El Hijo Tirano

Actividades

Lectura: el hijo tirano

Urra, J. (2010). Hijos tiranos. Famiped, 3(3).

Disponible en el aula virtual en virtud del artículo 32.4 de la Ley de Propiedad Intelectual

Descripción

La lectura que se presenta es un artículo de la Revista electrónica de información para padres de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria escrito por Javier Urra, primer Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid. En él se aborda la figura del hijo emperador o tirano.

Debes leer con atención el texto y responder a las siguientes cuestiones:

• Haz un breve resumen del artículo, destacando los aspectos más importantes del mismo.
• Define qué se entiende por hijo tirano o emperador y señala las principales causas del mismo. Añade otros posibles factores que no aparezcan mencionados en el texto.
• Aporta estudios que sustenten el incremento de la violencia de hijos a padres en los últimos años.
• ¿Qué papel juegan las nuevas tecnologías en este tema?

Objetivos

Con esta actividad reflexionarás sobre determinados estilos educativos que explican comportamientos problemáticos en niños o adolescentes.

Profundizarás en el concepto de autoridad y en la transmisión de valores.

Como afirma Jové (2011), el debate en familias, escuela y sociedad sobre si se debe o no educar con más o menos límites parece ser eterno.  La aportación de Javier Urra al debate es que “la dureza emocional crece, la tiranía se aprende, si no se le pone límites” (p.1).  En este sentido, el artículo es una respuesta enérgica contraria a los estilos educativos parentales de tipo permisivo, que conllevan la aparición de lo que él denomina Hijos Tiranos y que conllevan tensiones en la vida familiar durante la crianza.

Para Urra, un Hijo Tirano es el dominador de la casa, son “niños caprichosos, consentidos, sin normas, sin límites, que imponen sus deseos ante unos padres que no saben decir que no” (p.1), manifestando “un gran desapego hacia sus progenitores” (p.1). Desde su experiencia como psicólogo de la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia y de los Juzgados de Menores de Madrid (Portalatín 2015), advierte que la mayoría de los casos se gestan desde la infancia temprana.

Hacen rabiar a sus padres, molestan a quien tienen a su alrededor, quieren ser constantemente el centro de atención, que se les oiga solo a ellos, son desobedientes, desafiantes. No toleran los fracasos, no aceptan la frustración. Echan la culpa a los demás de las consecuencias de sus actos. (p. 1)

Javier Urra nos advierte que esta tendencia educativa no es una tendencia aislada y puntual debida a desajustes familiares y/o la desaparición de la figura del padre varón, ya sea de modo físico o afectivo. Tiene sus raíces en un problema estructural, sistémico, de desprestigio de la autoridad parental en el s.XXI:

Las causas de la tiranía residen en una sociedad permisiva que educa a los niños en sus derechos pero no en sus deberes, donde ha calado de forma equívoca el lema “no poner límites” y “dejar hacer”, impidiendo una correcta maduración. Todo ello en ocasiones sobre una falta de valores básicos.  (p.2)

La permisividad puede venir motivada por varios factores (Jové 2011). Por ejemplo, padres que buscan la tranquilidad y la evitación del conflicto, padres que no quieren repetir los roles que les fueron aplicados a ellos mismos y coartar las libertades a sus hijos, o intentos de compensar la pérdida de un padre o madre ausente sea por la causa que sea. Uno de los efectos negativos de la permisividad negligente es la manifestación paulatina de conductas violentas, que normalmente tienen su clímax entre los 12 y los 18 años. Dos tercios son varones y las agresiones son principalmente hacia la madre. Puede degenerar en casos de bajo rendimiento o absentismo escolar, violencia familiar y/o social, fugas del domicilio o conductas auto abusivas en amistades, sexo y consumo de drogas. Urra, distingue 3 perfiles generales de hijos agresores:

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