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Izquierda En Colombia


Enviado por   •  18 de Febrero de 2015  •  5.817 Palabras (24 Páginas)  •  302 Visitas

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¿Qué es la derecha y la izquierda política?

Aunque los conceptos de izquierda y derecha política no sean, según muchos, los idóneos para definir la identidad política de los ciudadanos, el hecho es que son aún frecuentes para posicionar planteamientos y posturas ideológicas en la actualidad. En este apunte se van a definir ambos conceptos superficialmente, simplificando los grandes problemas y contradicciones que tiene la susodicha conceptualización.

Durante la revolución francesa dos partidos se disputaron el poder en la asamblea. Por un lado los girondinos, un partido moderado que propugnaba un derecho al sufragio no universal, del que excluía a las clases no propietarias y que defendía la alianza con la nobleza para establecer en Francia una monarquía parlamentaria. Por contra, los jacobinos defendían un sufragio universal que extendían a todos los miembros de la población y la instauración de una república. Estos últimos tenían el apoyo de las clases más populares, mientras que los girondinos eran apoyados por los burgueses, propietarios y algunas capas de la nobleza. En las deliberaciones de la asamblea los girondinos se sentaban a la derecha y los jacobinos a la izquierda, de aquí la división, que aún hoy perdura, de ideologías de izquierdas y de derecha.

Tanto dentro de las posiciones derechistas e izquierdistas hay pluralidad de planteamientos que en muchas ocasiones están enfrentados entre sí. Un rasgo que distancia mucho las posiciones, dentro de ambos conceptos teóricos, es el lugar que juega la autoridad en lo público; en otras palabras, tanto en la izquierda como en la derecha encontraremos posiciones autoritarias, antiautoritarias y planteamientos intermedios. Sin ser exhaustivos se intentará reflejar cada una de esas posiciones dentro de la ideología izquierdista y derechista.

LA DERECHA POLÍTICA:

Dada la heterogeneidad de las posturas de la derecha política es difícil dar una definición de este concepto que englobe a todos los movimientos derechistas. Quizás una aproximación sea que mientras que en los movimientos de izquierda la igualdad social es uno de los objetivos prioritarios del programa político, en los movimientos de derecha esta igualdad no tiene un papel tan central; a veces los movimientos de derecha propugnan el elitismo o el mantenimiento de ciertas diferencias entre los miembros de la sociedad (sobre todo diferencias económicas); sin embargo, la igualdad social sigue siendo parte del proyecto político de la derecha, aunque sin la centralidad que tiene este objetivo para la izquierda.

Se analizarán los tres movimientos de derecha más importantes en la historia reciente y la actualidad de Europa y el mundo capitalista en general: el liberalismo, el conservadurismo y el fascismo.

EL LIBERALISMO:

Movimiento ideológico que defiende el libre mercado e intenta evitar, en lo posible, la intervención del estado en la economía, en particular, y en la sociedad civil, en general. Este movimiento considera que la libre iniciativa y la competencia son los motores que crean riqueza social; por lo tanto, la intervención del estado es entendida como una injerencia totalitaria.

La libre competencia es un valor clave para el liberalismo. Del mismo modo que en el orden natural la competencia entre los seres genera un ecosistema estable y sostenible, en la economía de un colectivo la competencia entre productores permite que el mercado se amolde a la demanda y la satisfaga convenientemente. La intervención del estado entorpece este orden natural y lo corrompe.

Para el liberal los derechos individuales son fundamentales. El derecho a la propiedad de los individuos y los colectivos debe ser respetado por el estado que no debe tener autoridad, o la tenerla en mínima medida, para erosionar las posesiones de los individuos con impuestos. Los servicios sociales deben ser dejados en mano de particulares, ya que si están en mano del estado se produce una competencia desleal y, además, impide el crecimiento económico del colectivo.

Muchos liberales, aún cuando se encuadren dentro de la derecha, mantienen posturas tan aparentemente de izquierda como el derecho al aborto, al matrimonio homosexual o al consumo y venta de drogas. Téngase en cuenta que todos los derechos anteriores son derechos individuales sobre los que el estado, para un liberal estricto, no tiene porque entrometerse. Otros liberales, sobre todo en EE. UU., critican los sistemas públicos de sanidad o los sistemas de pensiones del estado; estos sistema sobrecargan, según ellos, a los ciudadanos con impuestos y frenan la libre competencia.

El liberalismo más extremo y muy poco usual en Europa es el minarquismo. Este movimiento propugna un estado mínimo que sirva únicamente para defender la propiedad y la libertad de los individuos. El control del estado sobre los medios de transporte, sanidad, educación o sobre el mercado debería desaparecer. En esta situación, sin apenas impuestos y sin injerencia estatal los individuos se relacionarían social y económicamente en libertad.

CONSERVADURISMO:

Movimiento ideológico que defiende valores familiares o religiosos y se muestra cauto ante las innovaciones sociales. El conservadurismo, excepto extremos muy minoritarios, no es contrario a la innovación científica y tecnológica.

Aunque se alía frecuentemente con partidos liberales, el conservadurismo, tradicionalmente, no se ha opuesto al intervencionismo del estado en asuntos económicos. Aunque dentro del conservadurismo hay muy diversas corrientes, generalmente este movimiento se muestra favorable a la intervención del estado en asuntos como la sanidad, educación, recursos sociales básicos. De este modo, el conservador considera al estado como un garante más de la familia y del orden social naturalmente establecido.

El conservadurismo suele ser también nacionalista. Defiende la identidad nacional del grupo social y es más o menos combativo con las innovaciones culturales foráneas. Muchos partidos políticos que luchan por la independencia de una región son conservadores y, por lo tanto, de derecha.

La familia tradicional es otro valor importante para el conservadurismo. La defensa de esta institución es una pieza clave en el discurso político del conservador. Además el conservadurismo acentúa el papel social del individuo: cada persona pertenece a una colectividad ante la que es un sujeto moral responsable.

Especialmente importante en Europa es la corriente conservadora de la democracia cristiana. Esta corriente defiende la tradición cristiana de Europa y las costumbres a ella asociadas. La política democristiana considera que el estado debe cuidar y proteger a los más desfavorecidos con un sistema de asistencia pública. La moral pública defendida por la democracia cristiana es la del catolicismo con algunos matices; por lo tanto, el democristiano tenderá a oponerse al aborto, la eutanasia, la legalización de las drogas, el matrimonio homosexual, etc.

EL FASCISMO:

El fascismo es un movimiento político surgido a principio del siglo XX. Su ubicación dentro de la derecha es rechazada por algunos autores pero el uso común es considerarlo un movimiento de extrema derecha. Debido a la crisis económica su importancia en la política europea es cada vez mayor.

A diferencia de los otros movimientos derechistas tratados, el fascismo no considera a la democracia capitalista un modelo político-económico válido. Frente a ella propone una sociedad fuertemente jerarquizada y militarizada. Un nacionalismo ferviente también acompaña a los movimientos fascistas.

En lo económico el fascismo propone diversos modelos pero todos ellos coinciden en un fuerte intervencionismo estatal. Los movimientos fascista, por lo tanto, defienden un sistema estatal asistencial en mayor o menor medida.

Los derechos individuales, para esta corriente, son dependientes de los derechos colectivos y no son, en ningún caso, derechos inalienables. El deber del individuo hacia su patria es absoluto. El nacionalismo impregna buena parte de la práctica política del fascismo, siendo el engrandecimiento de la patria e incluso la conquista de otros territorios, objetivos políticos recurrentes del discurso fascista. Frecuentemente el fascismo llega, al defender un nacionalismo a ultranza, el racismo y la discriminación social.

Junto con el nacionalismo, el autoritarismo es otro rasgo sobresaliente del fascismo. La sociedad esta, más o menos, rígidamente jerarquizada y los roles sociales muy definidos. El ejército y la vida militar son idealizadas y se convierten en referente para la sociedad.

El fascismo al pretender una revolución social, propugna un “orden social nuevo” que rompa con el anterior para crear un orden total que englobe a una cuerpo social más o menos homogéneo (totalitarismo). Por esta razón el fascismo no siempre se ha relacionado amistosamente con el liberalismo o el conservadurismo.

LA IZQUIERDA POLÍTICA:

Al igual que la derecha, la izquierda política oscila entre un mayor o menor autoritarismo. A diferencia de la derecha plantea la igualdad social como meta prioritaria de su programa político, aunque en muchas ocasiones esa igualdad se consiga a costa de algunos derechos individuales como el de propiedad o el de libertad de empresa.

También como la derecha, los movimientos políticos izquierdistas tienen posiciones diversas sobre el capitalismo y la democracia. Para algunos el capitalismo es un sistema válido aunque es precisa la intervención del estado para garantizar la igualdad social; mientras que para otros grupos izquierdistas el capitalismo es un sistema intrínsecamente perverso que debe ser transformado de raíz. Igualmente existen movimientos izquierdistas defensores de la democracia burguesa instaurada en Occidente, y otros movimientos claramente contrarios a este sistema político.

Aunque las posiciones dentro de la izquierda son, al menos, tan ricas y diversas como en la derecha política, en este trabajo solo se van a analizar la socialdemocracia, el comunismo y el anarquismo.

LA SOCIALDEMOCRACIA:

En el siglo XIX surgieron en Europa movimientos obreros que proponían la redistribución de la riqueza entre la población, el método para lograr esta redistribución era la revolución social. Frente a este socialismo revolucionario, la socialdemocracia nació a finales del XIX como un intento de conseguir la redistribución de las riquezas y una mayor igualdad social a través de elecciones democráticas.

La socialdemocracia se ha mantenido más o menos alejada de las concepciones revolucionarias y utopistas de otros movimientos de izquierda. Los socialdemócratas defienden a ultranza la democracia burguesa como sistema político válido.

En lo económico defienden un capitalismo reformado. Para el socialdemócrata, aunque el capitalismo es el sistema económico imperante y ha aportado beneficios indudables al género humano, la tesis liberal de que el capitalismo genera por si mismo felicidad a la mayoría del género humano es falsa. La avaricia de los ricos o la desigualdad de oportunidades hacen que en el capitalismo sin regulación surjan estratos de población de desheredados que mal viven en la miseria. El estado debe velar por estos sujetos más débiles y regular el mercado para subsanar estas irregularidades. La socialdemocracia, junto con los conservadores, ha sido una gran defensora del estado del bienestar, según el cual el estado debe proveer a los ciudadanos de los servicios asistenciales básicos. Este movimiento ideológico tiende a extender lo más posible este concepto de “servicio asistencial básico” por lo que suele ser necesario aumentar los impuestos para mantener los servicios asistenciales.

Los autores de esta corriente ideológica defienden en lo social la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos independientemente de sexo, raza, religión u orientación sexual. Por esto el programa socialdemócrata suele acoger el reconocimiento de derechos para las minorías (minusválidos, homosexuales, personas dependientes…) o para colectivos marginados (inmigrantes, mujeres, etc.).

EL COMUNISMO:

Aunque ha habido teorizaciones políticas comunistas desde Platón (IV a.e.c) se entiende aquí comunismo como la ideología política inspirada por la obra del filósofo alemán Karl Marx.

El comunismo propone la máxima igualdad social posible. Esto es inviable dentro de un sistema democrático burgués y capitalista. El capitalismo es el sistema creado por los predadores para rapiñar a sus presas, promueve desigualdades al promover la acumulación de capital. Por lo tanto, en defensa de la sociedad, el estado, creen los comunistas, debe controlar la economía del país de manera más o menos absoluta. De este modo, el estado planifica la economía de un territorio, las necesidades, a que van dirigidos los recursos, etc.

En los regímenes comunistas el estado posee los medios de producción de riqueza como las fábricas; los obreros dan la mayor parte de la fuerza de su trabajo al estado pero a cambio reciben de este alojamiento, trabajo, comida, etc. Es importante subrayar que en una economía planificada como la que existe en los países estrictamente comunistas no existe el paro ni la pérdida de vivienda por embargo bancario, por ejemplo. Los medios de trasportes públicos como trenes y autobuses son gratuitos o muy baratos.

En los países comunista existe un solo partido, el partido comunista, que es el que toma las decisiones y delibera. Como todo el mundo puede entrar a formar parte del partido, los comunistas no creen que se esté negando la participación política a nadie. La democracia capitalista es incompatible con el comunismo ya que, desde la interpretación comunista, en las democracias burguesas los órganos del poder y de los medios de comunicación son ocupados por la élite económica o sus fieles vasallos que promueven los valores y la ideología de tales élites.

Por lo tanto, en los países comunista no existe libertad de prensa como se entiende en los países capitalistas. En ocasiones hay censuras y no se puede criticar abiertamente al régimen sin ser acusado de “traidor a la patria”. La disidencia política no comunista está más o menos perseguida. Debe tenerse en cuenta que en tanto que el estado provee de todo a sus ciudadanos ejerce o puede ejercer un fuerte poder sobre ellos, por lo que son regímenes políticos que caen fácilmente en el autoritarismo y en cierta falta de respeto hacia los derechos individuales. No obstante, existen y han existido muchos países comunistas, cada uno con sus peculiaridades, en alguno de los cuales los derechos individuales eran más respetados que en otros.

Un ejemplo de país comunista en la actualidad podría ser Cuba.

EL ANARQUISMO:

Al igual que el comunismo, el anarquismo suele ser considerado un movimiento izquierdista revolucionario. Tal consideración puede ser cuestionada. Los anarquistas prentenden llegar a la igualdad social mediante la revolución. Sin embargo, su perspectiva del proceso revolucionario es muy diferente a la del comunismo por lo que estos dos movimientos han estado en continuo conflicto.

El anarquismo critica al capitalismo por las mismas razones que el comunismo. El capitalismo promueve la desigualdad social y la depredación de los más poderosos (ricos) sobre los más débiles (pobres). En tanto que el motor del capitalismo es la acumulación de capital deja a una capa de población sin parte en la riqueza social.

Sin embargo, y en esto se separa profundamente del comunismo, el anarquismo también critica al estado. El estado es una estructura política creada bajo la base de que unos hombres deben dominar sobre otros y dirigir sus destinos. Desde la perspectiva anarquista no es posible la igualdad social mientras persistan este tipo de estructura del poder ya que el poderoso frente al que no tiene el poder, representa la diferencia social más radical de todas. Por esta razón el anarquismo propone la destrucción del estado y su sustitución por comunas independientes en las que la democracia sea directa y no representativa; es decir, que cada cual en la asamblea posea derecho a hablar y a votar sobre los asuntos a debatir. Los medios de producción pertenecerán al colectivo de la comuna que decidirá como utilizarlos, obviamente para el bien común.

El anarquismo es respetuoso con los derechos individuales que no dañen la economía colectiva; por esta razón no reconoce al individuo derecho a la propiedad de los medios de producción. Los movimientos anarquistas, por lo tanto, reconocen la igualdad de derechos de todos y la máxima amplitud de estos derechos.

Historia de izquierda en Colombia

La historia de la izquierda en Colombia ha estado siempre enmarcada por la exclusión del espectro político tradicional, por las elites que ostentan el poder. Su origen es paralelo con los procesos sociales intensos que vivió el país desde 1920. Nació con la reverberación de las ideas socialistas en el mundo después de la revolución Rusa. Con la revolución en marcha y la reforma hecha por López Pumarejo en el 1936, salta a la palestra en el panorama político con plena legitimidad. Se ha caracterizado por tener una multiplicidad de matices ideológicos y estar ligada al partido comunista. La academia y una clase intelectual connotada jugaron un papel importante y aportaron al país investigaciones revisionistas de carácter histórico y en temas sociales que hoy son textos de estudio muy valiosos. Su participación en el poder ha sido poca, sus actuaciones en cambio son relevantes en el campo social. Aun así, en los últimos años han manejado y obtenido triunfos electorales y algunas curules en el congreso que le han permitido asumir una oposición seria y ejercer un control político acorde con su ideario.

La historia política de la izquierda ha sido trágica. Le han eliminado y asesinado sus líderes más importantes. El fascismo de este país, los grupos paramilitares y una derecha recalcitrante se dieron el gusto de acabar con un partido en pleno, más de cinco mil miembros de la UP, lo que constituyó el peor genocidio político de este país; le asesinaron tres candidatos a la presidencia en plena campaña; todas las semanas, léase bien, todas las semanas desde hace muchos años, aparecen noticias sobre el asesinato de sindicalistas. Políticamente hablando su peor problema ha sido los enfrentamientos entre sus miembros. Cuando han sido alternativas de poder, siempre aparece un revanchismo típico de la izquierda, un enfrentamiento entre las líneas de poder alrededor de concepciones de estado y la politiquería de la cual no es ajena.

A una entrevista hecha a Fabio López de su libro: “Izquierdas y cultura política” a la pregunta si existe una izquierda en Colombia, respondió:

“Sí existen las izquierdas en Colombia, dispersas, fragmentadas, confundidas en una búsqueda no todas las veces afortunada; una cosa es que vengamos de una derrota, pensada internacionalmente, de las izquierdas, un retroceso enorme del movimiento obrero, un desprestigio de las ideas socialistas, y otra cosa es la desaparición de las causas, de las razones estructurales que motivan a nivel internacional y nacional unas ideas de izquierda, unas raíces y unas justificaciones, para apelar al rescate o mejor dirfarenacimiento-reestructuración, un nuevo comienzo de unos planteamientos de izquierda en Colombia.”

El polo democrático, ha jugado un papel preponderante en los últimos doce años como partido de izquierda. Antes lo hizo el M-19, quien desapareció por sus luchas internas irreconciliables. El polo ha ganado la Alcaldía de Bogotá varias ocasiones, es el único partido de oposición y tiene una organización de partido. El problema más serio que enfrenta hoy, es su propia división. Es un hecho que en los últimos años han desertado personas de suma importancia y el movimiento se ha quedado con la línea más radical. No se explica cómo el polo repite la historia nefasta de todos los movimientos de izquierda, mueren por sus contradicciones internas.

La última decisión del polo fue la expulsión del partido comunista por el apoyo que le dio a la conformación de la marcha patriótica, que según el ministerio de defensa fue patrocinada por la FARC. Esta decisión le quita dos curules en el congreso, a esto se le suma la deserción de Camilo Romero, Luis Carlos Avellaneda y Jorge Guevara, que se sumaron al movimiento del alcalde Petro.

Estamos en una crisis de partidos muy grave. Los partidos tradicionales sobreviven gracias a la burocracia, al manejo de las cuotas en los últimos gobiernos, pero dejan mucho que desear como partidos desde la perspectiva ideológica y organizacional. Los partidos nuevos: el verde, los de centro, los de derecha, se están jugando muy en serio para las próximas elecciones, pero aún les falta mucho pelo para moño, como dicen las señoras. Ojala la izquierda no sea inferior al momento histórico que le corresponde hoy. No son sanas sus divisiones, ojala no sea inferior a sus expectativas.

LA IZQUIERDA COLOMBIANA

La izquierda colombiana –especialmente el Polo Democrático Alternativo– entró en una creciente etapa de dispersión. Es –a la vez– una nueva fase de reagrupamiento en torno a proyectos alternativos. Puede traer resultados positivos o negativos de acuerdo a la madurez o inmadurez con que se maneje el proceso de separación y/o nuevas unificaciones.

La dispersión puede ser mediante separaciones tranquilas o –como ya ocurrió en el caso de Petro–, traumáticas y conflictivas. También, depende de la forma como se aborden los nuevos reagrupamientos que pueden ser uniones por conveniencia o reagrupamientos auténticos y creativos.

Es difícil – se entiende – reconocer la necesidad del divorcio. Sin embargo, la mejor forma de actuar, la más sana, es aceptar la realidad. Para ello es necesario remitirse a las causas que provocan tal situación. Dichas causas se pueden clasificar entre aquellas que vienen desde el momento del “casorio”, y las que se relacionan con el proceso de vida en común.

Las primeras se refieren a las condiciones en que se une la “pareja”, si es un matrimonio por conveniencia, concertado por intereses materiales de los contrayentes o de sus allegados, o si es una unión “integral”, fruto de una aceptación plena y madura.

Las segundas tienen que ver con la vida “matrimonial”. Pueden ser de acercamiento armónico (etapa de conocimiento mutuo, de construcción de lazos de afecto, conquista de logros conjuntos y comunes, etc.) o de distanciamiento creciente (donde se alimentan celos, enfrentamientos, desamores, rivalidades, etc.). Por lo general, ambos tipos de comportamiento se manifiestan en forma entrelazada y compleja, agudizando y tensionando las “situaciones de equilibrio inestable”1.

El matrimonio por conveniencia y sus consecuencias

En el caso del Polo Democrático Alternativo los problemas vienen desde el momento mismo de su conformación. Fue un matrimonio múltiple por conveniencia. Todos los sectores comprometidos ganaban con el acuerdo marital – provocado y motivado por la aprobación de la reforma política de 2003 –. Consecuentemente, todos los sectores obtuvieron logros y beneficios iniciales.

Una de las mayores deficiencias que tuvo el acuerdo de vida jurídica en común, fue que mientras unos sectores le dieron máxima importancia a los postulados programáticos (propósitos del matrimonio, “ideario”), otros sectores – más pragmáticos – no se preocuparon al detalle del asunto. Éstos últimos que estaban en ese momento más preocupados por asuntos prácticos de la política electoral (Alcaldía de Bogotá, etc.) se dejaron llevar al terreno de construir un contrato (“ideario” y estatutos) que correspondía a una especie de matrimonio canónico (“sólo la muerte nos separa”), mientras que el proceso en desarrollo solo daba para establecer un “frente electoral” (oficializar y reglamentar el matrimonio por conveniencia).

En realidad las condiciones y la calidad de las fuerzas y relaciones establecidas sólo daban para realizar un matrimonio civil y “moderno” – con cláusulas precisas y claras respecto de las condiciones para la separación y otros asuntos relacionados (capitulaciones) –, lo que hubiera permitido una convivencia más libre, flexible, basada en confianzas en construcción y no en principios y propósitos absolutos propios de un partido completamente estructurado.

En los matrimonios entre las personas pasa que entre más libertad haya para la separación más posibilidades de mantenerse unida tiene la pareja, mientras que en las relaciones “cerradas”, donde las ataduras legales y los intereses en juego maniatan a las personas, la convivencia se deteriora a niveles inimaginables. Esto último fue lo que sucedió en el Polo.

Es decir, no fuimos conscientes de que el matrimonio era por conveniencia, idealizamos la unidad (el supuesto amor), y construimos un contrato que sólo una parte de los cónyuges se leyó hasta en la letra menuda. Error de apreciación y valoración inicial.

Aquí existe una gran paradoja. Mientras que la pareja que exigía un contrato detallado y “bien molido” nunca estuvo dispuesta a entregar sus activos y pertenencias a la unión conyugal (el MOIR y el PCC nunca han estado dispuestos a diluirse), la otra pareja (PDI) en medio de su pragmatismo – que en este caso fue una especie de liberalidad irresponsable – diluyó sus fuerzas con cierto desparpajo, conscientes sí de que sus mínimos ideales y sus activos militantes afectivos estaban construidos desde mucho tiempo atrás (vida y experiencia adquirida en el M-19 y en otras experiencias políticas).

Son paradojas de ésta interesante experiencia política, que bien asimilada nos puede enseñar mucho hacia el futuro.

La convivencia

Viene la etapa de convivencia. En una primera fase ésta unión de hecho y de derecho estaba representada por dos personas supremamente preparadas, maduras, inteligentes, idealistas y a la vez prácticos. Ello se convirtió en una verdadera luna de miel para el Polo y en una esperanza para el pueblo colombiano.

Carlos Gaviria Díaz y Antonio Navarro Wolf, no eran dos novios enamoradizos que se dejaran llevar por el arrebato. Ellos sí que entendían bien su casamiento. Ambos colocaban idealismo, principios, generosidad; se entregaron con alma y cuerpo a armar la estructura, a construir el partido, creyendo de verdad en el proyecto. Cada uno con su estilo y método, con su visión democrático-liberal y una alta carga espiritual y social, aportaron lo mejor de sí mismos a la tarea sublime de organizar a los verdaderos demócratas y al pueblo colombiano en un proyecto político con perspectivas de gobierno y poder.

En la práctica el matrimonio por conveniencia – en cabeza de estas dos figuras de la izquierda colombiana – empezó a consolidar el matrimonio, aunque por dentro, y esa es una de las causas visibles del resultado final, cada uno de los sectores y demás personalidades que estaban comprometidos en ese matrimonio, no lograban asimilar los diversos comportamientos y procesos que hacían viable – hasta entonces – la experiencia conjunta.

Pasa como en los matrimonios inicialmente exitosos. La unión de intereses catapulta los esfuerzos de cada cual, y cada uno obtiene triunfos significativos (Alcaldía de Bogotá, importante votación a la presidencia, acceso a diversos cargos de elección popular), pero a la hora de compartir esos logros se dan cuenta que tienen convicciones y formas de ver el mundo de manera diferente.

Podríamos decir que en la hora de compartir lo logrado es donde aparecen las desavenencias. ¡El matrimonio no maduró! ¡No se estaba preparado para el éxito! ¡Faltó pasar por las penurias para consolidar la unión! A la hora de ser gobiernos – locales y regionales – y de ejercer funciones administrativas y políticas… ¡saltaron las diferencias!2

Después, lo que ocurrió ya lo sabemos todos. Antonio Navarro Wolf, sin que se discutiera en colectivo, prefiere irse a hacer política y administración en Nariño. Su lugar lo ocupa – en medio de empellones con otros dirigentes provenientes del PDI – Gustavo Petro. La otra cabeza de la pareja, Carlos Gaviria, no se entiende con su remplazo. Es importante anotar que nunca se oficializó esa sucesión mediante algún tipo de acuerdo. Por el contrario, desde el principio se presentaron roces y desavenencias frente a una serie de comportamientos no consultados ni acordados – especialmente la actitud de Petro frente al conflicto armado –. Es así como poco a poco Carlos Gaviria termina por alinearse al lado de quienes inicialmente conformaban Alternativa Democrática AD (MOIR, PC y otras agrupaciones).

La aparición de los hijos

Ante la ausencia de Antonio Navarro, la cabeza bipartita del Polo Democrático Alternativo se resquebrajó. No se mantuvo el balance inicial que garantizaba ciertos niveles de equilibrio dinámico. Mientras tanto, los hijos del matrimonio – todos “entenados”, es decir obtenidos por cada sector en casamientos anteriores –, van asumiendo mayor protagonismo y se inicia una alocada carrera por la “sucesión”. El I Congreso del Polo fue una expresión de esa lucha.

Así, en ese ambiente de rencillas, cundió el desorden. Llegó a la Alcaldía de Bogotá Samuel Moreno, quien en medio de la disputa también quiso construir su propia carrera hacia la Presidencia de la República, y como el matrimonio estaba en plena disputa, nadie se apersonó de controlarlo, de exigirle un mínimo de comportamiento acorde con el contrato (“Ideario”), y así sucedió lo que tenía que suceder.

Esta situación que se presentaba a nivel nacional – de una u otra manera – se replicaba en las regiones y localidades. Cada sector trabajaba para su grupo y supuestamente para el Polo. No se construyeron relaciones estrechas, trabajos y logros verdaderamente conjuntos y colectivos. Y así, la lucha por monopolizar las conquistas y espacios que se fueran obteniendo enfrentaron a los hijos y herederos del proceso.

Siguiendo con la analogía del matrimonio, éste no produjo hijos “propios”. Por el contrario, cuando ya era evidente que ese maridaje no duraba mucho, en las últimas elecciones (2010) se arrimaron nuevos parientes para participar y aprovecharse de los últimos réditos que podía producir el proyecto en sus últimos días de esplendor. Y así fue, así ocurrió. Hoy, ya no están o si están lo hacen formalmente por el problema del aval.

El panorama actual

En términos generales hemos descrito lo ocurrido con el Polo Democrático Alternativo, porque de alguna manera en ese proyecto fincamos las esperanzas o estuvimos a la expectativa todas las fuerzas y personas que nos consideramos de izquierda en Colombia. Incluso, personalidades y sectores de diversas tendencias políticas – no propiamente de izquierda – también estuvieron expectantes sobre el devenir y el futuro del proceso.

Hoy el panorama – mirado en su conjunto y en forma sintética – se está configurando de la siguiente forma:

1. La pareja inicial (PDI-AD) terminó separada. Algunos parientes “se abrieron” sin hacer mucho ruido. Lucho Garzón lo hizo una vez salió de la Alcaldía de Bogotá. Otros como Angelino Garzón, de tiempo atrás ya había mostrado que podía pasar sin mayor rubor de una familia a otra, cuadrándose con quien mejor oferta le hiciera. “Gajes de la política”, dirá cínicamente.

2. Una parte pequeña del PDI (Anapistas, Dussán y otros), se quedaron en el Polo al lado del MOIR y una parte del PCC. Éste último partido está sufriendo su propio viacrucis fruto de haber estado dentro del gran matrimonio sin ser consciente de todos los riesgos y sin darse cuenta de que nuevas fuerzas sociales reclaman nuevos desarrollos políticos.

3. Los demás grupos que provienen de otras tendencias políticas nacionalistas, socialistas, etc., se están arrimando paulatinamente a dos procesos socio-políticos con alto contenido social (Congreso de los Pueblos y Marcha Patriótica) que aspiran a recoger algunos de los resultados (haberes, elaboraciones, influencias) que fueron fruto del proceso del Polo o que han venido construyendo por cuenta propia.

4. El grueso del PDI - que salió con Petro – ya tienen la figura de “movimiento progresista” con un origen netamente ciudadano. Están en el proceso de asimilar lo ocurrido y de organizar su propio proyecto político. Dependen en gran medida de los resultados del ejercicio que pueda realizar Petro en el Distrito Capital, lo cual puede facilitar que el proyecto nacional se vaya consolidando paulatinamente desde las regiones, y que después de todo lo sucedido se afronte la construcción de “Progresistas” mediante un proceso más meditado y pausado.

5. En el caso de otros sectores que estuvieron a la expectativa de integrarse al Polo pero que por motivaciones de diverso tipo no dieron el paso (liberales, ASI, comunales, verdes), ya están en el proceso de búsqueda de una alternativa política conveniente.

Algunas reflexiones para el futuro inmediato

Lo que estamos describiendo es lo que ocurrió y está en pleno desarrollo. No se trata de “echar culpas” y “rasgar vestiduras”. “A lo hecho pecho”. Ante los nuevos reagrupamientos debe haber el mayor respeto y consideración, alimentando desde un principio una actitud de solidaridad y comprensión.

Al fin y al cabo, Colombia como Latinoamérica es fruto de un desarrollo complejo, desigual, no lineal. Nuestra composición étnica es diversa, el desarrollo económico es desigual en las regiones, hemos vivido etapas y tiempos de desarrollos superpuestos, y las diversas clases y sectores de clase se manifiestan por medio de diferentes propuestas políticas. Es natural que existan muchas tendencias, el arte es juntarlas para cada coyuntura de acuerdo a las necesidades del movimiento.

“No pudimos en éste nuevo intento”. Sin embargo, las necesidades políticas del pueblo para enfrentar los graves problemas que estamos viviendo deben hacernos reflexionar para que nuevos procesos de unidad puedan fructificar en beneficio de las mayorías nacionales.

Lo principal es aprender de la vida, de la experiencia. La izquierda colombiana – a pesar de estar pasando por un mal momento – muestra, con la aparición de otras propuestas alternativas (Congreso de los Pueblos, Marcha Patriótica y “Progresistas”) que tiene las suficientes reservas para reconstituir un proyecto en el que indudablemente estará el Polo Democrático Alternativo, que a pesar de los deslizamientos que pueda tener, mantiene fuerzas cohesionadas que no van a dejar perder sus principales herencias y van a tratar de ponerse a la altura de los retos.

La principal lección tiene que ver con los errores y equívocos que surgen de querer construir estructuras “cerradas” cuando la vida nos viene demostrando que los sistemas vitales, sociales y mentales requieren de estar en permanente retro-alimentación con el entorno. Es indispensable entender que los “equilibrios” sólo son temporales, que las energías acumuladas inevitable y permanentemente entran en fases de “disipación”, y que por lo tanto, debemos estar en disposición de morir a diario y vivir en una especie de “desequilibrio moderado y controlado”.

En América Latina frente a los bloques de poder oligárquico e imperial han triunfado movimientos plurales, coaliciones de diferentes sectores que en unas partes asumen la forma de “movimiento”, en otras de “frente”, en los que unos sectores y/o personalidades más preparados para interpretar los intereses y el “estado” de las masas populares, los han liderado, pero en donde los demás sectores están a la expectativa de relevarlos en el momento más conveniente.

Es la lucha de contrarios. Es el desarrollo de “complejidades no lineales” que deben ser entendidas en toda su dimensión para apuntar al eslabón que controla toda la cadena durante un momento – un tiempo – y que, así mismo, es seguido de otros momentos – otros tiempos –. Si entendemos esas temporalidades, podremos acertar y darle continuidad a nuestros esfuerzos y aciertos.

La tarea del momento es realizar bien los reagrupamientos, sin vanguardismos y descalificaciones a los otros proyectos políticos. Asimilar las duras lecciones del pasado, afrontar y compartir los espacios y luchas del movimiento social con mucha madurez y apertura mental (ejemplo que ya nos dieron los estudiantes), no despreciar ningún campo de acción de la izquierda en donde podamos arrebatarle poder a la oligarquía, saber que nuestro país es hoy mayoritariamente urbano, donde han aparecido nuevos sectores sociales como los trabajadores “precariados” y el “proletariado informalizado” que requiere en las ciudades y centros urbanos de trabajos políticos de nuevo tipo, que todos podemos crecer y multiplicarnos siempre y cuando aprendamos y nos dejemos conducir de nuestro pueblo, que a diario envía mensajes de urgencia pidiendo espíritu amplio, flexibilidad, comprensión humana y capacidad crítica.

La aparente dispersión puede ser transformada rápidamente en un nuevo tipo de unidad, más respetuosa y creativa, en donde cada fuerza identifique sus fortalezas y potencialidades así como sus debilidades y amenazas. No es difícil darle un vuelco a la situación, todo depende de la generosidad y de la convicción que le pongamos.

Esperamos que este aporte contribuya con esa tarea.

Edición N° 00299 – Semana del 20 al 26 de Abril de 2012

1 En realidad todas las situaciones de la vida material, física, social, mental, son de “equilibrio inestable”. Ver: “Termodinámica y complejidad. Una introducción para las ciencias sociales y humanas” de Carlos Eduardo Maldonado. http://www.carlosmaldonado.org/articulos/Termodinamica.pdf

2 El tema de “cómo ha gobernado el Polo” no se ha explorado y estudiado suficientemente. Pero sí es un tema a profundizar dado que ha sido un Talón de Aquiles para la izquierda colombiana y está en el centro de los debates de los movimientos democrático-nacionales del continente americano.

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