Informe De Lectura Critico

Pereyra, Marcelo (2005). “La criminalización mediática”, en Encrucijada, diciembre 2005.

Marcelo R. Pereyra es Licenciado en Ciencias de la Comunicación y un docente de la UBA. Tiene varias publicaciones sobre el tema de la comunicación del delito y la violencia en la vida cotidiana.

“La criminalización mediática” se trata de como los medios construyen sus noticias mostrando solamente sus efectos y no sus causas, creando una imagen errónea de lo que se informa. Es un artículo de opinión de ámbito académico y su finalidad es convencer al lector como la criminalización mediática está presente en los días de hoy, creando noticias “imaginarias” que criminalizan a grupos sociales y aumentan el sentimiento de inseguridad. Fue escrito en un contexto de crisis social, que empezó a finales de 2001. Contribuye al campo de la comunicación e tiene un marco teórico periodístico e histórico.

La problemática abordada trata de cuál es la relación entre el discurso mediático con la exclusión social. Analizando los argumentos de Pereyra vemos que su hipótesis es que el discurso aumenta la exclusión de los grupos sociales menos favorecidos que buscan una forma de luchar por sus derechos.

El punto de vista de Pereyra es muy realista y aunque haya sido redactado en 2005 todavía puede ser identificado en 2015.

Pereyra empieza hablando de la formación de dos sectores sociales: los incluidos e excluidos y como desde los mediados de los 90 en esos excluidos se veían englobados no solo los desocupados pero también los trabajadores, resultado del proceso de empobrecimiento. Debido al desmembramiento del movimiento gremial, los desocupados-piqueteros pasaron a ser los representantes más públicos del conflicto social. Con el avance de la crisis el término piquetero empezó a recibir una connotación negativa asociada al delito. Una de las excusas para esa criminalización fue el uso de pañuelos en la cara de muchos de los manifestantes.

El autor hace mención al día 17 de octubre de 1945, cuando obreros peronistas arribaron a la plaza de mayo reclamando por la libertad de su líder. Él recuerda ese evento para mostrar que la asociación de los manifestantes a una horda peligrosa invadiendo un lugar que no les pertenece o que se identifica en los días de hoy también era algo vigente hace 60 años atrás.

Él usa esos argumentos, para demostrar que los medios masivos, al redactar las noticias de protestas, solo le dan importancia a los efectos y no a sus causas. Creando una imagen de provocadores del caos a los piqueteros, despolitizando el conflicto. Al solo mostrar los efectos los medios se ponen del lado de los perjudicados por tales protestas, reforzando la relación con el lector, ya que trata sobre los problemas que enfrenta. Esa asociación con la violencia que se les hace a los piqueteros deslegitima su metodología de lucha.

Pereyra usa otro ejemplo para demostrar como la criminalización mediática afecta la sociedad: la sobrerrepresentación en los medios de los delitos, creando la idea de una ‘ola de inseguridad’. Los resultados de esa acción es que se pierde una visión contextualizada de los problemas relacionados a la seguridad social. Eso nos muestra el deterioro de la calidad de la información, las noticias presentan más datos imaginarios que puros.

En conclusión el autor afirma que en la información periodística el debate de fondo queda oculto. Se personifica la amenaza (excluyendo a los excluidos que ejercen su derecho de protesta) y se generan miedos. Para entender los conflictos en términos macro sociales los medios deberían recurrir a categorías, informaciones que los comprometerían como sujetos involucrados en ese mismo conflicto.

Lo planteado por medio de todos estos argumentos nos muestra que Pereyra es contra la criminalización mediática ya que aumenta la exclusión social y disminuye

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