El Centro de Educación Inicial “Arnoldo Gabaldón”

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA.

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA.

UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA.

FUNDACIÓN MISIÓN SUCRE.

ALDEA BOLIVARIANA “JUAN VICENTE BOLÍVAR”.

PROGRAMA NACIONAL DE FORMACIÓN DE EDUCADORES.

SANTA BÁRBARA-ESTADO MONAGAS.

ESTRATEGIAS PARA INSERTAR LA EDUCACIÓN AMBIENTAL EN EL NIVEL PREESCOLAR EN LOS NIÑOS Y NIÑAS DEL CENTRO DE EDUCACIÓN INICIAL “ARNOLDO GABALDÓN” DEL

MUNICIPIO SANTA BÁRBARA, ESTADO

MONAGAS. DURANTE EL AÑO

ESCOLAR 2011–2012.

AUTOR: VERACIERTA, YANETH

C.I. 13.249.208

TUTOR: PROFA. (Msc.) MILADYS, BULOZ.

SANTA BÁRBARA, MAYO DEL 2012.

I MOMENTO.

DIAGNÓSTICO DE LA SITUACIÓN SOCIOPEDAGÓGICA.

En Venezuela se comparte una crisis ecológica y social, consecuencia del proceso de industrialización que es la base de desarrollo económico, se rompe con la armonía entre los ecosistemas naturales y las formaciones sociales debido a que la explotación intensiva de los recursos ha generado efectos degradantes e irreversibles en los mismos. La solución más efectiva ante esta problemática, la ofrece la educación ambiental, herramienta que permitirá utilizar el ambiente como recurso de aprendizaje.

Al respecto González, (1998), señala:

Los problemas ambientales de Venezuela provienen de fuentes diversas, la industrialización tiene una porción de responsabilidad con la agricultura, el desarrollo urbano y las actividades de varias organizaciones y personas. En la actualidad se hacen esfuerzos importantes para desarrollar opciones de solución, siendo la industria petrolera una de las que mayor atención ha concebido a programas concretos de investigación, y prevención, corrección, divulgación, generación de normativas y gerencia ambiental (pp. 19-20).

De acuerdo a lo anteriormente expuesto, la calidad de vida del venezolano se mantiene en un constante y permanente deterioro, la calidad y dependencia del petróleo se hace sentir con mayor fuerza; nuevas entidades federales, cobija en su subsuelo grandes yacimientos petroleros, presagiando para entonces un gran desarrollo social y económico de su especie geográfica.

El manejo inadecuado de los recursos indica que se requieren cambios transcendentales en la manera como el hombre ha venido utilizando los recursos materiales, si se continua con los mismos, pronto no habrá lugar para todos. Es a partir de la Educación Inicial, por ser esta la primera etapa del Sistema Educativo Nacional, donde se debe iniciar al niño y la niña en la Educación Ambiental, con la finalidad de desarrollar actitudes y un sentido interés que los motive a participar en la protección y conservación del ambiente, considerando que, es labor de los Centros de Educación Inicial conjuntamente con la comunidad, preservar los espacios donde se deben desarrollar estos valores.

Reflexionando sobre esta situación, se podría decir que, si desde niños aprendemos como funciona un ecosistema, que lo nutre y que lo daña, probablemente llegue bien temprano a la conciencia que la naturaleza es de todos, la necesitamos intacta y no debemos destruirla y contaminarla porque estaríamos comprometiendo el bienestar de la humanidad.

Desde el hogar deberíamos formar a los niños y niñas para que participen activamente en el fortalecimiento de una nueva cultura ambiental, que comprenda la complejidad de las relaciones entre la naturaleza y sociedad. Existen numerosas organizaciones que luchen constantemente para proteger el ambiente, pero eso no ha llegado a una reglamentación jurídica de envergadura que cuestione y castigue cualquier infracción que vaya ligada a la degradación ambiental.

En tal sentido; Bravo, (1993), sostiene:

El hogar bien constituido es un verdadero centro educativo, puede ser capaz de lograr los mejores objetivos, debe reunir ciertas condiciones que le permitan en todo momento proponer el desarrollo individual y social de la personalidad integral de los niños y las niñas que se encuentran bajo su responsabilidad (p.20).

Es por ello, que la educación representa el pilar fundamental en el proceso de concienciación, dirigida a la defensa, conservación y aprovechamiento racional de los recursos naturales renovables y no renovables. Durante mucho tiempo los programas diseñados para niños y niñas en edad preescolar omitían o restaban importancia del valor pedagógico que tiene para los pequeños la aproximación al conocimiento del mundo natural y social, pues se creía que no estaban cognitivamente preparados para ello, o bien se daba prioridad a otros campos del currículum como el desarrollo del lenguaje o la socialización.

Sin embargo, hoy se reconoce que los niños y las niñas en edad preescolar están ansiosos por aprender acerca de todo lo que acontece en su entorno y que el mundo natural y social representa ámbitos de conocimientos fundamentales para los aprendizajes posteriores. Se parte del convencimiento de que cuando los niños y niñas ingresan por primera vez al preescolar llegan con una gran cantidad de experiencias que han obtenido a partir de su interacción cotidiana con los objetos físicos, seres vivos, fenómenos naturales y acontecimientos sociales, de esta forma van comprendiendo progresivamente el mundo en el cual están insertos.

Estos aprendizajes de los niños y niñas son el punto de partida del trabajo en el preescolar donde el docente deberá ofrecerles nuevas oportunidades para que amplíen sus conocimientos respecto al entorno natural. Con respecto a esto, Bunge, M., (1968), manifiesta: “La ciencia, como creación del hombre, pertenece a la vida social, constituyendo simultáneamente por sí mismo y una actividad productora de ideas” (p.8).

Considerando sobre

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