En México el problema de la violencia en el ámbito de la atención ginecológica y obstetricia es una realidad
rickycr26Documentos de Investigación6 de Noviembre de 2017
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Antecedentes
En México el problema de la violencia en el ámbito de la atención ginecológica y obstetricia es una realidad que se presente de forma recurrente a través de distintas formas de expresión y grados, lo cual afecta directamente a la salud y dignidad de las mujeres, tal y como dan cuenta las investigaciones que consultaron para la realización del estado del conocimiento que se desarrollará en el primer apartado del presente documento.
En el artículo de los objetivos de desarrollo del Milenio de la ONU se habla sobre un evento que se realizó en septiembre del año 2000 en Nueva York, con líderes de 189 naciones, en donde se comprometieron a cumplir con diferentes objetivos, que son:
1. Erradicar la pobreza extrema y el hambre
2. Lograr la enseñanza primaria universal
3. Promover la igualdad entre géneros y la autonomía de la mujer
4. Reducir la mortalidad infantil
5. Mejorar la salud materna
6. Combatir el VIH/SIDA, malaria y otras enfermedades
7. Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente
8. Fomentar una alianza global para el desarrollo (OMS, 2005)
México fue uno de los 189 países que estuvo en la reunión en Nueva York en septiembre del 2000. Realizó grandes esfuerzos y se avanzó en cuanto a la pobreza extrema, salud, educación, igualdad de género y medio ambiente.
Entre 1989 y 2014 en México se logró reducir un poco más de la mitad del porcentaje de personas que padecían hambre. En el 2014 el 95.9% de niños y niñas lograron terminar la educación básica. (ONU, 2014)
Entre 1990 y 2013 en México se redujo la mortalidad materna por más de la mitad, las defunciones eran de 88.7 por cada 100 mil habitantes nacidos vivos y en el 2013 bajó a 38.2 Mientras que la prevalencia del VIH/SIDA se ha mantenido por debajo del 0.6% en la población de 15 a 49 años de edad. También se logró en el 2005 que 9 de cada 10 personas cuenten con agua potable y servicios de saneamientos básicos. (ONU, 2014)
Durante el periodo 2005-2011 se registraron un total 44 muertes maternas hospitalarias en Tijuana BC, principalmente durante el puerperio tardío por causas obstétricas directas e indirectas. Un tercio de las mujeres no acudieron a ninguna cita de atención prenatal, menos de la mitad tuvo atención prenatal adecuada y 14% no sabían que estaban embarazadas al momento que ocurrió la muerte. En este estudio hubo una mayor frecuencia de mortalidad materna por causas obstétricas indirectas, similar a lo que se observa en los últimos años. (Gonzaga-Soriano,, 2014)
Entre las investigaciones y documentos consultados, destacan hallazgos que evidencian la problemática y el efecto que tiene esta expresión de violencia institucional en la vida de las mujeres, por ejemplo, la investigación realizada por Roberto Castro y Joaquina Erviti (2014) titulada 25 años de investigación de violencia obstétrica en México, dan cuenta de a través de un compendio, de las investigaciones realizadas desde el ámbito de las disciplinas de las ciencias sociales sobre violencia obstétrica que se realizaron en México de 1990 a 2013.
Entre sus hallazgos, destacan la dificultad que existe en torno a la conceptualización de lo que se entiende por violencia obstétrica desde el campo médico, ya que mucho suele encasillarse como un problema de “calidad de la atención”, dejando de lado la verdadera magnitud de la problemática.
Desde la perspectiva de Castro y Erviti (2014), la violencia obstétrica debe ser analizada como un problema de derechos de las mujeres en los servicios de salud, ya que si bien ellos mismos aceptan que se trata de un problema de calidad, el tema no puede reducirse únicamente a este rubro, por lo que para los investigadores antes mencionados, se trata de una falla sistemática que se ve reflejado en el reiterado fracaso de las campañas por la “calidad” de la atención y la “sensibilización” de los y las médicas, lo cual se ve reflejado en las estadísticas de la propia Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAMED).
La investigación señala que los esfuerzos deben encaminarse de manera preventiva con el fin de erradicar las violaciones de derechos humanos en el ámbito de la salud, ya que esto es una muestra de la violación de los derechos reproductivos y sexuales y de la estructura de poder que impera en el campo médico, lo que obligaría a las instituciones a revisar la problemática desde su etiología, por lo que para estos académicos es fundamental realizarlo desde la perspectiva de los derechos humanos, la transversalidad y perspectiva de género con el apoyo y contribuciones que emanan de las disciplinas como la sociología y el campo médico.
En este contexto se ha comenzado a problematizar la cuestión tanto desde lo jurídico, como el ya citado ejemplo de la Norma 007 y la ley de Veracruz, como desde lo profesional y lo estatal. La información sobre quejas medicas de la Comisión Nacional de Arbitraje Medico (CONAMED) no daba cuenta del sexo del medico denunciado, aunque se destacaba el notorio numero de especialistas de gineco-obstetricia denunciados. (La Norma Oficial Mexicana 007, de Atención de la Mujer durante el embarazo, parto y puerperio y del recién nacido)
La Comisión Nacional de Derechos Humanos ha comenzado a recabar quejas y denuncias de este tipo.
En algunos casos, se mencionan practicas concretas, como palabras obscenas dichas por el personal de salud a la parturienta.
Como evento natural, la maternidad debería estar libre de complicaciones y, por lo tanto, de muerte. Los fallecimientos derivados del embarazo, parto, puerperio y sus procesos de atención se consideran, en su mayoría, evitables con los recursos de la medicina actual. Sin embargo, cada año fallecen más de medio millón de mujeres en todo el mundo por estas causas.
En México, la razón de mortalidad materna (RMM: número de muertes maternas por 100 000 nacidos vivos) ha disminuido de manera importante en las últimas décadas, de 530 defunciones maternas en 1940 a 56 por cada 100 000 nacidos vivos en 2010.
La disminución de la mortalidad materna es considerada actualmente como una prioridad internacional y en la Cumbre del Milenio del año 2000 se tomó el acuerdo de reducir la mortalidad materna en 75% para 2015; para alcanzar este objetivo es necesario reducir en 5.5% anual la RMM entre 1990 y 2015.
En nuestro país, la RMM para 2015 debería ser de 22 muertes maternas por 100 000 nacidos vivos. Sin embargo, este objetivo está lejos de ser alcanzado, ya que las cifras publicadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestran una reducción anual inferior a 1%. (OMS, 2014)
Las metas de los Objetivos del Milenio proponen dos indicadores para el monitoreo del progreso en la atención de la salud materna: la razón de muerte materna y el porcentaje de partos atendidos por personal profesionalizado. El acceso a cuidados médicos profesionales durante el embarazo, parto y posparto, principalmente durante las complicaciones obstétricas, es considerado la piedra angular para prevenir la muerte materna en la propuesta de la OMS.
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (INEGI, 2012) refiere que México ocupa el cuarto lugar a nivel mundial (después de China, Brasil y Estados Unidos) en el uso de la práctica de cesáreas sin indicación médica. Además revela que Aunque las esterilizaciones no son inherentemente ‘opresivas’ y muchas mujeres eligen estos procedimientos, lo que se reclama son las imposiciones bajo amenaza de pérdida de apoyos sociales.
Además la experiencia de la imposición de métodos anticonceptivos y de esterilizaciones no consentidas pone en evidencia la existencia de valores sociales jerárquicos en torno a la maternidad y los cuerpos de las mujeres lo que muestra la intersección de múltiples ejes de opresión en torno a la maternidad. Esto es una constante que se ha observado sobre todo en población indígena. Lo anterior tiene una base cultural y sociológica que asocia los cuerpos de las mujeres pobres e indígenas con una amenaza para la salud pública y, por ello, enlazan la esterilización y el control de la fecundidad de este grupo específico de mujeres con los beneficios de programas sociales: Violencia Obstétrica / 123 ha habido un incremento de 50.3% de la práctica de cesáreas en los últimos doce años. En el sector público se incrementó en un 33.7% y en el privado en 60.4%.1.
Del resto de los nacimientos, 59.7% fueron partos “eutócicos” (parto normal, entendido como el proceso que termina sin necesidad de intervención médica quirúrgica a la madre), 18 2% fueron partos “distócicos” (parto con complicaciones, que requiere apoyo médico especializado), en el 0.2% de los casos no se especifica. (INEGI, 2012)
Los índices de cesáreas son el indicador más evidente de una cadena de prácticas negativas que se realizan en el marco de la atención del embarazo, el parto y el puerperio.
Problema de investigación
¿Cuáles son las experiencias de mujeres que han vivido violencias ginecológicas y como son atendidos estos casos a través de instituciones de salud pública o privada en Tijuana, Baja California, México?
OBJETIVOS
Realizar estudios de atención obstétrica a pacientes del género femenino de la ciudad de Tijuana.
Objetivo general: Conocer experiencias de pacientes femeninas con la calidad de atención de salud en la ciudad de Tijuana.
Objetivo específico: Describir la percepción de la experiencia de la violencia obstétrica de mujeres en Tijuana, Baja California
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