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Kenneth Y El Mal Comportamiento


Enviado por   •  14 de Enero de 2013  •  1.074 Palabras (5 Páginas)  •  444 Visitas

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Problemas del comportamiento infantil

Los problemas del comportamiento del niño -incluso los emocionales- pueden

serlo, tanto por exceso, como por defecto en comparación con las realizaciones del

niño normal. No se trata de un tipo de conducta absoluta distinto de las que se

observan en los niños normales; lo que las diferencia fundamentalmente es la

frecuencia, la intensidad, el modo en que se realizan.

Cada sociedad tiene sus criterios de normalidad, y por consiguiente son relativos.

La anormalidad implica una desviación del promedio en un grupo o medio social

determinado. Hablaremos aquí de conductas desadaptadas y no de conductas

buenas o malas, puesto que esto último supone un juicio de valor, subjetivo, que

depende de las pautas éticas y culturales de cada sociedad. Las personas, de forma

individual o por formar parte de ciertos grupos (familia, comunidad religiosa,

sociedad), elaboran unas reglas y fijan determinadas normas de conducta.

La mayor parte de los comportamientos de los niños infantiles son aprendidos,

mantenidos y regulados por el efecto que producen en su entorno (casa, escuela,

amigos...). La conducta no tiene lugar en el vacío. Es siempre el resultado de la

interrelacción entre el individuo y su ambiente, que favorece o desanima sus acciones.

La mayoría de problemas de comportamiento son consecuencia de los diferentes

procesos de aprendizaje del niño en cuestión y que resultaran difíciles de resolver –no

imposible – si intervenimos cuando son mayores.

El aprendizaje ocurre en un contexto social en el que hay premios, castigos y

donde casi toda conducta va acompañada de múltiples consecuencias. Mientras unas

determinadas circunstancias favorecerán un correcto desarrollo del comportamiento,

otras en cambio contribuirán a unos aprendizajes incorrectos y desadaptados.

Sabemos que, aún sin quererlo, sin ser conscientes de ello, los padres fortalecen a

menudo los comportamientos incorrectos del niño. Ningún padre pretende que su hijo

haga pataletas, tenga la luz encendida mientras está durmiendo, o grite cuando se

halle en una tienda; pero lo que podemos decir con seguridad es que el niño no ha

heredado estos comportamientos, sino son plenamente aprendidos y que su historia

particular (ambiente familiar, escolar o social en general) los ha fortalecido.

Generalmente ante sus pataletas, los padres han reaccionado prestándole una

gran atención (han pretendido hacerle entrar en razón, le han reñido, avisado... ), y

esta atención ha resultado un poderoso reforzador de su conducta incorrecta. Por el

contrario, el niño puede haber desarrollado conductas positivas que han pasado

totalmente desapercibidas, no han sido valoradas en absoluto, es decir, no han sido

reforzadas, de ahí que no se hayan consolidado, permitiendo el establecimiento de

otras conductas desadaptadas.

Si se acepta que muchos comportamientos son adquiridos, ello permite pensar que

también pueden ser modificados. Además puede afirmarse que también es posible

prevenir comportamientos todavía no existentes.

Educar, Cómo y Por qué Material de asesoramiento

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La modificación de conducta no pretende tan sólo cambiar el comportamiento

inadaptado del niño, sino también modificar el de las personas que le rodean, padres,

familiares, maestros, etc. Obviamente los padres, por tener una relación más estrecha

y continuada con el niño, tienen mayor posibilidad de influir en él.

Básicamente existen cuatro tipos de comportamientos desadaptados, susceptibles

de modificación:

1.- Los comportamientos culturales considerados incorrectos, que deseamos

eliminar. Son conductas perturbadoras cuya existencia o intensidad perjudican

notablemente la correcta marcha familiar, escolar o social. Por su carácter

perturbador dificultan el aprendizaje de diversos comportamientos correctos, crean

relaciones conflictivas entre el niño y su ambiente. Ejemplos claros de las mismas

pueden ser: las pataletas ante las frustraciones, la agresividad

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