Indios en la obra de los mineros de Potosí

Maicol David Correa Gañan

Camilo Andres Arias Rojas

Kelly Pamela Diaz Mendoza

Juan José Jaramillo Castaño

Taller número dos

1)

En el documento encontramos la frase “porque sin indios no se puede valer” cuando en el 11vo capítulo de la relación se menciona que el corregidor quitó unos repartimientos de indios a los mineros para dárselo a las personas que llevaba consigo, obligando así a los mineros a comprar indios por otro lado, evidenciando que era indispensable tener indios a su disposición.

Un viejo refrán advertía: «Si no hay minas, no hay Perú». Y otro afirmaba: «Sin indios, no hay Indias». Por lo cual podría decirse debido a la indispensable presencia de estos dichos indios en el proceso de minería que “Si no hay indios, no hay Perú “

Para el proceso de extracción en el cerro rico de Potosí era indispensable contar con una amplia mano de obra. Los indios estaban presentes y eran muy requeridos en todas las etapas del proceso de extracción; desde la carga de los minerales del socavón en el interior del cerro (Los apires) hasta los que seleccionan el material en el dicho socavón, pasando por el transporte de estos minerales al lomo de camélidos bajando del cerro hasta los ingenios, participando del proceso de molienda de los materiales, hasta el amalgamamiento que hacían directamente con los pies. Los indios no fueron el pilar solo en el proceso de minería en sí, sino que además se volvieron parte importante en la economía de la villa trabajando como artesanos y demás actores de la dicha economía de la villa.

Era tanta la necesidad de mano de obra de los mineros de potosí que se Obligaban a los indios a dar más indios de lo que debían dar por mita, además que se menciona que se le quitaba indios a los mineros para asignar repartimientos de indios a los españoles que llegaban nuevos a la villa de Potosí.  El documento dice que la anterior justicia había hecho repartir a los mineros los metales de sus minas para dárselo a las gentes que el dicho gobierno llevó consigo beneficiando a estas gentes a costa de los ingenios de los mineros, también menciona que  esto lo hizo en una ocasión el corregidor Pedro de Ulloa y otras justicias pidiendo 600 indios más de los de la tasa para sí mismos y para trabajar en la calle, y que no se les pagaban los reales que debían pagarles puesto que recibían de 2.5 a 3 reales de jornal cuando debían recibir de 10 a 12 reales de jornal. Esto llevó a precarizar las condiciones de muchos indios puesto que para sustentarse no era suficiente lo que les pagaban llevando a muchos indios a la necesidad de vender sus ropas y ganado. En el texto de Zagalski Luis de Velasco indicaba que, entre los agravios que recibían los mitayos, los mayordomos de minas muchas veces no permitían el descanso dominical indígena, asignando además “tareas” para extraer de las minas –cuotas de productividad– descontando un jornal en caso de no alcanzarlas, también vemos en el documento que los indios recibían malos tratamientos azotándolos por no cumplir las grandes exigencias que se les daban día a día. Lo anteriormente mencionado en ocasiones terminó desencadenando en la huida de la villa por parte de los indios dejando abandonados sus puestos de trabajo lo que acrecentaba la necesidad de mano de obra.

2) Si bien es más notoria la insistencia de los mineros en cuanto a sus quejas por la falta de mano de obra o la ociosidad y vagancia de los indios en la ejecución de su trabajo. Los mineros se tuvieron que enfrentar a los más diversos escenarios y a todas las dificultades posibles. El documento, con información que dan los testimonios, permite vislumbrar varios de ellos.  

Primer problema: Muchos mineros creían necesario castigar a los indios para que estos hicieran sus labores. Esto les podía producir problemas con la justicia, que por los excesos en los castigos llegaban tomar acciones en contra de los mineros. Una alternativa, que presentó el a esto Francisco de las Alas, fue no excederse y hacerlo con moderación. Además  la audiencia proporcionaba fiscales cuando la justicia ordinaria no lograba dar justicia como segunda instancia y así garantizar la solución del problema.

Segundo problema:

El sustento de los indios, según el documento,durante su la labor en la mina, corría por su cuenta. Los indios de mita, sin embargo, tenían un salario tan bajo que parecía simbólico y por la necesidad de mano de obra los indios que no eran mitayos también eran conducidos a las minas. El problema comienza ahí. A estos últimos no se les pagaba demás, solo se le daban a cada indio dos reales y un cuartillo o tres reales por día. Cada indio que no era de mita debía ganar entre 10 y 12 reales. Lo que los obligaba a vender sus posesiones para poderse sustentar. Por esto los indios que habían de asiento en Potosí no cumplían con el trabajo de mita, ni el extraordinario sino que trabajaban con quién mejor pagase, lo que hizo daño  a la labor de la mina, aumentando los costos de producción y reduciendo los beneficios.

El capitán Juan Ortiz decidió dejar en libertad a los indios que no fueran de mita para que trabajaran donde ellos quisieran por un mejor salario, si bien garantiza mano de obra hacía menos rentable las minas.

Tercer problema

Los españoles que se ocupaban de la minería en el cerro del Potosí, se quejaban   por la falta de tierras que les hacía estar apretados y por lo rápido que las betas de las minas iban adelgazando y ahondando de manera que eran poco productivas, a parte comienza a bajar la calidad del mineral, muy profundos y difíciles de sacar. Además había escasez de los insumos necesarios para la labor de mina (como herramientas).  Los españoles seguían adelante por haber invertido en prendas distribuidas en 150 ingenios para moler metales (inversión de dos millones), de lo contrario, dicen, se hubieran ido.

Uno de los métodos para que diera más rendimientos las minas cuando la plata fácil comenzó a acabarse fue la implementación de la amalgama con azogue de mercurio o, según el documento, el hierro que es el metal que allí más se gastaba porque es menos costoso trabajar con hierro que con azogue y mejora mucho el beneficio con este.

Cuarto problema y quinto problema

Subsidios para los jueces de la audiencia de la Plata, envían salarios y costos muy altos, pagados por la hacienda de los señores de minas. Los mineros gastan en hospedajes para la gente de la audiencia, rifas y regalos entre otras atenciones que debía tener con estos ministros. La justicia hizo que los mineros repartieran los metales con las personas que iban con ellos cuando fueron de visita de parte del govierno y se beneficiaron a costa, de sus ingenios.

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