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Exhortación a la obediencia


Enviado por   •  15 de Enero de 2018  •  Prácticas o problemas  •  4.523 Palabras (19 Páginas)  •  374 Visitas

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Cap. 3 Proverbios

Por Samuel Gálvez

Exhortación a la obediencia

Verso 1 Podemos llenarnos de conocimiento bíblico a través de los años en las cosas de Dios. Pero como hijos de Dios, en ocasiones nos llegamos a olvidar de las cosas más importantes para entrar en el Reino de Dios. Acciones que en realidad evidencian la misericordia de Cristo en la vida de un cristiano. En este cap. Y en este primer verso el Señor nos pide que nuestro corazón guarde sus mandamientos. Cuando algo está en nuestro corazón significa que es más profundo y más evidente, que el que tan solo esté en nuestra mente como un pensamiento. Ya que es algo que rige nuestra conducta. Algo que va más allá de ser información añadida y que está allí almacenada sin producir un cambio.

Verso 2 De qué sirve vivir muchos años y no disfrutarlos en paz. La paz no se puede comprar. Aquella única y verdadera paz, que menciona la Biblia es algo que viene como resultado de una vida en obediencia. Una paz que sobrepasa todo entendimiento, que va más allá del problema o necesidad que estés afrontando, no algo que te convierte en ingenuo (a) sino una paz que no importa que tengas o no tengas, te produce una inmensa confianza en que Dios está en control y que no estás solo (a).

Verso 3 y 4 ¿Quién desea hallar gracia o favor ante los ojos de Dios y de los hombres?, eso creo yo, que significa una vida de abundancia en todo aspecto. Quizás en tu mente piensas que es algo imposible. No es imposible pero tampoco es sencillo, es algo de valientes recibir estas bendiciones porque para llegar a obtener esta gracia divina, NUNCA hay que dejar que se aparten de nosotros la misericordia y la verdad. ¿Sabías que nosotros podemos ser misericordiosos? - Sí, nosotros también podemos y tenemos que serlo. El Señor se mostrará misericordioso con aquellos que son misericordiosos. ¿Qué sorprendente no crees? Y también si cada día nos esforzamos por hacer de la verdad parte fundamental de nosotros. Qué agradable es saber que el Señor está contento con lo que hacemos y que a sus ojos somos dichosos por andar en sus caminos. Es como tener el cielo abierto y la mano de Dios sobre ti bendiciendo absolutamente todo lo que hagas. Y qué emocionante es ver que las personas quieren estar cerca de ti para ayudarte, lo desean porque en ti hay gracia depositada por Dios. No se puede negar que esto es más que fabuloso. Pero quiero detenerme un poquito en estas dos palabras: MISERICORDIA y VERDAD. ¿Acaso solo nosotros debemos esperar misericordia de Dios cuando pecamos? Pero cuando alguien cercano a nosotros nos falla, sentimos que tenemos el derecho de tratarlo conforme a su error. Que falta tan grande en la que muchas veces hemos caído. Misericordia es una palabra muy general de cómo un cristiano debe vivir. Un cristiano tiene que vivir soltando perdón, no dejándose llenar por odio o resentimiento. Tomando cada día la decisión de amar, orar, animar y levantar en vez de juzgar. No porque las personas a nuestro alrededor se lo merezcan, y aun nosotros si recibiéramos siempre lo que merecemos, quizás no existiéramos. Debemos dar bondad y amor porque sencillamente eso agrada a Dios y es lo mejor para nosotros. La VERDAD, es otro gran reto que como hijos de Dios tenemos que asumir. Algo de valientes, que implica ser sinceros delante de Dios con todo nuestro corazón ya que él conoce nuestros más profundos pensamientos. No engañándonos; haciéndonos la vista gorda, ya que al Señor no le engañamos. Cuando la verdad esta enraizada en nosotros damos buenos frutos, nos convertimos en personas íntegras ya que actuamos justamente tengamos o no un público. Simplemente porque es parte de nosotros. Es difícil acostumbrarnos a hacer lo bueno, pero es muy provechoso hacerlo.

Verso 5 y 6 Muy a menudo, en lo que creemos que nos resultará difícil o imposible, solo allí es donde nos acordamos de Dios y le decidimos entregar ese momento o circunstancia. Solo allí bajamos la cabeza y decimos que dependemos de Él. La Biblia habla de confiar en Dios con todo nuestro corazón y no apoyarnos en nuestro propio razonamiento. Dios nos dio dones y talentos a cada uno en particular. Es por eso que toda persona es muy buena en algo, y eso, claro le genera una confianza en sí mismo, lo que no está mal. Pero permitir excedernos en ello y decir que no, acá yo puedo solo. Estoy seguro, es imposible que falle. Allí está mal. Debemos aprender a honrar a Dios en absolutamente TODO. Haciéndolo partícipe en TODO. Reconociendo nuestra necesidad de él para cualquier situación o decisión. Dios actúa cuando le damos la bienvenida con un corazón humilde y lleno de fe, libre de toda autosuficiencia. 

Verso 7 La Biblia nos muestra que hay más esperanza para el necio que para el hombre sabio en su propia opinión. Qué tremenda verdad. Por eso es que reconocer a Dios en todos nuestros caminos es una gran virtud para la prosperidad. Y además es una gran muestra de nuestro temor hacia Él, y un gran paso para apartarnos del mal. De nuestra naturaleza pecaminosa que cree que podemos solos.

El libro de Isaías en el cap. 5 verso 21 nos muestra que hay desgracia para el sabio en su propio criterio. Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismo.  Ese AY muestra desgracia en lo por venir. Aún en decir yo soy prudente y sabio delante de las personas con una actitud de ya haberlo logrado, muestra maldad e inmadurez. Mejor es que lo puedan ver en nuestro diario caminar y no cuando solos nos hayamos puesto cadenas que no nos permitan caminar.

Verso 8 El reconocimiento de la soberanía de Dios en nuestras vidas trae gran alivio a nuestros días ya que después no estaremos arrepintiéndonos y soportando las consecuencias de nuestras decisiones basadas en nuestros propios juicios. Si no más bien disfrutando de la compañía y de la cobertura de Dios en lo que hagamos.

Versos 9 y 10 En estos dos versos nos damos cuenta de que podemos honrar a Dios no solo orando, ayunando, leyendo la Biblia, etc. Sino que lo podemos honrar en el aspecto financiero o económico. Con todo lo que tengamos, ya que él nos permite disfrutar de las cosas por su voluntad. Hace bien recordar que todo lo hemos recibido de sus manos. De esa manera experimentaremos la abundancia de Dios en nuestra vida, familia y en todo lo que emprendamos. Aprendí que Dios es un Dios más que suficiente, no un dios de muy apenas. El anhela bendecirnos, pero para ello quiere ver si somos capaces de confiarle nuestras situaciones sembrando aun en medio de la escases. No porque tengamos mucho guardado, sino sencillamente determinando en nuestro corazón serle fieles a Dios en todo tiempo.

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