El Poder Y Su Realidad En Colombia

El tema en el cual me centraré y aunque en mi discurso poco extenso es un tema sobre el cual se han basado variados hechos sociales que afectan nuestra nación, los factores reales del poder en Colombia son los que radican en la historia plasmada pasada pero aun con hechos presente que degradan cada esquema de un equilibrio necesario, justo, equitativo para el pueblo en general como esencia de la vigencia del mismo. Siendo el propósito principal del presente ensayo el exponer mi humilde criterio frente a la condición real del ejercicio del poder en Colombia, basada en el artículo tercero de la Constitución Política de Colombia que establece “la soberanía reside exclusivamente en el pueblo, de la cual emana el poder público”.

Se dice de este modo que el gobierno ejerce la autoridad mediante el poder público, el cual esta conformado por las ramas legislativa, ejecutiva y judicial. En la rama ejecutiva están las instituciones que representan al Gobierno, en la rama legislativa tenemos el Senado y la Cámara de Representantes, que conforman el Congreso; y en la rama judicial se encuentran las instituciones encargadas de administrar justicia. Por el otro lado tenemos también los órganos que se dividen en órganos de control, organización electoral y otros.

Este poder le debe permitir al pueblo generar los cambios en todas las esferas de la sociedad con el propósito de ser gestores y protagonistas de su propio desarrollo, pero la concentración del poder en pocas manos, los procesos de apatía a participar, la corrupción, la violencia entre otras, han cedido la “soberanía” a una elite de la sociedad que ha perpetuado el sub-desarrollo de nuestro país, como a continuación lo expondré.

Desde la declaración de Independencia hasta hoy se han ensayado diferentes tipos de Constituciones, sin que por ello alguna de ellas haya generado la solidez material y social que permita el desarrollo de una verdadera democracia o, al menos, el surgimiento de un Estado, estable, como pretendían resolver todos los involucrados en los cambios del esquema nacional, como solución una nueva constitución que incluyera los conflictos que tenían vigencia durante su tiempo. pero olvidándose de asuntos de vital importancia para que una constitución tenga algún efecto, como, señala Ferdinand Lassalle, “la esencia de una constitución, aquello que la hace real y efectiva, son los factores reales de poder, sin los cuales ésta se convierte en una hoja de papel y, para que se puedan garantizar los derechos proclamados en una Constitución”, hace falta que la estructura estatal que pretende garantizarlos se cimente en una sociedad fuerte, compuesta de ciudadanos portadores de virtudes cívicas que sean reflejados a travez de sus actos a una sociedad más equilibrada desde todo tipo de esquemas, pero como resolverlo donde radicalmente no existe la posibilidad y/o oportunidad de obtener las necesidades básicas para un concepto de vida digna estipulado y sostenible desde todo tipo de ciencia, salud, empleo, educación, vivienda, que desaparece al porvenir de una mayoría.

Con la Constitución de 1991, hasta ahora ha sucedido lo mismo que con las constituciones y reformas anteriores: Surge en medio de una grave crisis nacional y se espera de ella la solución mágica a los diversos problemas que afronta el país; Y es que el ejercicio del poder en Colombia no es exclusivo del pueblo, como lo manda la Constitución Nacional, aunque el estado tiene un poder delegado porque la autoridad del pueblo es anterior y superior a este. La soberanía del pueblo le otorga la capacidad de elegir a sus gobernantes basados en la confianza que depositan en ellos para que el trabajo que se desarrolle en las diferentes instituciones sea para su beneficio, representado en fortalecimiento de las redes sociales, seguridad, educación, generación de ingresos dignos para todos. Pero el fenómeno de la corrupción, el clientelismo, la politiquería han ido permeando todos los sectores sociales, generando distorsión de los conceptos de participación, libertad, derecho, donde debido a las carencias por la mala distribución de la riqueza del país, la gran mayoría de personas pobres venden su voto por alguna dadiva que resuelve momentáneamente la necesidad pero perpetua el atraso general del país.

En las noticias diariamente se evidencia que hay dudas de quien maneja el poder, las mismas instituciones se vigilan y no hay responsables directos pero si acusaciones, la mayoría de los casos no hay nombres y cuando alguno surge siempre hay explicaciones sin fundamento que justifican las acciones y no hay castigo ejemplar para nadie. Todas las instituciones del gobierno están salpicadas por acciones de grupos al margen de la ley, el pueblo es conocedor pero no pasa nada, porque no tenemos la capacidad de organizarnos y luchar por un objetivo común dado a que estamos contaminados con ideas de otros que nos manipulan y nos hacen vivir de promesas sobre cambios que no van a ser una realidad.

La Constitución Nacional

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