ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Diseño De Stands Para Bazar Itinerante


Enviado por   •  25 de Febrero de 2013  •  2.186 Palabras (9 Páginas)  •  674 Visitas

Página 1 de 9

Diseño De Stands Para Bazar Itinerante

En Paseo Juárez “El Llano” Oaxaca.

Arq. Carlos Emmanuel Nicolás Luis

Resumen.

Gran parte de la sociedad en algún momento de la vida hemos acudido a los tianguis o mercados itinerantes, pero comúnmente se desconoce la historia, beneficios y perjuicios de estos lugares de economía, en este ensayo se muestra parte de la evolución de uno de los tianguis más antiguos y conocidos de la ciudad de Oaxaca, el bazar itinerante del paseo Juárez el “llano”. Los Orígenes, problemas directos e indirectos que ocasiona su establecimiento, así como algunas posibles soluciones para su mejoramiento.

Palabras clave: Bazar itinerante, comercio ambulante, tianguis, problemática.

Preámbulo

La ciudad de Oaxaca que fue declarada por la UNESCO en 1987 patrimonio cultural de la humanidad, ha visto deteriorada su imagen arquitectónica y urbana por una creciente y alarmante situación problemática que afecta a gran parte de la ciudadanía. “El comercio ambulante”. Este fenómeno de crecimiento desordenado repercute como un problema urbano, ecológico, imagen visual y social que perjudica el desenvolvimiento normal de las actividades de trabajo de las personas.

Antecedentes históricos

El origen del mercado ambulante podría decirse que surge a partir del comercio prehispánico que se manifestaba en el “Tianquiztli” de la población azteca. El antecesor más reciente del vendedor ambulante se genera en la época de la colonia denominado el “buhonero”, quien se establecía en lugares adyacentes al perímetro de la plaza o mercado, estos lugares adyacentes eran los corredores comerciales, posteriormente se unió la plaza y el corredor generando así los mercados públicos, y el buhonero fue desplazado a ocupar espacios públicos no destinados al comercio, como son las calles y parques públicos. En relación a la historia local del comercio itinerante en Oaxaca, (Malinowski, B. 2005, pp. 26), explica en sus notas que, en la década de 1940, las autoridades municipales consideraban a la ciudad entera como un mercado, cabe señalar también que en esa época la ciudad estaba conformada por 8 barrios distribuidos en los 4 cuarteles. El propósito de considerar a la ciudad como mercado éra el de inspección y recaudación fiscal, con impuestos especiales para los comercios en las calles de acuerdo con su categoría, sus mercancías, el local y sus accesorios. Además de los mercados oficiales, había un mercado permanente y otro ocasional, pero persistente. El mercado ocasional estaba constituido principalmente por las casetas de mosaico y madera instaladas por el ayuntamiento en las arquerías del zócalo. Por otro lado, los libros de historia de la ciudad, indican que el “llano” ubicado en el paseo Juárez, es uno de los parques más antiguos y de mayores dimensiones del centro histórico de la ciudad de Oaxaca, creado por el cura José María Morelos y Pavón con motivo de la celebración de la victoria de la guerra de independencia, que en ese tiempo se le conocía como la alameda Netzahualcóyotl. En el periodo que comprende de 1950 a 1970 tuvo la función de zoológico, por tal motivo, se puede apreciar en las cuatro esquinas del parque, monumentos de leones dorados. Este parque esta en medio de dos avenidas principales, que cruzan de norte a sur el centro de la ciudad las cuales llevan el nombre de avenida Juárez y avenida Pino Suarez, cuyas dimensiones son de 75 metros de ancho por 250 metros de largo; hasta hace algunos años, fue denominado “llano de Guadalupe” (era una explanada totalmente cubierta de pasto) debido a que en el lado norte se encuentra la basílica de Guadalupe. Actualmente es utilizado por personas que acuden a realizar acondicionamiento físico como trotar o correr, por eventos culturales ocasionales, y por un tianguis, tema que se desarrollará en este ensayo. Dicho tianguis se establece todos los viernes, sin excepción, y genera graves problemas como son vehicular, ecológico, estético y social ya que personas que viven próximas al parque se ven muy afectadas por los congestionamientos viales, pero por otra parte, existe una gran cantidad de población, que esta de acuerdo con el establecimiento de este tianguis, ya que para ellos acudir al tianguis es un momento de distracción, abasto, convivencia social y familiar. Para conocer más de la historia del tianguis del “llano”, es mencionar que hace un par de años este tianguis, se instalaba en un parque cercano, llamado jardín Conzatti, pero por remodelación del parque, el mercado móvil fue reubicado donde lo encontramos actualmente.

En tanto es importante enfatizar la función original del tianguis la cual es acercar los productos mercantiles a la población y así de esta manera el comprador pueda conocer los artículos ofrecidos y poder comercializar con ellos. De tal manera que estos tipos de tianguis tienen gran demanda a nivel regional y nacional, a pesar de que se presumía la desaparición de ellos, con la llegada de las tiendas trasnacionales; su proliferación sigue en aumento, debido a la actividad que se ha venido desarrollando desde tiempo atrás, a tal grado, que se ha vuelto una esencia cultural, y sobre todo, que impulsa tareas sociales muy importantes como son: promover la economía de la zona o región (con la adquisición de productos locales), el capital generado se queda entre la población local y no llega a manos de terceros internacionales, (como si pasa en los centros comerciales), se impulsa el consumo de productos orgánicos como verduras y legumbres (Contreras, R. 2007, pp.9). Cabe mencionar que un tianguista, no nace de la noche a la mañana, una persona decide iniciarse en el sector mercantil itinerante por varias razones: escasez de trabajo formal mal remunerado, o comerciantes con negocio establecido que necesitan salir a las calles a ofertar sus productos, y en ocasiones por tradición familiar. (Contreras, R. 2007, pp.62). Actualmente, los gobiernos le han asignado un nombre a este tipo de comercialización itinerante o mejor conocidos como tianguis, denominados comercio informal o comercio ilegal, que en cierta medida, suena denigrante por la percepción cultural que se tiene de la informalidad o ilegalidad, este estigma es debido a que el comercio informal no se rige por las normativas y leyes relativas a las transacciones de bienes y/o servicios en la sociedad (Márquez, V. 2001), en consecuencia, esto es lo que proporciona la "formalidad" al comercio, en otras palabras, el gobierno no tiene control sobre la población dedicada a esta

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (14.1 Kb)  
Leer 8 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com