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Jóvenes Infractores De Ley: Una Moralidad Negada


Enviado por   •  8 de Julio de 2013  •  3.620 Palabras (15 Páginas)  •  354 Visitas

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RESUMEN

El presente artículo tiene como fin iluminar éticamente el fenómeno de los jóvenes infractores de ley, y de cómo la moralidad que ellos han construido a lo largo de toda su vida, la que es construida a partir de sus historias, amigos, familia, entorno, etc., todos los elementos que componen la cotidianidad del sujeto, y que constituyen códigos de dentro de sus propias comunidades son aceptados y validado se contraponen con los códigos morales que posee la sociedad. Estos jóvenes son sometidos a la ley de responsabilidad penal adolescente la que busca la reintegración social de éstos, aplicando sanciones que muchas veces no cumplen con los objetivos de sus programas ejecutores, pues no consideran los códigos morales de los sujetos intervenidos en sus planes de acción.

Palabras claves: Joven infractor de ley, justicia, lenguaje, moralidad, ética

ABSTRACT

This article aims to illuminate the phenomenon of ethically young offenders, and how morality that they have built over a lifetime, which is constructed from their stories, friends, family, environment, etc.., all elements of the subject's daily life, and constitute codes within their own communities are accepted and validated are contrasted with the moral codes held by the company. These young people are subject to the law of criminal responsibility are looking for adolescent social reintegration of these, applying sanctions often do not comply with the executing program objectives, they do not see the moral codes of the subjects underwent in their action plans .

Keywords: Young offender law, justice, language, morality, ethics

JÓVENES INFRACTORES DE LEY

Una moralidad negada

“José Luis, tiene 15 años y como muchos de los jóvenes que viven en nuestro país desertó del colegio, llegando tan solo hasta segundo año de enseñanza media. Él vive con su abuela y abuelo, quienes también cuidan a sus dos hermanos pequeños ya que su madre los abandonó. José Luis ha sido víctima de violencia desde muy pequeño, sus abuelos lo maltrataban e incluso ellos se maltrataban entre sí. Por esto y otras cosas más, José Luis comenzó a alejarse de su familia, buscando refugio en la calle, en sus amigos… y en las drogas. La primera vez que consumió marihuana tenía tan solo 10 años, este fue el comienzo de un camino de probar nuevas sustancias, lo que se tradujo en que cinco años más tarde, sea completamente adicto a un sinfín de sustancias. Sus amigos y el entorno en el que se involucró hicieron que prontamente comenzara a robar para satisfacer su adicción, primero comenzó sacando cosas desde su propia casa, continuó con robo hormiga en supermercados y su hazaña más grande fue robar junto a su banda, un el cajero automático de un concurrido mall capitalino. En este último episodio fue descubierto por carabineros y posteriormente llevado a tribunales para ser procesado bajo la Ley de Responsabilidad Adolescente. Por no tener antecedentes previos, José Luis fue sentenciado a participar del Programa de Libertad Asistida Especial, donde deberá cumplir con un plan de intervención a cargo de un delegado (trabajador social)”

Historias de mal trato, abandono y adicciones, como las reflejadas en la historia de José Luis son constantes en nuestro país. Según un estudio realizado por UNICEF (2007), existe un total de 10.643 adolescentes, lo que representa cerca del 1% de esta población, que fueron detenidos a nivel nacional y sometidos a la Ley de Responsabilidad Adolescente por cometer algún tipo de delito. Esta problemática es contingente a nuestra realidad como sociedad y también a los trabajadores sociales como profesionales que intervienen de manera directa con ellos. Pues a partir de la implementación de esta ley y sus respectivas medidas sancionadoras, se pretende reinsertar socialmente a estos jóvenes, evitando que continúen teniendo este tipo de conductas delictivas. Es por esto que nos preguntamos ¿Cómo se pretende lograr un exitoso proceso de reinserción con jóvenes infractores de ley, imponiendo códigos morales diferentes a los que ellos han creado a partir de su propia realidad? El presente artículo intentará dar luces de posibles respuestas a esta interrogante por lo que premisa central que lo guía es la siguiente; "Existe una negación por parte de la sociedad hacia los códigos morales que el joven ha logrado establecer en su propio contexto, lo que atenta agresivamente contra los léxicos que han configurado la realidad del joven, generando que las sanciones empleadas por el sistema judicial no tengan el efecto esperado". En primer lugar, comenzaremos contextualizando el fenómeno de la justicia juvenil y los marcos jurídicos que lo configuran.

En Chile, la justicia años atrás trataba a los jóvenes infractores de ley igualmente que los adultos, no realizando diferencia alguna en las medidas aplicadas, ni teniendo en consideración la etapa del ciclo vital por la cual se encuentra atravesando la población juvenil

En este contexto es que en 1967, se crea la Ley de Menores, la cual considera que todos los menores de 18 años que vivan una situación irregular deben recibir protección del Estado a través de los mecanismos establecidos por el Servicio Nacional de Menores (de ahora en adelante SENAME), en base a la premisa de que “a lo largo del presente siglo toma cuerpo social y jurídicamente la idea de que no se puede tratar por igual a un individuo adulto que un individuo que no lo es” (Mirón y Otero-López 2005, 20), lo cual se suma al hecho de que en un sistema donde no exista una diferenciación entre la población adulta y juvenil, no es posible garantizar de forma alguna los derechos que les corresponden como niños, según lo propuesto por la Convención de los Derechos del niño (ratificada en 1990 por nuestro país).

Es así, como el 18 de Junio del año 2007 entra en vigencia en Chile la Ley 20.084 de Responsabilidad Penal Adolescente (LRPA). La que crea un sistema penal especial basado en el pleno reconocimiento de la capacidad penal y los derechos procesales de los adolescentes infractores de ley y, al mismo tiempo, las particularidades propias de su desarrollo, manifestadas en reglas especiales orientadas a su protección integral (Unicef 2010, 5), la cual toma como marco la Convención Internacional de los Derechos del Niño debido a que con el sistema penal antiguo no se resguardaba la entrega de protección a aquellos que lo necesitaran y además no conseguía una responsabilización ni reinserción de aquellos jóvenes que infringieran la ley, pasando a llevar así, sus derechos en calidad de niños.

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