Gobierno y poder en los centros urbanos. Experiencias comparadas

Gobierno y poder en los centros urbanos. Experiencias comparadas

Josué Jiménez Gallegos

09-002-0262

La frontera

El libro de Luis Humberto Crosthwaite, titulado “instrucciones para cruzar la frontera”, está compuesto por diferentes cuentos cortos, narrados en un mismo sitio,  que pone en perspectiva al mexicano, del como se ve así mismo y como lo ven los demás, si bien, no son unas simples instrucciones, es todo el paradigma de una frontera física, mental y espiritual que conlleva a cruzarla o no.

Crosthwaite, es originario de Tijuana, Baja California, lo cual le permite tener una perspectiva más real de lo que se vive en la frontera norte del país, la manera en que narra las historias de un leguaje coloquial y un tanto cómica, le permite al lector adentrarse con facilidad a las historias que se presentan.  

Las historias se centran en la región fronteriza de Tijuana-San Diego está compuesta por el condado de San Diego y el municipio de Tijuana, ubicados en el extremo oeste de la frontera México-Estados Unidos.

Atravesar la frontera México–Estados Unidos no significa únicamente transitar de un territorio a otro. Franquear la "línea" que separa a los dos países supone un cambio de posición social, de rol, de estatus jurídico y de identidad. Nadie cruza la frontera sin consecuencias. En el momento en que alguien logra pasar al "otro lado" se transforma de facto en un migrante y comienza a ser etiquetado bajo nuevas categorías sociales, jurídicas y étnicas. "Mojado", indocumentado, "ilegal", extranjero, latino, hispano, mexicano,  por sólo mencionar algunas de las nuevas etiquetas que adquiere al atravesar el umbral que separa la frontera México–Estados Unidos. Los migrantes pasan a formar parte de nuevas comunidades, al mismo tiempo que dejan de pertenecer, aunque sea momentáneamente, a otras que hasta entonces habían definido sus principales identidades. El cruce de la frontera es un momento clave en la trayectoria migratoria, porque marca el momento en que opera una modificación de posiciones y estatus: de ciudadanos a indocumentados, de zapotecos a latinos, de nacionales a extranjeros, de campesinos a jornaleros agrícolas, entre otras de las metamorfosis que marca el cruce.

Es bien sabido que la frontera entre México y Estados Unidos es la más concurrida en el mundo, esto es fácil de explicarlo, ya que a diario miles de personas entre nacionales y extranjeros la cruzan en busca de mejores oportunidades de vida, ya sea de forma legal o en su caso de manera ilegal.

Parte de esto tiene que ver la globalización, decir que vivimos en un mundo globalizado es un lugar común; menos sabido es que la globalización se está produciendo por etapas. Ahora nos encontramos en la segunda etapa: “la era de la movilidad”.

Las pocas oportunidades y la falta de empleo han producido que el tema de la migración sea un tema recurrente en países como México.

Ciudades como Tijuana vivieron una gran etapa de urbanización generada por las grandes empresas internacionales, muchas de ellas norteamericanas, trabajos como la maquila han beneficiado a empresas ya que los costos de producción y pagos de mano de obra son mas baratos que en sus propias naciones.

La sobre población ha rebasado en ciudades como lo es Tijuana, han traído nuevos problemas como el crimen organizado y escases de servicios básicos generando una nueva problemática en la ciudad.      

En la actualidad el tema de migración hacia los Estados Unidos por parte de mexicanos, toma relevancia por el nuevo gobierno encabezado por el presidente de E.U. Donald Trump, ya que abiertamente ha declarado una guerra contra los migrantes, en especial a los mexicanos.

Temas de violencia y racismo que diario se presentan en la frontera parecen de lo más normal en aquellos lugares, está claro que están en su derecho defender la soberanía de su pueblo pero la forma como lo llevan a cabo es bastantemente cuestionable.    

Esto nos lleva al tema en el que Crosthwaite nos describe en su libro, en donde la frontera es el elemento principal de los problemas que existen a su alrededor y parecieran ser minimizados por una valla de acero inerte y sin vida, pero con un gran peso simbólico.  

La línea divisoria que existe de manera física, también es representada de manera imaginaria, generando una barrera mental que no permite al mexicano trascender en su entorno social.   Viendo a la frontera como una metáfora, una limitante de lo bueno y lo malo, como un umbral de los sueños.

El deseo por tener una vida “Americana” pereciera ser lo mejor que te pueda pasar en la vida. El  llamado “Sueño americano” que más bien debería de ser “sueño estadounidense” pues es ahí donde todo se simplifica.

Es la oportunidad de lograr más riqueza de la que ellos podrían tener en sus países de origen; para otros, es la oportunidad para sus hijos de que crezcan con una buena educación y grandes oportunidades; por último, hay quien lo ve como la oportunidad para ser un individuo sin restricciones impuestas por motivo de raza, clase, religión, etcétera.  

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