El Caso De Perfume De Violetas

El caso de Perfume de violetas

La película perfume de violetas se desarrolla en una sociedad dividida en clases, el escenario que se presenta es el de la clase media-baja y baja donde abunda la inseguridad.

En el caso de la familia de Jessica, se muestra que es de clase baja ya que se ve que su casa está ubicada en un barrio marginado, donde habitaban una familia compuesta de seis personas, la madre dos pequeños, Jesica, el padrastro y el hijo del padrastro (Jorge), la madre de Jesica aporta dinero al hogar lavando ajeno, es una mujer sumisa, por su parte el padrastro es checador de una ruta de microbuses, es un hombre autoritario que no quiere a su hijastra y privilegia a su hijo Jorge, quien es un adolecente que trabaja en la misma línea que su padre como ayudante en un microbús.

Mientras que Myriam vive en un departamento de clase media y únicamente vive con su madre quien es empleada de una zapatería y se esfuerza por el bienestar de su hija, tanto en lo material como en lo afectivo, como trabaja todo el día, no le puede dedicar el tiempo necesario y su hija (Myriam), como hija única y sin padre se la pasa en soledad aislada en su casa.

La madre de Myriam aparentemente recatada y con valores tiene una vida sexual activa fuera de casa pero con rasgos de acoso laboral.

La casa de Myriam está situada en una vecindad la cual resulto ser el perfecto refugio de estas dos adolescentes ya que sin adultos que las reprendan son libres de hacer lo que quieran sin que nadie las moleste.

Estas adolecentes se conocen después de que a Jesica la expulsan de una escuela por violentar físicamente a una maestra y por tal motivo la inscriben a medio ciclo escolar en la escuela donde conoce a Myriam dándose una amistad muy profunda desde el mismo momento de socializar entre ellas.

Jesica es una joven que padece de trastornos emocionales donde se manifiesta la Enuresis (orina involuntaria por problemas emocionales en el entorno familiar y social) pues, su entorno familiar la enseño a hacerse valer por medio de la violencia de tal manera que mantiene una personalidad desafiante en forma verbal y física.

En su primer día de clase la maestra le hace algunas preguntas de presentación y es ahí donde Jesica comienza a demostrar su personalidad ya que con somero orgullo menciona el acto de violencia que cometió en la escuela anterior. La madre de Jesica una mujer sumisa ante su pareja pero dura con Jesica a quien obliga con insultos a atender a su padrastro y a su hijastro por el cual tiene preferencia.

Por el contrario Myriam es hija de una empleada de zapatería la cual es madre soltera y además es la proveedora de su hogar no imponiendo a su hija una figura paterna. Myriam es una joven dedicada y estudiosa y quien por ser hija única ofrece una personalidad con rasgos infantiles e introvertidos contrario a Jesica que es más extrovertida quien además ya conoce su sexualidad.

Myriam comienza a distorsionar su personalidad cuando comienza a interactuar con Jesica en el departamento donde vive Myriam, se bañan juntas sin timidez de su propia desnudes, Myriam se pinta la cara, escuchan música ruidosa, Jesica fuma cigarrillos, sintiéndose solas en su propio universo donde no existe nadie quien les diga nada.

Esta amistad aparentemente armoniosa se ve afectada al momento que el hermanastro de Jesica le provoca a esta los más graves problemas ya que su ambición lo llevo a vender la virginidad de su propia hermanastra al chofer del microbús donde trabaja sin importarle la integridad de la joven, de esta manera Jesica pasa a ser objeto de explotación sexual que es la más atroz violencia ejercida hacia una joven.

Aquí es donde comienza Jesica a decaer moralmente y quebrantarse emocional y psicológicamente, pues después que ha sido violada los mismos compañeros le hacen bullyng burlándose de ella porque la ven manchada en apariencia de menstruación cuando realmente es una lesión provocada por la violación de

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