Educación intercultural: Caminando hacia la solución de conflictos

Educación intercultural: Caminando hacia la solución de conflictos

Penélope Barrozo Alarcón

Pedagogía en Inglés, UCBC

Filosofía del Lenguaje II

El tema de la diversidad cultural en la actualidad es un concepto común y conocido a nivel mundial, y es estudiado desde diferentes disciplinas para poder enfrentar sus desafíos y problemáticas, pero también sus oportunidades y beneficios. Esta realidad de coexistir en un mismo espacio con diferentes culturas, ya sea provenientes del mismo lugar (etnias indígenas) o producto de la migración (extranjeros), se está convirtiendo en un fenómeno cada vez más común, más extenso a través del mundo y de mayor concentración en cada lugar en el que se da. No obstante, a través de la historia, desde siempre hemos tenido estas confrontaciones entre culturas, pero más basadas en el abuso de poder, al conquistar territorios e imponer unilateralmente la cultura del invasor. Muchas de estas imposiciones han permanecido hasta nuestros tiempos, tal como es el caso de América, que hoy en día luego de haber sido poblada por millares de pueblos indígenas ricos en cultura, fue absorbida por la cultura imperial Europea; y a partir de esta, querámoslo o no, obtenemos nosotros nuestra cultura mixta, con una identidad propia en signo de interrogación que hay que luchar por descubrir y mantener, pero que se va perdiendo por la falta de interés y lo fácil y cómodo que resulta seguir la influencia eurocentrista, debido a que ésta es la que domina el sistema en el que vivimos hoy. De todas formas, el trabajar por mantener nuestra identidad y el de todas las culturas no es un desafío imposible si se trata a través de la interculturalidad.

En el caso de Chile, si bien la situación de migración no es tan elevada comparada con países europeos o EE.UU. que llevan tiempo teniendo ciudades como centros cosmopolitas, es un caso creciente de diversidad cultural, además de la que ya tenemos como país con nuestros pueblos indígenas que lamentablemente han sido segregados y no se les da el reconocimiento que tienen como los verdaderos merecedores de los recursos naturales de las tierras que habitaban, ni tampoco el valor a la riqueza de sus culturas. Aun así, con sus descendientes llegan a un porcentaje considerable de la población de Chile con alrededor de un 10% según el censo del 2012, porcentaje que moral y éticamente exige su reconocimiento, respeto de sus culturas e inclusión de manera igualitaria a la sociedad. En el caso de los inmigrantes en Chile, representan un 2,8% de la población, número que viene en un rápido crecimiento al duplicarse más del 50% en esta última década.

El inminente crecimiento de la multiculturalidad- principalmente por la migración- , genera para el país y grupos sociales ciertos conflictos étnicos, sociales y éticos, pero a la vez también, si es abarcado de la manera correcta, introduce muchos beneficios a nivel cultural y de desarrollo; ambos lados con un potencial que afecta directamente la forma de educar.

Se hace entonces necesaria una educación que ayude a lidiar con los conflictos causados por la multiculturalidad y a obtener todos los aportes positivos que pueden resultar de la diversidad cultural: Una educación intercultural. Una forma de entender y practicar la educación, con un enfoque de carácter inclusivo, donde la diversidad es un ingrediente positivo, considerándose un valor que nos enriquece unos a otros. Una educación igualitaria, donde ninguna cultura está por sobre otra, promoviendo relaciones positivas  y una sinergia entre los distintos grupos culturales, confrontando la discriminación, el racismo y la segregación.

Si queremos llevar esto acabo, tenemos que tener en cuenta los conflictos que existen producto del mal enfoque o la falta de aplicación de la interculturalidad frente a los problemas que se pueden desprender de la multiculturalidad en un país como Chile. En este contexto, me quiero referir en especial a la pedagogía en segundas lenguas o lenguas extranjeras. Aquí uno de los principales dilemas con el que nos podemos enfrentar es la imposición del estado de una lengua extranjera en específico, que es la del inglés. Es cierto que éste es el idioma internacional de comunicación y que a pesar de ser impuesto por el imperio occidental, nos abre las puertas al mundo profesional global; sin embargo, esto no justifica su imposición en una nación donde la lengua materna es otra. Suficiente ya fue el imponer el español, hoy nuestra propia lengua materna, a las lenguas de los pueblos originarios indígenas, la cual se están perdiendo irremediablemente por que los gobiernos chilenos no les han dado la importancia a su riqueza cultural. No les ha interesado promoverlas, como tendría que ser su deber, debido a que no representan un valor económico como el inglés. Junto con esta lamentable situación, la enseñanza de otros idiomas como el alemán, francés, portugués etc., también han quedado de lado en el plan estudiantil de enseñanza básica y media para darle más importancia al inglés, hecho que disminuye aún más el espectro de cultura del lenguaje con que se puede trabajar. La puesta del gobierno de un plan educativo en pos de sus intereses económicos es una aberración que afecta directamente la posibilidad de los alumnos de enriquecer sus conocimientos de otras culturas e incluso las de sus propios pueblos originarios a través del lenguaje, y suprime el derecho de elegir la segunda y/o tercera lengua a estudiar que sea de interés de cada estudiante. Esta negación dificulta el objetivo de la educación intercultural e incluso la enseñanza provechosa del inglés, ya que no a todos los alumnos les interesa de la misma manera y carecen de estímulo para aprender al ser una lengua impuesta.

De la mano de lo anterior, está también el problema de la falta de identidad cultural, la que al ser Chile un pueblo mestizo, con nulo apoyo del gobierno por conservar los conocimientos de sus culturas originarias y viviendo bajo la influencia de la cultura europea, pero con diferencias culturales naturales dadas por nuestra ubicación geográfica y hasta me atrevería a decir nuestra disposición genética marcada por el más variado mestizaje; hacen que sea un absoluto misterio, algo casi inexistente que se convierte en un mito y que a nadie le interesa descifrar porque así es más fácil lidiar con los constantes bombardeos de otras culturas debido a la globalización, sin provocar un conflicto de identidad. Sólo se crea una identidad falsa, de cartón vestida con la camiseta de Chile cuando se juega un partido de futbol, pero nadie sabe en realidad de donde viene y de qué está hecha esa supuesta identidad. Sin identidad cultural propia, se complica la labor de los educadores de enseñar a través de la interculturalidad. ¿Cómo integrar a las minorías y sus culturas si no existe una identidad cultural propia para formular un plan de interacción? Esta es una de las principales razones por las cuales la educación cultural falla en sus intentos y por qué se hace tan difícil una integración de las otras culturas con la nuestra: No existe conocimiento general de ella.

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