Desarrollo sustentable: una alternativa para la sociedad y el medio ambiente

Desarrollo sustentable: una alternativa para la sociedad y el medio ambiente

El individuo no es algo externo a la sociedad sino que es parte de ella, no podemos estar aislados ya que cada actividad realizada por el individuo repercute a otros, desde que nacemos nos incluimos a la primera sociedad que tiene el ser humano, la familia (Elías, 1982).

Según el autor Elías, 1982 “La imagen del ser humano es la imagen de muchos seres humanos interdependientes, que constituyen conjuntamente composiciones, esto es, grupos o sociedades de tipo diverso”. De acuerdo con este autor la sociedad la constituyen varios individuos que en su conjunto forman una red de interrelaciones en el marco de un Estado, en una red de relaciones interestatales consigo mismo y con la naturaleza (Capdevielle, 2012).

Cada sociedad es diferente y cada una construye diferentes culturas, tradiciones, y costumbres. Pero, lo único que tienen en común es que necesitan de la naturaleza para sobrevivir. El aprovechamiento de los recursos naturales por el ser humano es usado para satisfacer sus necesidades de subsistencia, tales como alimentación, salud, económicas y de recreación (Alexander, Salas, Cisne, & Portilla, 2018).

La relación que tiene la sociedad con el medio ambiente es infinita e importante, sin embargo, esta relación no ha sido en beneficio de ambas partes, el ser humano ha explotado los recursos naturales sin considerar las consecuencias, Esto se debe a que no existe una conciencia ambiental, hay desconocimiento y desinformación de los impactos ambientales que ocasiona un mal manejo de estos recursos y ha llevado a grandes impactos ambientales.

La demanda de los recursos naturales por el crecimiento económico de cada país es cada vez mayor. Existen leyes y límites ambientales que se deben de respetar, con el fin de no agotar estos recursos y que las generaciones futuras dispongan de ellos, esto se conoce como “desarrollo sustentable” el cual es un proceso de cambio, que busca la preservación de condiciones ecológicas, económicas y sociales mediante una práctica consciente y sensata del aprovechamiento de los recursos (Espinoza López & Gómez Azpeitia, 2010).

Sin embargo, este ideal parece inalcanzable, porque la oferta y demanda ha impactado de manera significativa, hasta el punto de ir agotándolos cada vez más. En el caso de México, un país tercermundista, que solo ha sido manejado por intereses políticos sin dar verdaderamente importancia a la conservación y manejo adecuado de los recursos, ha ocasionado daños ecológicos como por ejemplo: cambios de uso de suelo, la extinción de especies de flora y fauna, la contaminación del aire, agua y suelo.

El desarrollo tradicional se ha dedicado solamente a la búsqueda de capitales financieros, construyendo monopolios y buscando la expansión de mercados a nivel mundial. México ha perdido el mandato de su capital financiero dependiendo de empresas transnacionales que lo único que buscan es su propio bienestar a costa de estos países subdesarrollados (Muniesa, 2000).

Un ejemplo de esta situación fue la entrega de la industria petrolera a Estados Unidos, esto fue a consecuencia de estas empresas transnacionales que llegaron a México y se apoderaron de su capital económico, dejándolo en la quiebra, para poder superar esta crisis económica tuvieron que vender parte de los recursos no renovables (Muniesa, 2000).

La globalización, desde mi punto de vista la considero un problema, ya que solo se benefician los países más ricos acosta de los países con economías pobres, pero ricos en recursos naturales, los países primermundistas buscan para tomar provecho y satisfacer sus demandas económicas a partir de la explotación de los recursos en esos países sin importarles su desarrollo.

El neoliberalismo va dela mano con la globalización ya que ambos buscan la expansión del mercado mundial (Muniesa, 2000). Estos movimientos se resumen en la búsqueda de capitales económicos acosta del empobrecimiento de países en subdesarrollo, disfrazando este saqueo brutal con una visión de apoyo a su desarrollo y empoderamiento de estos países “pobres”, ofreciendo empleos mal pagados o la compra de sus recursos a precios injustos.

Por ejemplo, en México, las empresas transnacionales se abastecen de suministros de agua para su producción y mantenimiento. Por lo que se han visto involucradas en conflictos sociales y ambientales por la apropiación de caudales de agua (Vazquez, 2007).

De todo esto, radica la importancia de encontrar el equilibrio entre lo social, lo económico y el ambiente. Mucho de esto se habla en el desarrollo de los países, pero en realidad es algo que se le ha dado poca importancia, ya que ven al desarrollo solo desde el ámbito económico, desde tiempo atrás se ha visto así, solo en avaricia y de tener poder acosta de otros.

Es necesario encontrar estrategias que lleven al verdadero desarrollo, porque de acuerdo con Escobar, 2007 “basta con dar una mirada superficial a los paisajes biofísicos, económicos y culturales de la mayor parte del Tercer Mundo para darse cuenta de que el desarrollo está en crisis, y que la violencia, pobreza y deterioro social y ambiental son producto de macro proyectos sin evaluación de impacto, endeudamiento perpetuo, y marginamiento de la mayoría de la población”.

Desde mi perspectiva, en el ámbito ambiental urge encontrar estrategias que lleven a un cambio radical a la sociedad en su manera de pensar, uno de los aspectos más importantes a considerar es cambiar la forma de ver a los recursos naturales no solo por el aprovechamiento de estos, sino buscar maneras para un uso sustentable.

Por esto, es conveniente y necesario tener conciencia ambiental, la participación de toda la sociedad y el estudio de su relación con el ambiente que involucren su cultura, creencias y actitudes, para poder mitigar estos impactos antropogénicos que ha venido afectando tanto a la misma sociedad como al ambiente (Corraliza et al., 2004). Por ello, es importante saber el valor que tienen estos recursos y como darles un buen uso, porque de estos dependemos todas las estructuras sociales.

Los problemas ecológicos del planeta han sido también una manifestación de desequilibrios culturales, sociales, políticos y económicos

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