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El Joven Del Siglo Xxi


Enviado por   •  19 de Marzo de 2014  •  1.653 Palabras (7 Páginas)  •  389 Visitas

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¿Como debe ser el joven de nuestro siglo?

Las conductas adolescentes en la influencia del contexto familiar

Anónimo

La toma de autonomía adolescente puede llevar consigo la ruptura familiar, pero también es posible alcanzar la autonomía sin que se produzca el conflicto familiar. La autonomía de un adolescente y las relaciones estrechas con sus padres no son excluyentes, frente al conflicto familiar existe aun buenas relaciones actuales entre los adolescentes y sus padres donde hay un equilibrio entre control y autonomía, donde muestra su eficacia en el desarrollo óptimo del adolescente y en la menor probabilidad de comportamientos problemáticos. El contexto familiar puede actuar como factor de riesgo o de protección ante las conductas problemáticas de los adolescentes y que cobran una gran importancia en la formación de ellas.

la autonomía adolescente, en condiciones normales los niños y las niñas pasan por un largo periodo de buenas relaciones con sus padres, pero en la adolescencia esta relación entra en crisis debido a la autonomía frente a las figuras materna y paterna, esta crisis puede ser conflictiva o pacífica, pero que siempre implica un cambio profundo en el sistema de relaciones entre padres e hijos. Los conflictos son escasos si los padres ayudan a sus hijos a conseguir la independencia, mientras que se incrementa cuando los padres intentan mantener un control absoluto sobre estos.

La conquista de la autonomía adolescente y el cambio de relaciones familiares vienen condicionados por el paso del “pensamiento operacional concreto al operacional formal” (Coleman 1968) desde pensamientos sobre realidades concretas, como la familia, aun pensamiento formal donde da paso a lo posible, de forma que no solo perciben a su familia tal y como es, si no también como podría ser. Esto da lugar a la actitud crítica del adolescente y a un punto de vista más realista hacia los padres. “Si los padres que son la principal autoridad en este caso amorosa, no ayudan a sus hijos a crecer y prepararse, toda la carga recaerá sobre las instituciones, las cuales no impondrían la realidad con afecto si no con la fuerza” (Sabater).

Los padres podrían ser de otra forma o existe otras posibles relaciones con los adolescentes. La nueva percepción de los padres unida a la autonomía emergente de los adolescentes, estimula a los adolescentes a desafiar las opciones y decisiones que toman los padres, que antes estos problemas se acababan sin discusión alguna, los adolescentes no hacen esto porque no quieran y respeten a sus padres, ni por qué se hayan vuelto rebeldes, sino porque es natural y saludable para los adolescentes afirmarse a sí mismos como individuos que no desean ser tratados como niños.

El pensamiento del adolescente, también puede desembocar en una especie de egocentrismo que impulsa al joven a someter toda realidad, también familiar, y sus propias reflexiones y identificar, a sus propias reflexiones y a identificar sus propios pensamientos y preocupaciones con la sociedad, en el sentido de pensar que lo que a él le preocupa es lo que le preocupa o debería preocuparle a los demás y lo que él piensa es lo que piensan o deberían pensar todos. De ahí amostrase rebelde contra todo intento de planteamiento de sus padres o de los adultos con los que no coincide, esto se produce por un posible distanciamiento del joven y un debilitamiento del vínculo con sus padres, aumento de los conflictos familiares, y de una mayor implicación de los adolescentes en la toma de decisiones. Este proceso también es social, pues permite al adolescente ampliar sus relaciones sociales: conoce a otros padres y estilos parentales de comportamiento, tiene otras referencias que lo hacen más crítico y menos idealista respecto a su familia, lo hace reflexionar acerca de lo que tiene, el cariño paternal lo que nunca nadie le podrá dar. De esta manera los adolescentes adquieren una visión más madura y realista de sus padres, no necesariamente conflictiva, pero que puede serlo en función de cómo se armonice su deseo de autonomía con la realidad de su dependencia de los padres.

Es posible alcanzar la autonomía sin que se produzca la ruptura con la familia y destacar la importancia de la independencia y la conexión entre padres y adolescentes.

Ser un individuo autónomo y mantener una relación amena con los padres es posible y no excluyente; más bien, “La autonomía y la independencia son dos rasgos complementarios del crecimiento normal en la familia durante la adolescencia, aun que tenga diversas contradicciones” (Coleman). El apego de los adolescentes con sus padres es positivo para ellos, sobre todo si se ha desarrollado un apego seguro. Esto facilita el bienestar y el ajuste social del adolescente además de ser un factor protector de los comportamientos problemáticos. Por el contrario un apego evitativo favorece el distanciamiento mutuo padres-adolescente lo que reduce la influencia de los padres sobre los hijos y no poder controlarlos o el descuido asía ellos hace que los jóvenes tomen decisiones erróneas y que no tengan una figura de autoridad que los pueda controlar y que los pueda encaminar hacia el camino

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