El Capitalismo, Billy Elliot Unos Estudios Culturales

BILLY ELLIOT Y LOS ESTUDIOS CULTURALES.

Por

Paola Andrea Palacios Molina

Resumen

El presente texto, es producto de la reflexión sobre el capitalismo, la influencia de los medios masivos de comunicación en la sociedad y el consumismo. Con el fin de contextualizar al lector, se hace un breve recorrido por el paisaje desolador que es hoy la sociedad, a través de las diferentes corrientes del pensamiento occidental y sus aportes a la comunicación, haciendo un alto en el camino para determinar las posibles causas, las características y las consecuencias que traen estos modelos económicos y finalmente se presenta una posibilidad para apaciguar y transformar el problema a través de los medios de comunicación y la educación puesto que, para lograr cambios es necesario que cada individuo se eduque en valores.

Abstract

Palabras claves:

Comunicación, capitalismo, consumismo, raciocinio, poder, transformación, educación,valores, reflexión, emancipación, acción, resistencia, liberación

Key Words:

“A mi hijo Billy. Querido Billy, ahora te pareceré un recuerdo lejano, lo cual creo que es buena señal. Habrá pasado mucho tiempo, y yo no te he visto crecer, ni llorar, ni reír, ni gritar. Y no habré podido regañarte, pero por favor, debes saber que he estado a tu lado, contigo en todo momento, y que siempre lo estaré. Estoy orgullosa de haberte conocido, orgullosa de que hayas sido mío, no dejes de ser tú mismo, siempre te querré…Mamá” (Daldry, 2000)

Comencemos por evocar las palabras “No dejes de ser tú mismo” el legado que le dejó la madre fallecida a Billy, un niño que vivía inmerso en el piélago incomprensible del machismo dominante, en un pueblo minero llamado Durham, en la época de los ochentas; un lugar que afrontaba huelgas, como si fueran el pan caliente de cada día. Siendo hijo y hermano de mineros, que en ese momento protestaban enardecidos, en la búsqueda de una vida digna y de que sus derechos fueran respetados, las palabras de su madre eran difíciles de comprender y de poner en práctica. Era un pueblo donde la tradición dictaba con vehemencia, que los hijos de estos hombres fueran boxeadores, (considerada una actividad viril); imponía el cumplimiento del rol que se había determinado por generaciones, se enseñaba a ser hombre o mujer y se determinaban comportamientos específicos, actitudes, valores para cada género, se labraba un abismo interminable para separarlos y retenerlos en los extremos opuestos, por si fuera poco, se establecían estereotipos, lo que constituía al final de cuentas, la cultura popular del pueblo, entendida como las manifestaciones que reflejan el carácter secular de la población. (Teran, 2014)

El “ser uno mismo” no era un ideal que pudiera hacerse realidad sin esfuerzo, no obstante, el contexto en que vivía Billy, esa cotidianidad encharcada de prejuicios, imaginarios y comportamientos machistas, terminó por acercarlo al baile y determinó su verdadero rol en la sociedad, configurando su identidad, creando una lucha interna de magnitudes exponenciales entre su herencia ideológica y los nuevos valores libertarios que “danzaban en el aire”. Al tomar clases de boxeo por obligación gracias al hecho de haber sido parido en la cultura popular minera, en un espacio compartido con niñas que en cumplimiento de su rol, aprendían a bailar ballet, poco a poco su instinto lo fue “obligando” a permanecer al lado de las niñas, a calzar unas zapatillas de baile, a dejar que esa “electricidad” invadiera su cuerpo y lo azuzara briosamente a moverlo en consonancia al ritmo de las notas musicales y de la voz armónica de su maestra, a bailar, bailar y bailar…una actividad que indudablemente se contraponía al boxeo, puesto que era considerada exclusiva para las niñas y los “desviados sexuales”.

Como dijo Carlyle “El pensamiento demasiado claro, anula cualquier forma de actividad espontánea y limita la expresión de las órdenes ciegas e instintivas de la vida”, de la misma manera, la maestra de ballet quien juega un papel trascendental en la vida de Billy, una mujer no tradicionalista, que a través de la educación buscaba un cambio, una transformación, una liberación le enseña con evidente severidad y afecto el arte del baile al mismo tiempo que lo alecciona para tomar decisiones de importancia, le ayuda a desarrollar una conciencia crítica ante los estereotipos y los hábitos como miembro de la contrahegemonía, a desmitificar su realidad, tanto física como social, (kaplún, 2002) a utilizar su capacidad de raciocinio, a cultivar la seguridad en sí mismo y a despojarse de la rabia y los prejuicios que bloqueaban su enorme potencial, le ayuda a descubrir las alas enormes del razonamiento para seguir

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