LA CULTURA ESCOLAR. UNA MIRADA DESDE LA FORMACIÓN DE LA IDENTIDAD CULTURAL DE LOS ESCOLARES
pepe_CR76 de Octubre de 2013
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RESUMEN
Apropiarse de la cultura, hacerla suya, presupone un proceso activo y constructivo que tiene sus particularidades y su desarrollo único e irrepetible en cada sujeto, en el que estos procesos de desarrollo son producto de la acción educativa, que al promover la participación activa del estudiante lo convierte en protagonista de los hechos de su cultura.
En la relación cultura-educación-desarrollo aflora como elemento mediador el aprendizaje ya que por sus características La cultura mediatiza todo el quehacer humano, y en particular la actividad educacional. El enfoque del ámbito educacional desde la perspectiva señalada, revela los nexos de los procesos educacionales con la cultura, al poner de manifiesto los códigos con que los sujetos de estos procesos operan en su actividad y los sistemas de significados por ellos compartidos. Aspecto que se convierte en un interés investigativo de la comunidad científica en el ámbito educacional.
Palabras claves: cultura, educación, formación, personalidad, identidad cultural
Summary
Appropriating culture, make it their own, presupposes an active and constructive process that has its particularities and developing unique and unrepeatable in each subject, in which development processes are the result of educational activities, that promote active student participation it becomes the protagonist of the facts of their culture.
The relationship between culture and education-development emerges as a mediating element in learning and which by its nature culture mediates all human endeavor, and in particular the educational activity. The focus of the educational field from the perspective indicated, reveals the nexus of educational processes to culture, to reveal the codes with the subjects of these processes operate in its activities and systems of shared meanings for them. This aspect becomes a research interest in the scientific community in the educational field.
Keywords: culture, education, training, personality, cultural identity
INTRODUCCIÓN
Apropiarse de la cultura, hacerla suya, presupone un proceso activo y constructivo que tiene sus particularidades y su desarrollo único e irrepetible en cada sujeto, en el que estos procesos de desarrollo son producto de la acción educativa, que al promover la participación activa del estudiante lo convierte en protagonista de los hechos de su cultura.
En la relación cultura-educación-desarrollo aflora como elemento mediador el aprendizaje ya que por sus características La cultura mediatiza todo el quehacer humano, y en particular la actividad educacional. El enfoque del ámbito educacional desde la perspectiva señalada, revela los nexos de los procesos educacionales con la cultura, al poner de manifiesto los códigos con que los sujetos de estos procesos operan en su actividad y los sistemas de significados por ellos compartidos (Suárez Rodríguez 2000).
Las políticas en cuanto a organización y exigencias, reúne potencialidades importantes para el logro del desarrollo y formación de la personalidad siempre que se organice la actividad partiendo de los procesos vividos, que se promueva un papel activo, reflexivo en el escolar, se tengan en cuenta sus características individuales para el establecimiento de redes de relaciones e interrelaciones, procurando que realice la búsqueda y elaboración necesarias para arribar a conclusiones que propicie la construcción de significados y sentidos por el escolar.
La organización de este proceso de educación favorece la consolidación del conocimiento histórico desde lo universal hasta lo singular y los valores que caracterizan la identidad cultural y nacional.
La cultura escolar está constituida por los códigos sistematizados de la cultura que abarca desde la cultura universal hasta la particular de la región o territorio en que está ubicada la escuela. Esta deviene en contenido didáctico de las diferentes asignaturas que conforman el currículo.
Esta cultura significa como elemento esencial todas las relaciones que se establecen dentro del proceso educativo escolar, incluidas las que a un nivel más general, se dan entre la escuela y las disímiles instituciones sociales que la rodean.
Los códigos y relaciones que se establecen se sustentan en propósitos planificados y proyectados desde dimensiones formativas, en correspondencia con los objetivos generales que se persiguen formar.
Algunas consideraciones teóricas en torno a la conceptualización de cultura e identidad cultural
La vida del ser humano se desenvuelve en un mundo que ha alcanzado determinado grado de desarrollo, se ubica en espacio y tiempo, el hombre recibe por vía del conocimiento una herencia cultural que le llega en forma de patrimonio material y espiritual, y esto es conocido como la cultura.
La importancia teórica fundamental y complejidad del concepto “cultura” para las ciencias sociales modernas está condicionada por el carácter global y polifacético que alcanza en las condiciones actuales, convirtiéndose en uno de los criterios más importantes del desarrollo de la vida económica, política y espiritual de la sociedad.
Esta categoría que ha sido temática y contenido de numerosas ciencias e investigaciones históricas, etnográficas y sociológicas, encuentra diversidad de juicios y definiciones que explica en buena medida la amplitud en la utilización del término en las disciplinas concretas. Aparecen las primeras definiciones aproximadamente entre 1782 – 1793 por el ingles Johan Christoph Adelung y como un intento de sistematizar los valores específicamente espirituales de una persona o pueblo; existe en dos tendencias en el análisis de la problemática: una idealista y otra materialista.
Las idealistas destacan la objetivación de la cultura, así como también su existencia subjetiva como las capacidades activas de las facultades humanas – contribución esta de la filosofía clásica alemana, y el estudio de distintos aspectos y elementos componentes de la cultura: folclor, costumbres, difusión. Sin embargo, debido a su error de principio, por concebir de manera tergiversada el origen de los fenómenos espirituales, no cabe ya esperar de esta, aportes sustanciales para una caracterización científica del problema.
Los materialistas entienden la cultura como un producto derivado de determinadas condiciones materiales, y es este precisamente el punto de partida correcto para un análisis de los llamados fenómenos espirituales. Los clásicos del marxismo aportaron la concepción materialista de la historia y el carácter clasista que esta adopta en las formaciones económicas - sociales antagónicas, siendo esta la base metodológica y de principio de la ciencia marxista en sus investigaciones acerca de la cultura.
.A partir de estas consideraciones se asume que en las innumerables definiciones de cultura, cada autor intenta precisar aquel aspecto que a su juicio tiene mayor connotación para el enriquecimiento del concepto, pero siempre aflora la necesidad de que se establezca una relación entre la cultura y lo social.
En algunos casos es valorada como término de carácter único puramente cognitivo obviando que el desarrollo histórico exige una situación práctica en todos los niveles de la vida social, en otros predomina la división del término de cultura material y espiritual sin tener en cuenta su carácter integral; también existe la interpretación dualista que pone en igual medida las dos facetas de procedencia: la material y la espiritual y otras concepciones reducen la categoría cultura a la categoría actividad.
Al respecto el culturólogo ruso E.S. Markarían plantea: el propio hecho de que existan diferentes tareas cognitivas en el estudio del fenómeno de cultura jugó un papel no poco importante en la elaboración de múltiples, diferentes, divergentes y a veces contradictorias definiciones de dicho fenómeno ((1973, P.2)
Al abordar, en sentido general, la definición este autor plantea: “entre la clase de fenómenos culturales figuran los medios especiales suprabiológicos, elaborados en el proceso de la génesis y el desarrollo posterior de la vida social humana, que aseguran la realización de la actividad vital” (1978, P. 235).
Enfoca la cultura en un sentido sumamente amplio como principio universal (atributo) de cualquier sociedad humana y aunque es un enfoque general plantea un análisis particularizado de sus componentes y manifestaciones concretas y precisa sus determinaciones históricas.
Precisa que la cultura corresponde con un modo específico de existencia humana, con un modo específico de la actividad de las personas y de la organización de su vida. Enfatiza en el carácter activo de la práctica social y afirma que la cultura sólo puede ser analizada desde el punto de vista de la formación que asume el sistema social.
El culturólogo soviético Kertman consideró “la cultura como la vida espiritual de la sociedad, que esta determinada, en sus características fundamentales, por las condiciones de la vida material y de las relaciones sociales e incide a su vez sobre ella”. (1983, P. 115)
Este fundamenta en su definición el carácter determinante de la vida espiritual. Supera además tanto la concepción amplia de la cultura, como las limitaciones entre cultura material y espiritual, estima que el concepto de cultura no debe abordar el modo de producción
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