ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

JUICIO POLITICO A FERNANDO LUGO


Enviado por   •  1 de Julio de 2013  •  2.266 Palabras (10 Páginas)  •  508 Visitas

Página 1 de 10

INTRODUCCION

En este trabajo práctico voy a esbozar sobre la importancia de la obra de José Ingenieros, quien fue un gran escritor argentino que ejerció una importante influencia en su tiempo. En EL hombre mediocre describe a dos "tipos de hombres" bastante diferentes, los cuales son: el hombre vulgar o mediocre, y por otro lado, el idealista, analizando las características morales de cada uno, y las formas y papeles que estos tipos de hombres han adoptado en la historia, la sociedad y la cultura.

El mensaje de Ingenieros sigue vigente. En este libro, sobre todo hace una radiografía tan certera de la mediocridad como la madre de todos los vicios y perdiciones de la conducta humana y, por ende, de la sociedad. Sus conocimientos de la psicología social están presentes como nunca. Y también está presente su lenguaje desprovisto de toda retórica cientificista e impregnado de un cautivante humanismo.

Resumen libro El Hombre Mediocre

El hombre como ente biológico tiene un ciclo de vida relativamente fugaz, pero solo algunos logran la trascendencia a través de sus obras, ¿por qué?, y ¿quiénes lo logran?, son esas las pregunta que nos responde José Ingenieros a través de su libro “El Hombre Mediocre”, en donde nos define claramente las diferencias entre un hombre de excelencia, de un hombre mediocre. Comenzaremos por decir, que la principal de ellas es que el hombre de excelencia invariablemente tiene un IDEAL, que se enciende por la inspiración, encaminado siempre hacia la perfección. Los ideales son los que han permitido la evolución de la raza humana, pero esta se realiza con ritmo variado en las sociedades y en los individuos.

Cualquier ideal es perfectible, tal como lo es la naturaleza; el instrumento que permite la formación de los ideales es la imaginación, la cual es una visión anticipada de los resultados posibles. La imaginación tiene como atributos la plasticidad y que nunca descansa. Al combinarse la imaginación y la libertad nos genera un ideal. Por lo tanto, los idealistas son individualistas y siempre reclamarán su libertad.

Sin embargo, los ideales se sustentan en la experiencia, que es lo que permite la su transformación en función de la vida social, ya que con las variaciones de la realidad el punto de referencia se desplaza. Y lo más importante, la experiencia los legitimiza a través de los resultados que se obtengan.

Los

José Ingenieros (1877 - 1925) (cuyo nombre original fue Giuseppe Ingegneri), fue médico, psiquiatra, psicólogo, farmacéutico, escritor, docente, filósofo y sociólogo. Nació en Palermo, Italia, en 1877. Su evolución de las ideas argentinas marcó rumbos en el entendimiento del desarrollo histórico de Argentina como Nación.

En 1892, ya habiendo finalizado sus estudios secundarios, funda el periódico La Reforma y un año después, 1893, ingresa como alumno a la Facultad de Medicina de Buenos Aires, de la que se recibe en 1897 de farmacéutico y en 1900 de médico con su tesis Simulación en la lucha por la vida.

En 1913 en Madrid se editan El Hombre Mediocre, Criminología, Sociología Argentina y Principios de Psicología. José Ingenieros ha trabajado duro en el exterior. Le ha dado forma definitiva a los tres últimos. Y el inicial es la primera vez que se publica. Se trata básicamente de su curso de 1910 sobre psicología del carácter dictado en la cátedra de Psicología, en Filosofía y Letras. Es un libro distinto dentro de la retórica del autor. Marca un antes y un después en sus formas e intenciones. Había comenzado siendo una psicología de ciertos caracteres, los de la mediocridad, y al desplegar sus rasgos se transforma en un apasionado tratado que intentará estigmatizar la rutina, la hipocresía y el servilismo, como dice el autor en la Advertencia del texto.

Exponiendo las características del hombre inferior, del mediocre y el superior genera un poderoso tratado de crítica de la moral. Ingenieros estaba dolido y se había alejado del país por haber sido objeto de "…un acto que considero de inmoralidad gubernativa, e irrespetuoso para mi dignidad de universitario…". En efecto, a pesar de ser designado en primer lugar por el Honorable Consejo de la Facultad de Medicina para la titularidad de la cátedra de Medicina Legal, el presidente de la nación, Saenz Peña, designa a otra persona. La implícita dedicatoria y la consecuente descripción son claras: el hombre mediocre es Saenz Peña. Y los ejemplos de hombres superiores son D.F. Sarmiento y F. Ameghino, que ocupan sendos capítulos de la obra. Prohombres muy estimados por Ingenieros, porque, además de representar el genio, sintetizan un linaje al cual Ingenieros quiere pertenecer. Tanto en sus formas científicas como en el carácter visionario de sus obras. La construcción de la ciencia y la nacionalidad, dentro de ciertas formas filosóficas y políticas es la continuidad de la cual se siente heredero. Y a la cual aportará todas sus energías.

Ingenieros escribiendo sobre Sarmiento anota: toda superioridad es un destierro, él se sentía de esa forma, pagando el precio del exilio autoimpuesto por lo que sentía que era la incomprensión de la mediocridad. Había abandonado todo y renunciado a la cátedra de Psicología. Haciendo manifiesto "…me ausenté del país en 1911, con el propósito de no regresar a él mientras persista en su empleo la persona que desempeña el Poder Ejecutivo de la Nación." Escribe desde Heidelberg en 1913 a Rodolfo Rivarola para decirle que su renuncia era irrevocable y que no aceptaría una licencia prolongada en la cátedra de Psicología. Asignatura en la que había reemplazado a Felix Krueger, quien luego de dos años de estadía en el país, volvió a Alemania no soportando el extremo positivismo nacional. Si bien había trabajado con Wundt en Leipzig, sus ideas de organización y estructura psíquica lo ponían en las antípodas del mecanicismo asociacionista. (2)

Ingenieros inicia una serie de trabajos que "completan una ética funcional", y llevan a que se lo considere el Conductor de las Juventudes de América: en 1917 Hacia una Moral Sin Dogmas, y Las Fuerzas Morales, entre 1918-23. Habiendo combatido tanto

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (14.3 Kb)  
Leer 9 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com