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El Manifiesto Comunista (ensayo)


Enviado por   •  10 de Agosto de 2014  •  3.606 Palabras (15 Páginas)  •  797 Visitas

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Introducción.

La historia de la humanidad ha estado regida por los modos de producción que se han sucedido uno a otro, cuando las relaciones de producción ya no pueden soportar el ritmo de las fuerzas productivas. Es la base económica, lo que ha determinado las relaciones sociales en cada uno de estos modos de producción. La lucha de clases, jugó a los largo de la historia un papel primordial en estos cambios, el paso del régimen feudal al capitalista, estuvo marcado por una aguda lucha de clases entre la vieja sociedad de castas y las clase ascendente (la burguesía).

Pero la humanidad, no conocía las leyes objetivas de este proceso. antes de Marx, los historiadores pensaban que los cambios sociales eran producto de las ideas de los grandes hombres, “la historia la hacen los grandes hombres, sus ideas y sus acciones” este argumento, peca de unilateralidad, debido a que no toma en cuenta las condiciones objetivas que llevaron a las masas a apoyar en su momento a los grandes pensadores, solo basta con preguntarse, ¿si el pueblo francés del finales del siglo XVII, viviera en condiciones óptimas, hubiera apoyado los intereses de clase de la burguesía? Evidentemente no.

Con la llegada del Manifiesto Comunista y otros escritos de marx y Engels, la comprensión de la historia comenzó a tener una explicación objetiva y científica; de acuerdo a las realidades sociales donde se desarrollaba la humanidad en contextos dados. El Manifiesto del Partido Comunista, es la explicación más clara y breve de la cualidad de la clase burguesa, desde su origen revolucionario, hasta su decadencia reaccionaria. Marx y Engels, no solo ponen al descubierto la aparición y desarrollo del capitalismo, sino que resaltan las fallas que lo llevarán a la tumba.

El origen de la burguesía.

El desarrollo de las fuerzas productivas durante el régimen feudal fué poco acelerado durante 800 años aproximadamente, pero ente los siglos XVI y XVII, la población crecía gracias a la llegada de los europeos a América, el descubrimiento de alimentos como la papa y el maíz, imprimían un crecimiento demográfico inpensable en otras épocas de la edad media. Esto, dió origen a un exedente de fuerza de trabajo en el campo, las condiciones de los siervos empeoraban a medida que el excedente de campesinos iba en aumento; decenas de siervos de la gleba huían a las ciudades, allí se convirtieron en artesanos y pequeños comerciantes, las clases altas y la aristocracia los despreciaba y eran llamados especuladores y ladrones.

A medida que aumentaba esta población, los mas fuertes absorvían a los más débiles, dando origen con esto a los gremios y posteriormente a las idustrias fabriles. El comercio aumentaba en las grandes ciudades, pero la clase burguesa estaba poco preparada para asumir el poder. Las contradicciones entre la clase burguesa y el sistema feudal, comenzaron cuando crecía el comercio y los productos eran trasladados a lugares lejanos donde imperaban las normas de los señores feudales, quienes hasta monedas propias tenían, esto naturalmente se convirtió en una traba para el mercado. Las relaciones de producción feudales se perfilaban como una traba para las fuerzas productivas que se desarrollaban en su seno, el feudalismo, creo a sus sepultureros.

La aparición de la manufactura imprimió aun más dinamismo a estas contradicciones. Pero el salto que precipitó a la imposibilidad de coexistir a ambas clases lo produjo la revolución industrial. En ese estadío, la burguesía era dueña absoluta del comercio, el cual, produjo necesidades de productos cada vez más complejos y exóticos, los feudales no podían competir con semejante manejo de mercancías y coomenzaron a desaparacer o a fundirse con los burgueses. La monarquía, en un momento útil para la burguesía en su lucha contra los feudales, se había convertido en otros obstáculo, ahora la burguesía se planteaba tomar el poder del estado para ponerlo al servicio de sus negocios, y en efecto lo logró.

Las crecientes fuerzas productivas que llevaron al feudalismo a su desaparición, no se quedaron estáticas, sino que siguieron avanzando, y lo hacen hasta tal punto que los mismos autores del Manifiesto jamás hubieran imaginado. La propiedad privada de los medios de producción juega hoy el papel de los feudales durante la revolución industrial, es decir, de trabas al desarrollo de esas fuerzas en las que ha aparecido la figura del proletariado, que traducido al lenguaje histórico, no es más que el esclavo moderno. Es el proletariado, quién llevará a la tumba a la burguesía, el capitalismo “ha creado a sus sepultureros”.

Estas similitudes entre el final del feudalismo y el final próximo del capitalismo, son las que ponen de relieve la veracidad del Marxismo leninismo, pero analicemos lo que es el origen del proletariado.

El Proletariado y su papel en la historia.

“El mayor mérito de Marx y Engels reside en haber descubierto el papel histórico universal del proletariado como clase revolucionaria llamada a derrocar el capitalismo y conducir la sociedad al comunismo.”

Konstantinov.

En la Roma imperial, los proletarii eran los ciudadanos de la clase más baja, que no tenían propiedades y cuya única utilidad para el Estado era generar proles (hijos) para engrosar los ejércitos del imperio. El término se utilizó inicialmente en un sentido despectivo, hasta que Karl Marx lo utilizó en un sentido positivo para identificar lo que él llamó la clase obrera, diferenciando proletariado y lumpenproletariado y colocándole como un grupo antagónico a la clase burguesa.

El proletariado surgió en el seno de la sociedad feudal. El desarrollo del capitalismo está acompañado de la descomposición de la pequeña producción mercantil, del empobrecimiento de los campesinos y artesanos, que pasaron a engrosar las filas del proletariado. Su explotación aumenta con el desarrollo de las fuerzas productivas del capitalismo. Para Marx, la superación del modo de producción capitalista sería superado por la toma de conciencia por parte del proletariado de sus intereses objetivos. A través de este proceso, se lograría detener el proceso de dominación capitalista para llegar, a una verdadera historia de la humanidad.

Ahora bien, pasando a lo que es el papel histórico del proletariado podemos acotar que: El proletariado no es la clase más revolucionaria porque sea la más pobre y la más sufrida. El capitalismo condena a la miseria y al sufrimiento no sólo a los proletarios, sino también a millones de pequeños campesinos e indigentes de la ciudad, a muchos miles de "lumpen proletarios" (gentes al margen de toda clase, sumidas en los "bajos fondos"), etc.; estas capas y grupos de la población no son, sin embargo, los más revolucionarios. El carácter del proletariado, consecuentemente revolucionario, viene determinado por el lugar que ocupa dentro del sistema capitalista de producción. El proletariado es la fuerza básica en la producción de los bienes materiales, necesarios para la existencia de la sociedad.

El proletariado no lucha sólo contra el capitalismo, sino que tiene aliados que debe atraer a su lado. Por ser la única clase revolucionaria consecuente de la sociedad capitalista, está llamado a ganar la hegemonía, es decir, a ser el dirigente, el jefe del movimiento revolucionario de todas las masas trabajadoras y explotadas. Lenin, desarrollando la idea de Marx y Engels acerca do la misión histórica del proletariado, elaboró en fornía completa la tesis de la hegemonía del proletariado en el movimiento revolucionario, de su misión como dirigente revolucionario de todas las masas trabajadoras explotadas y oprimidas. Lenin vio en la conciencia de su hegemonía y en el cumplimiento de ésta una de las condiciones más importantes de su misión revolucionaria.

“El proletariado -dice Konstantinov- adopta la lucha en tres formas fundamentales: la económica, la política y la ideológica.” Estas tres formas no se deben aislar y enfocar por separado, pues se tornarán estériles. La única forma de llevar a cabo la misión histórica del proletariado es, uniendo todas las formas de luchas incluyendo la violenta o armada dependiendo de las condiciones para materializar la toma del poder y la instauración de la dictadura del proletariado, único vehículo que permite construir el socialismo y el comunismo.

Sobre la lucha de clases.

El manifiesto, nos ilustra la historia de la humanidad, como la historia de la lucha de clases, entre opresores y oprimidos, a excepción del modo de producción tribal o comunismo primitivo. De hecho, la división de la sociedad en clases aparece, por vez primera, a consecuencia de la desintegración de la comunidad primitiva. En la sociedad primitiva estaban poco desarrolladas las fuerzas productivas y la productividad del trabajo era baja; no existía la propiedad privada sobre los medios de producción ni tampoco la explotación del hombre por el hombre. Mientras la productividad del trabajo no alcanzara determinado nivel no era posible que hubiese trabajo adicional, ni que se diera la explotación del hombre por el hombre; tampoco podía existir la división de la sociedad en clases.

El período primitivo se desarrolló desde la evolución del mono al hombre hasta la aparición del modo de producción esclavista. En ese estadio, el hombre, como ser natural, o lo que Engels en su libro “el origen de la familia, la propiedad privada y estado”, llamaba etapa media de salvajismo, abandona los árboles y se internan en las praderas (única respuesta a que adoptarán la posición erguida).

Luego de ese proceso, el hombre se relacionó con otros hombres, para su seguridad, ya que, al no poseer fuertes garras ni mandíbulas poderosas, y menos aún, una velocidad muy alta, eran presa fácil de los depredadores y la vez los convertía en inutiles a la hora de cazar, esto explica la naturaleza del hombre como ser social. El hombre se desembolvió como carroñero, y hasta caníbal, hecho por el cual el cerebro se desarrollo en gran medida gracias a las proteinas de la carne que en un momento dado era cocinada con el descubrimiento del fuego.

Posteriormente, y luego del período donde el hombre era nómada, cazador y recolector, aparce lo que conocemos como agricultura y ganadería junto a los acentamientos. La economía se manejaba por medio de trueques y posteriormente mediaba la sal y la azucar y este modesto intercambio se resumia a los pequeños excedentes en la producción.

Lenin, en su libro “El estado y la revolución”, coloca esos primeros excedentes como el génesis del estado moderno, el cual es un ente que protege las propiedades para que no se las apropien otras personas. Esto naturalmente comienza a dividir a la sociedad en clase, por un lado los dueños de los exedentes y por otro los esclavos que eran capturados en las guerras tribales. A partir de ese momento, la historia no ha cambiado entre ambas clases sociales, que si bién han cambiado de nombres y de cualidades, no dejan de ser los opresores y los oprimidos de siempre.

Otro factor que influyo en la lucha de clases fué la división del trabajo, particularmente entre el trabajo manual e intelectual. Luego que la sociedad se dividió en clases, los explotadores se dedicaron a no dedicarse a nada. Las clases altas despreciaban el trabajo manual y se encargaban del intelectual, reservándose de esta forma el derecho al estudio, letras y artes, esta etapa se puede considerar como la génesis del idealismo filosófico que, ajeno al mundo material reducía todo a las ideas despreciando lo que para él era el impuro e indigno trabajo manual, desconociendo que es este la fuente de la evolución del hombre.

Con todas estas premisas, se ha desarrollado la historia de la humanidad, desde las guerras, revoluciones, cambios sociales, modos de producción. Es la lucha de clases “el motor de la historia”.

En resumen, La distinta posición que ocupen las clases dentro del modo de producción social, depende del distinto tipo de relaciones entre las clases y los medios de producción. La clase dominante monopoliza los medios de producción, es decir, posee todos los medios de producción o, por lo menos, los más importantes, en tanto que la clase oprimida se ve privada de ellos, encontrándose en una situación de dependencia económica. Esto permite también que las clases dominantes se apropien del trabajo de las clases oprimidas y las exploten. Dondequiera que una parte de la sociedad monopoliza los medios de producción, el trabajador tiene que dedicar, además de la parte de la jornada necesaria para su propio sostenimiento, otra parte de la jornada para mantener al propietario de los medios de producción.

Movidos por el temor a los pueblos oprimidos, por el temor a la revolución, los ideólogos burgueses niegan la existencia de la lucha de clases o repiten sus teorías vacías acerca del carácter nefasto de esta lucha para la sociedad. Afirman que la lucha de clases hace retroceder a la sociedad y amenaza llevarla a su desintegración. Pero la verdad es otra: la lucha revolucionaria de clases impulsa a la sociedad en un sentido ascendente, ya que constituye un medio para destruir todo lo caduco, todo lo podrido, es decir, el único medio para abolir el viejo régimen, que se opone al desarrollo ulterior de la sociedad.

La lucha de clases se expresa de forma más notoria cuando las clases dominantes no pueden seguir dominando y los oprimidos no soportan dicha explotación. Aquí actúa la ley dialéctica de la transformación de cantidad en calidad. Las condiciones económicas asfixian cada vez más a las clases explotadoras, esto se va acumulando, hasta que en determinado momento se produce el salto cualitativo, una revolución social que destruye el régimen existente. Así es como funciona la dinámica de la lucha de clases, sujeta a las leyes de la dialéctica y ha sido así desde mucho antes de Marx y Engels.

El Manifiesto y la propiedad privada.

“el comunismo no priva al hombre de la libertad de apropiarse del fruto de su trabajo, lo único de lo que lo priva es de esclavizar a otros hombres por medio de tales apropiaciones” Marx.

Cuando hablamos de los primeros excedentes y el génesis del estado, irremediablemente buscamos una explicación a los intereses que protege ese estado. Nace allí, la propiedad privada de los medios de producción, de esta manera podemos demostrar el caracter vacío de los argumentos de aquellos que afirman que “siempre han existido ricos y pobres” porque según ellos “es la naturaleza del hombre y la propiedad privada existe desde que existe el hombre”. Tales afirmaciones carecen de fundamento, la propiedad privada existe desde la aparición de los exedentes en la producción, desde que los dueños de los excedentes se apoyaron en grupos armados para defenderlos, ese es el verdadero origen de la propiedad privada y de la sociedad de clases, por ejemplo, dentro de los hombres nómadas no existían ricos ni pobres, nuestros indígenas no conocían las clases sociales.

Ahora bien, cuando desde los medios de comunicación se nos dice que los comunistas quieren abolir la propiedad privada y quitarnos nuestros bienes, las casas, carros, computadoras para dárcelos a los cubanos, chinos etc, no están hablando otra cosa que debilidades que son producto de una compacta ignorancia. Los comunistas, como dice Marx en el manifiesto, no pretendemos abolir esa propiedad, ya el capitalismo ha hecho lo suficiente para prohibirla a millones de personas excluidas por ese sistema.

La propiedad privada que pretendemos abolir, es aquella que se apropia de la producción humana, es aquella que aliena a los productores de sus productos. Es la que niega a los trabajadores utilizar el excedente en beneficio de la colectividad y se limita a llevarlas al bolsillo de privados. Esa propiedad es la que juega en el mercado con el estómago de los trabajadores y la que arrastra a nueve décimas partes de la humanidad a la pobreza. Esa propiedad, no solo la aboliremos, sino también erradicaremos todas las condiciones que la producen, entre ellas el estado y los burgueses.

Sin embargo, la burguesía se empeña en mezclar ambos tipos de propiedad para confundir a la clase obrera. A este respecto Marx dice lo siguiente en El Capital: “La economía política confunde dos tipos harto distintas de propiedad privada: la que se basa en el trabajo personal del productor y la que se funde en la explotación del trabajo ajeno. Olvida que la segunda no solo es la antítesis directa de la primera, sino que, además florece siempre sobre su tumba”. Debemos tener claro pues, que la ropiedad privada se divide en dos campos, la propiedad privada indiividual, intocable y que pertenece a quien la ha producido o adquirido, la otra, es la propiedad privada sobre los medios de producción, la cual es la base de la explotación y la culpable de la desdicha de la clase proletaria y de la sociedad en general.

Tipos de Socialismo.

Se pueden enumerar varias clases de socialismo: socialismo cristiano, socialismo crítico, socialismo democrático, socialismo verdadero, socialismo bolivariano etc... pero en realidad solo existen dos clases de socialismo, el socialismo utópico o anti-científico y el socialismo científico. Los demás socialismos son sectas del primero, del socialismo utópico, aunque cambien de forma, siempre tienen el mismo contenido.

Socialismo Anti-científico.

Es también conocido como socialismo utópico. Surgió como el ensueño de una sociedad justa e igualitaria, tuvo sus comienzos muchos años antes del socialismo científico, sus fundadores fueron Thomas More, Henri Saint-Simon, Charles Fourier, Robert Owen, Tomás Campanella, Jean Meslier. Quienes defendieron las ideas de proviedad social, igualdad, libertad, justicia, etc... los socialistas utópicos criticaban el régimen burgués, pero no lograron descubrir lo más importante: las leyes del funcionamiento y desarrollo de la sociedad capitalista, las contradicciones que conducen a su desaparición. Veían sólo sus manifestaciones.

“El socialismo utópico experimentó una evolución sustancial a medida que se iban las contradicciones dentro de la sociedad explotadora y la lucha de clase de los oprimidos contra los opresores. Las obras de los utopistas expresaban tanto el desarrollo real de la sociedad como sus tendencias y perspectivas, pues, como subrayaba Lenin, se adelantaban a este desarrollo.” (Afanasiev).

El desmérito de los socialistas utópicos se aprecia en su divorcio con el pueblo y con la clase obrera, el desprecio de las condiciones materiales de la vida social, como ya dijimos, también se le debe agregar su ignorancia respecto a las leyes de la sociedad, razón que los llevo a basarlo todo en las ideas de los grandes pensadores.

Otro tipo de socialismo anticientífico, lo podemos encontrar en distintos sistemas que se han autoproclamado como socialistas, pero al analizar sus dogmas nos damos cuenta que pecan de idealismo. Tenemos el caso de la escuela de Frankfurt de Marcuse, Ludovico Silva entre otros; también tenemos a los historicistas. Estas dos tendencias de socialismo alienan a Marx de Engels, es decir, separan el materialismo dialéctico del histórico, dándole peimordialidad al primero y desechando al segundo por considerarlo “positivista” y contrario al marxismo. Lo que estos socialismos no comprenden es que el desarrollo científico es escencial para renovar constantemente la teoría marxista y no convertirla en un dogma.

Socialismo Científico.

A mediados del siglo XIX, las ideas del socialismo adquirieron una base científica y comenzaron una vida nueva : la época de su madurez, de su difusión por todo el mundo. Fueron C. Marx y F. Engels, quienes convirtieron el socialismo, antes sueño y utopía, en una ciencia y aprovisionaron con ella al proletariado. La comprencion materialista de la historia y la ley de la plusvalía fueron los dos grandes descubrimientos que hicieron posible la aparicion del socialismo cientifico. Antes de Marx y Engels, el socialismo era concebido de forma mesiánica, es decir, como la intervención de una personalidad que con sus ideas hiciera cambiar las desdichas de los explotados.

Para el Socialismo Científico, los cambios hacia la sociedad Comunista se efectúan de acuerdo a las premisas económico-sociales, y pone como protagonista principal a las masas proletarias. Engels, manifiesta de forma magistral este aspecto:

De este modo el socialismo no aparecía ya como el descubrimiento casual de tal o cual intelecto de genio, sino como el producto necesario de la lucha entre dos clases formadas históricamente: el proletariado y la burguesía. Su misión ya no era elaborar un sistema lo más perfecto posible de sociedad, sino investigar el proceso histórico económico del que forzosamente tenían que brotar estas clases y su conflicto, descubriendo los medios para la solución de éste en la situación económica así creada. Pero el socialismo tradicional era incompatible con esta nueva concepción materialista de la historia, ni más ni menos que la concepción de la naturaleza del materialismo francés no podía avenirse con la dialéctica y las nuevas ciencias naturales. En efecto, el socialismo anterior criticaba el modo capitalista de producción existente y sus consecuencias, pero no acertaba a explicarlo, ni podía, por tanto, destruirlo ideológicamente, no se le alcanzaba más que repudiarlo, lisa y llanamente, como malo. Cuanto más violentamente clamaba contra la explotación de la clase obrera, inseparable de este modo de producción, menos estaba en condiciones de indicar claramente en qué consistía y cómo nacía esta explotación. Mas de lo que se trataba era, por una parte, exponer ese modo capitalista de producción en sus conexiones históricas y como necesario para una determinada época de la historia, demostrando con ello también la necesidad de su caída, y, por otra parte, poner al desnudo su carácter interno, oculto todavía. Este se puso de manifiesto con el descubrimiento de la plusvalía. Descubrimiento que vino a revelar que el régimen capitalista de producción y la explotación del obrero, que de él se deriva, tenían por forma fundamental la apropiación de trabajo no retribuido; que el capitalista, aun cuando compra la fuerza de trabajo de su obrero por todo su valor, por todo el valor que representa como mercancía en el mercado, saca siempre de ella más valor que lo que le paga y que esta plusvalía es, en última instancia, la suma de valor de donde proviene la masa cada vez mayor del capital acumulada en manos de las clases poseedoras. El proceso de la producción capitalista y el de la producción de capital quedaban explicados. (Del socialismo utópico al socialismo científico).

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