El debilitamiento del Estado en la economía globalizada: Relación entre democracia y libre mercado
jose antonio almazanTrabajo26 de Septiembre de 2015
9.070 Palabras (37 Páginas)364 Visitas
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO[pic 1][pic 2]
FACULTAD DE CIECIAS POLITICAS Y SOCIALES
El debilitamiento del Estado en la economía globalizada:
Relación entre democracia y libre mercado
MATERIA: Economía
PROFESOR: Delia Margarita Vergara Reyes
Índice
Introducción……………………………………………………………………. 3
I. Las Instituciones……………………………………………………………… 4
II. Esbozo sobre la globalización………………………………………………. 6
III. Estado, democracia y libre mercado…………………………………….. 11
IV. El mercado: negociación y globalización………………………………… 14
V. Los efectos de la globalización en México………………………………… 16
VI. Conclusiones ………………………………………………………………. 23
VII. Bibliografía
Introducción
Es necesario partir por preguntas como ¿es conveniente para la democracia moderna el sistema capitalista?, ¿es posible la democracia en un medio distinto al de la democracia liberal?, ¿qué papel cumple el Estado en el nuevo orden económico mundial? pues todas y cada unas de estas preguntas giran en torno a la relación democracia-libre mercado en el mundo globalizado.
Tras la Segunda Guerra Mundial, en el contexto de la Guerra Fria, el gobierno de los Estados Unidos impulsó la creación de diferentes instituciones para promover el capitalismo y contener al comunismo, dentro de las instituciones creadas se encuentra el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la organización libre de comercio, el GATT. A partir de los años 60’s la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional y organizaciones privadas como Fundación Ford, destinaron millones a proyectos de modernización encaminados a llevar el proceso legal y económico a los países en vías de desarrollo en África, Asia y Latinoamérica.[1] Después de la caída de la Union de Repúblicas Socialistas y Sovieticas (URSS) comenzó un proceso de privatización que abarcó a casi todo el mundo, desde Perú hasta Vietnam, pasando por Bulgaria se empezaron a privatizar empresas estatales. El Fondo Monetario, así como el Banco Mundial (BM), lograron incentivar la aprobación de varios programas de privatización, inversión extranjera y liberalización comercial al condicionar la concesión de préstamos muy necesitados a estas reformas de mercado.[2]
Es así como la promoción de la democracia, a través de la liberalización económica se vuelve la fórmula ideal para el desarrollo de los países que prescinden del modelo. Si bien es cierto que el nuevo orden económico mundial funciona bajo el referente de que los mercados y la democracia pueden ofrecer la mayor esperanza política y económica a largo plazo a las sociedades en vías de desarrollo, no obstante, a corto plazo, son parte del problema del debilitamiento del Estado.
Este trabajo aborda, en un primer momento la cuestión institucional, ya que son las instituciones las encargadas de determinar las relaciones en el ámbito económico. Para poder observar cómo es que los procesos mundiales se vuelven inmediatamente locales, ningún país está al margen de otro y de alguna manera la participación mundial de cualquier país repercute de una forma u otra en los otros. Además, es necesario agregar que la globalización será entendida como el proceso que conlleva la idea de que la democracia y el libre mercado son el antídoto perfecto para los países no desarrollados y poscomunistas.
Más adelante se hablará de todo el proceso que conllevó el ideario de la economía neoclásica para dar pauta a la privatización de empresas estatales y la instauración de un mercado libre sin restricciones que amparado por un Estado de derecho que salvaguarda la propiedad privada podrá ajustarse por sí solo. Se abordará de igual forma, la relación tan tensa que existe entre la democracia y el libre mercado, y algunas de las consecuencias que este binomio implica, al estar aplicado en países en vías de desarrollo. Después daremos cuenta del proceso de neoliberalización en México, para así, poder dar cuenta de cómo en la actualidad un grupo de poder, como el sector empresarial, llegó a ser lo que es ahora y de qué manera actúa en el debilitamiento del Estado participando conjuntamente con la clase política.
Las Instituciones
El enfoque con el que debe abordarse el tema de las Instituciones es el del nuevo institucionalismo, sobre todo en la versión del premio Nobel de economía de 1993 Douglass C. North, pero también, utilizaremos la óptica de autores como George Tsebelis y otros autores más cercanos al nuevo institucionalismo histórico. El planteamiento neoinstitucionalista se basa en la consideración de que las instituciones “son los mecanismos que regulan el funcionamiento social, es decir, que ponen las reglas del juego, qué dicen que se debe hacer y qué no se debe hacer dentro de una comunidad humana”.[3] Diferentes comunidades han formado distintos sistemas de reglas y de mecanismos para asegurar su cumplimiento; es decir, distintos arreglos institucionales que se transforman en la manera de hacer as cosas de cada comunidad en sus leyes y su cultura.
A lo largo de la historia las instituciones han adquirido diversas formas, aunque se les puede separar en dos grandes categorías: las que requieren del Estado para funcionar y las que se reproducen automáticamente como una forma de hacer las cosas de una comunidad humana específica. Desde esta perspectiva, la elección racional de los actores no es más que el resultado de patrones de comportamiento institucionalizados y de repertorios estratégicos adecuados a las condiciones institucionales, es decir, maneras de hacer las cosas, todo aquello que llamamos cultura y que incluyen la moral, las tradiciones, la religión, y las leyes. Estas categorías se refuerzan mutuamente y es el tipo de instituciones estatales que existen en cada país el causante del éxito o el fracaso de los arreglos institucionales en la arena económica, pues son las instituciones las que proveen el sistema de incentivos para el desempeño de los actores en la arena social.
Otra idea clave de la teoría neo institucional es su concepción del Estado como “una organización de la sociedad con ventaja competitiva en la violencia y que ofrece servicios, entre ellos el de fijar los derechos de propiedad ⎯para calcular los impuestos que va a cobrar⎯ y fijar las reglas del intercambio social, al tiempo que brinda protección y seguridad”[4]. Esa organización actúa como mediador en las relaciones entre los diferentes grupos que conforman una comunidad, además, obliga a que se cumplan los contratos, asigna las reglas de comportamiento social y favorece a unos grupos menoscabando a otros. El Estado es el encargado de imponer las reglas del juego social, de imponer justicia y sancionar a los infractores.
Los objetivos del accionar del Estado son dos: establecer los códigos de cooperación y competencia ⎯esto es, la estructura de propiedad que marcará el comportamiento de los mercados⎯; e incrementar las ganancias del Estado y la sociedad, así como minimizar los costes de su ejercicio. “Para obtener el máximo de ganancias por sus servicios, el Estado debe actuar como monopolio, pero la construcción de ese monopolio requiere de la eliminación de sus competidores. De ahí que la construcción de nuevos Estados suceda comúnmente en medio de intensa competencias por el poder y guerras feroces. El grupo que se hace con el control del territorio a través de la violencia siempre se beneficiara a sí mismo y a sus aliados antes que al resto de la sociedad, aunque para la sociedad en su conjunto sea preferible ese orden puesto que la anarquía y la inseguridad permanentes”[5].
Para expandir su dominación, el Estado no puede fundarse únicamente en su capacidad de violencia, tiene que apoyarse en las costumbres y las prácticas aceptadas por la comunidad sobre la que se establece; por lo tanto, los arreglos institucionales son combinaciones complejas de normas impuestas por la organización estatal y de normas practicadas autónomamente por la comunidad, las cuales se originan de costumbres, de cánones religiosos, morales o incluso de maneras ancestrales de hacer las cosas.
En algunos casos, el Estado puede no tener fuerza para imponer sus normas. De esta manera se propicia que algunos grupos sociales comienzen a negociar directamente con el Estado sus fallas internas, así como su irregularidad en el cumplimiento de sus propias reglas. En este caso, el Estado comienza a operar de manera ineficiente, ya que las reglas no están dadas y no son equitativas. Debido a la complejidad de las sociedades y en caso de que ningún grupo dentro de ella puede colocarse como fuente de poder en el Estado sin recurrir a altos grados de violencia generalizada, se propician arreglos cooperativos para motivar la competencia política.
...