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Herencia de la gallina reseña


Enviado por   •  12 de Junio de 2017  •  Reseñas  •  9.673 Palabras (39 Páginas)  •  297 Visitas

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Introducción
Esta es una síntesis de diversas lecturas que he realizado sobre la cría de los gallos de pelea.

Sobre todo está enfocada a la selección y cruza considerando la genética. Me hago varias preguntas y me enfoco en investigar lo que recomiendan galleros reconocidos como grandes en los palenques por la formación de razas o líneas de gallos de pelea.

Comienza así:
La antigua idea que una buena gallina reproductora vale en oro su propio peso, se considera, frecuentemente, como un “cuento de hadas” o quizá mejor como “cuento de galleros”. Cualquiera que piense así se preguntaría: ya que la madre y el padre contribuyen igualmente a la herencia del hijo, ¿cómo puede uno de ellos ser más importante que el otro? Sin embargo, quien sea que haya tratado seriamente de producir gallos superiores de pelea, a través de la crianza selectiva, comenzará finalmente a sospechar que existe algo especial en una buena gallina reproductora. Ciertas gallinas producen pollos superiores, si se aparean con un macho razonablemente bueno. El propósito de esto es presentar evidencia científica para apoyar la teoría que, En la herencia de los hijos,”la gallina es más poderosa que el gallo”.

¿Qué cualidades tratamos de producir?
La crianza de gallos de pelea es un caso típico de una crianza que busca solamente las cualidades del macho. Realmente no nos importa cómo resulta la gallina, con excepción a que debiera transmitir ciertas cualidades a sus hijos machos. La situación es similar a la crianza de las gallinas ponedoras, en donde la única preocupación del Avicultor es producir gallinas que sean productoras como ponedoras. A este poco le interesan las cualidades del gallo, excepto que debe producir buenas hijas.

En su excelente monografía, Harry Parr (Breeding the Gamecock, Publicada, privadamente, en 1992) ha enlistado las cualidades que buscamos, tratando de producir lo que él llama “el atleta perfecto”. Tales cualidades son: Velocidad, Poder, Estamina, Finura, Habilidad para cortar, Buena visión, conformación apropiada y buen plumaje. Estas cualidades, bajo ningún punto, son independientes la una de la otra. Por ejemplo, un gallo muy lento puede que nunca logre tener oportunidad de mostrar su extraordinario poder y un gallo con visión defectuosa no es probable que corte tan bien como el que ve mejor.

Con esto en mente y mi Antología de Biología, materia que imparto en la Universidad Tecnológica Paquimé, me gustaría enfocar el tema en las cualidades de la velocidad, poder y estamina como cualidades muy probablemente afectadas por la gallina reproductora, más bien que por el gallo reproductor. Estas tres cualidades están estrechamente conectadas con el desempeño de los nervios y músculos del gallo. Me concentraré en los músculos haciendo hincapie que algunos de los argumentos pueden aplicarse también a los nervios.

La contracción muscular y la mitocondria.
Una exposición detallada del complejo proceso de la contracción muscular está más allá del propósito de este tema, aunque un breve y simplificado resumen es necesario para entender el rol especial de la gallina en la herencia de las propiedades musculares.
Los músculos consisten de atados de células alargadas, arregladas para formar fibras fuertes que están hechas para contraerse, produciendo gran fuerza. En algunos artículos científicos, se ha estimado que la tensión total que puede ser alcanzada, a través de todos los músculos en el cuerpo de un gallo de pelea, es muy cercana a las dos toneladas. La gran cantidad de energía requerida para la contracción muscular viene dada, finalmente, de la combustión controlada del alimento para producir alta energía química llamada ATP (Adenosin Trifosfato), cuya hidrólisis en la célula muscular (Célula eucariota) es la fuente inmediata de energía necesaria para la contracción. La fuente de este ATP, el cual gobierna la contracción, es un cuerpo en forma de bacteria llamada la mitocondria, la cual se ubica en el citoplasma de la célula. A la mitocondria se le ha llamado la central energética de la célula, ya que, a través de un proceso de Fosforización Oxidativa de los alimentos, produce el ATP requerido para energizar todas las funciones celulares incluyendo la contracción muscular.
Los músculos que están continuamente activos, como los de las aves voladoras y los insectos, tienen una gran cantidad de mitocondrias, mientras que los músculos menos usados como el pecho de los pavos o los pollos tienen menor número de mitocondrias. No es sorpresa que el más grande y profuso número de mitocondrias se encuentra en los músculos de vuelo del colibrí. Los músculos del corazón son también, excepcionalmente, ricos en mitocondrias.
Cuando consideramos las cualidades de velocidad, poder y estamina, sin lugar a dudas estas características estarían estrechamente conectadas con la eficiencia de los músculos del gallo, y que esta eficiencia en turno depende grandemente de la mitocondria, al liberar energía en la forma de ATP para los sistemas musculares del esqueleto y corazón.

Las mitocondrias como organismos independientes.
Ya mencioné antes que las mitocondrias son similares a las bacterias.
Las mitocondrias contienen DNA (Acido Desoxirribonucleico), el material que lleva el código de la herencia de generación en generación. Pero el DNA mitocondrial es similar al DNA bacterial, y diferente al DNA nuclear de aves y mamíferos. El DNA mitocondrial no está asociado con histones. El aparato mitocondrial sintetizador de proteínas es sensitivo a los antibióticos antibacteriales. Todos estos factores apoyan la idea que las mitocondrias son de origen bacterial y que, a través del curso de la evolución, éstas se han asociado simbióticamente con las células de los animales más complejos. Además, las mitocondrias se auto dividen, es decir, se replican ellas mismas, a través de una división independiente dentro de la misma célula, en el citoplasma, y produce sus propias proteínas bajo la dirección de su propio DNA.

A través de estos principios, nace el concepto de la Herencia Materna que ocurre a través de los genes localizados en las mitocondrias. Las mitocondrias son los únicos organelos citoplasmáticos en los animales que contienen genes. El número de genes es muy pequeño comparado con el gran número de genes del núcleo de la célula.
Ya que el citoplasma de un óvulo fertilizado viene enteramente de la madre, todos los genes mitocondriales provienen solamente de la madre.

Un rasgo debido al DNA mitocondrial es transmitido de una hembra a todos sus hijos, sin importar el sexo. Los machos no pueden transmitir ni mitocondrias ni rasgos mitocondriales a sus hijos.

No hay recombinación entre los genes mitocondriales como sí la hay en los genes nucleares. Por consiguiente, personas o animales distantemente relacionadas tendrán DNA mitocondrial idéntico, si éstos se relacionan enteramente a través de las madres.
Vemos, entonces, que las mitocondrias llevan su propio material genético y que pueden transmitir sus propias características a sus hijos. Parece probable, pues, que los factores relacionados con la eficiencia de la mitocondria, al
facilitar la contracción muscular, estarían entre las características transmitidas en la herencia de la gallina a sus hijos.

¿En dónde interviene la Gallina Reproductora?
Solamente la gallina puede transmitir mitocondrias a sus hijos e hijas y, por consiguiente, solamente ella puede transmitir aquellos factores hereditarios, relacionados con la eficiencia de las mitocondrias, las cuales, a su turno, afectan la eficiencia muscular. La eficiencia muscular está estrechamente relacionada con las cualidades de velocidad, poder y estamina que nosotros, los criadores de gallos finos de pelea, andamos buscando.

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