica docente”.

En los textos revisados se mencionan los tipos de saberes, valores, habilidades y destrezas que posee el docente, se plantean las posibilidades que tenemos para mejorar la práctica, sin necesidad de sujetarnos estrictamente a los planes y programas de estudio; más bien, impartir el conocimiento desde nuestra propia iniciativa, también se analizan la capacidad que tenemos para reflexionar acerca de nuestras  experiencias  y nuestros saberes; además, el compromiso que tenemos con la sociedad.

Durante esta corta estancia en la UPN he aprendido muchas cosas sobre mi práctica docente una de ellas es que todas las personas contamos con una gran diversidad de saberes, tanto empíricos como profesionales y que debo reflexionar acerca de estos, para que en conjunto con la teoría que aprendo en la UPN pueda llevarlos a la práctica y de esa manera utilizarlos como herramienta para mejorar mi labor docente, los saberes empíricos son aquellos que adquiero durante toda mi vida mediante la experiencia cotidiana ya que para los seres humanos siembre hay cosas nuevas que aprender, aprendemos de todas las personas con las que interactuamos desde nuestros abuelos o profesores, hasta nuestros alumnos o hijos, también aprendemos del contexto social en el que vivimos por lo tanto conocemos las tradiciones, las costumbres, los mitos, las creencias etc. Y todo esto que aprendemos día a día son parte de los saberes empíricos que cada uno tenemos.

Los tipos de saberes, de los que hacen mención Carr y Kemmis, están implícitos dentro de nuestra práctica cotidiana, que  tal vez, inconscientemente los aplicamos y que precisamente con estos dos autores nos damos cuenta de ello, Schön nos hace mención de la importancia que tiene rescatar los saberes previos y saberes adquiridos; que a su vez estos sean nuestro punto de partida para nuestra practica. También como personas tenemos saberes profesionales estos son todos aquellos que vamos adquiriendo durante nuestro estudio y la práctica profesional, son todos aquellos que como docentes debemos saber y conocer como profesionistas de la educación.

Así como las persona tenemos diversos tipos de saberes tanto empíricos como profesionales también contamos con ciertos valores y tal como lo menciona su descripción (Enciclopedia virtual Encarta, 2009) “los valores son principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento en función de realizarnos como personas. Son creencias fundamentales que nos ayudan a preferir, apreciar y elegir unas cosas en lugar de otras, o un comportamiento en lugar de otro” estos valores también los adquirimos a través de la experiencia,  la interacción con las personas y a través del contexto social en que nos desarrollamos, a lo largo de este tiempo en la UPN hemos aprendido que hay ciertos valores que poseemos los cuales debemos saber identificar para preservarlos ya que son de gran utilidad en nuestro labor por ejemplo: la responsabilidad, la honestidad, la confianza, la comunicación, etc.

En este momento yo me considero un maestro con la experiencia mínima ya que cuento tan solo con 8 meses de servicio y esto es para mí una actividad completamente nueva, en algunas ocasiones frente al grupo o a mis propios compañeros me he sentido inseguro por mi poca experiencia y mi falta de conocimiento de la manera en que debo establecer mi relación con ellos, sin embargo, estos meses han sido bastante útiles ya que aparte de ir adquiriendo un poco de experiencia también he adquirido seguridad de mi mismo en el trabajo que desempeño y además me he dado cuenta que los conocimientos que he adquirido tanto en mi vida cotidiana, en mi anterior trabajo o en las instituciones  en las que he estudiado durante mi etapa de formación pueden ser de gran utilidad si yo encuentro la manera de aplicarlas en mi actual trabajo.

Durante estos meses que para mi han significado un cambio bastante considerable en el trabajo que desempeño, he aprendido que cuento con ciertos valores que debo preservar y algunos defectos que debo reconsiderar en mi práctica docente, yo creo que algo que debo preservar son la responsabilidad en mi trabajo ya que esta es una manera de ganarme la confianza y el respeto tanto de mis alumnos, padres de familia y mis compañeros maestros, también creó que un valor más dentro de mi práctica docente es el esfuerzo o la perseverancia ya que para mí en estos momentos me encuentro en la necesidad de realizar mi más grande esfuerzo para poder desarrollar mis conocimientos como maestro y al mismo tiempo tengo que tener la capacidad de poder guiar a un grupo de la manera más adecuada, también es bueno mencionar la honestidad y el respeto puesto que son valores de gran importancia para poder establecer una buena relación con todas las personas con las que interactuó en mi centro de trabajo.

Yo considero que algo que es importante que yo reconsidere es la paciencia y la tolerancia frente a mi grupo ya que me he dado cuenta que con facilidad tiendo en algunas ocasiones a exaltarme, esto se deriva de los comportamientos de algunos alumnos que yo considero que no son adecuados, un punto clave para poder realizar esta reflexión es a través de un tema que se abordo en la materia de grupos en la escuela en cual pude darme un espacio de auto análisis y comprendí que ser autoritario no es la mejor forma de dar una clase ya que rompo con la armonía de mi grupo y establezco una gran barrera entre mi grupo y yo.

También me gustaría mencionar que a partir de que ingrese a UPN ha cambiado mi forma de ver la docencia, pues antes creía que el ser autoritario y estricto me llevaría por el buen camino de la disciplina en el grupo y ahora he aprendido que no se trata de enseñar estrictamente los contenidos de mi programa, se trata de ser un maestro con capacidades, conocimientos y habilidades para activar, impulsar o potencializar el desarrollo del conocimiento de los niños, ser un profesor con la capacidad de generar ambientes de trabajo que contribuyan a la formación de los alumnos.

Aunque hay que resaltar que lograr que los futuros docentes posean los saberes necesarios para proporcionar a los niños y las niñas que concurren a la escuela básica, oportunidades auténticas para educarse integralmente, no es fácil. Se requiere que las instituciones formadoras de docentes promuevan maneras flexibles que favorezcan la adquisición de nuevas competencias y asuman compromisos éticos más sólidos. (Reforma Curricular de la Educación Normal, Documento base para la consulta nacional, Julio de 2011).

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