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LA EDUCACION EN LA SOCIEDAD MEXICANA ACTUAL.


Enviado por   •  3 de Mayo de 2013  •  12.253 Palabras (50 Páginas)  •  739 Visitas

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LA EDUCACION EN LA SOCIEDAD MEXICANA ACTUAL.

1. Características de la sociedad actual.

1.1 Globalización.

La desaparición del boque socialista, la disolución del pacto de Varsovia, la caída del muro de Berlín y el término de la guerra fría son expresiones que ponen fin al mundo bipolar y con él se acaba con un sistema de pesos y contra pesos que había imperado en el orbe después de la segunda guerra mundial. A partir de entonces una nueva estructura económica se impuso aceleradamente: la globalización del capitalismo. La globalización es un proceso que parte de la situación económica que obliga a las empresas y a los gobiernos a reconocer que vivimos en un mundo interconectado. La interdependencia entre los países se refleja en el intercambio creciente no sólo de mercancías, sino de servicios, capital económico e incluso de la cultura lo cual tiende a homogenizar las civilizaciones y nos permite vislumbrar, aun a aquellos de mediano entendimiento, el arribo inminente de la aldea global de la que nos habla Marshall McLuhan. La educación es un servicio que tiende a ser regulado por el libre mercado. El financiamiento del Estado cada vez resulta menos suficiente. Lo anterior redunda en una educación de mala calidad que debe, con urgencia, ser estimulada por las leyes del capitalismo: la ley de la oferta y la demanda y la libre competencia.

2. EL PROCESO EDUCATIVO.

La educación es un proceso típicamente humano, porque presupone capacidades exclusivas del hombre, tales como la inteligencia por la cual aprende y planea su perfeccionamiento, la libertad para autorrealizarse, el poder de relacionarse y comunicarse, la posibilidad de socializarse...No podemos compartir las doctrinas sumamente influenciadas por el conductismo, que interpretan el comportamiento humano mediante la mágica fórmula del estímulo-respuesta como una suma de reflejos y de predecibles reacciones ante la excitación. Cuando la educación se reduce a un aprendizaje y a una adquisición de hábitos casi cibernéticamente adquiridos, se equipara la educación a un enriquecimiento automático, similar al que desarrollan los animales más próximos al homo sapiens. La educación, hemos de decir contra interpretaciones del análisis filosófico, no es un entrenamiento ni se adquiere por ensayos de aciertos y errores. Si se nos instara mucho, podríamos admitir que el aprendizaje, entendido en un sentido universal, podría caracterizar el proceso educativo, con tal de que añadamos al aprendizaje el adjetivo humano», puesto que los mismos neo conductistas discuten entre sí la naturaleza del aprendizaje animal y humano, inclinándose a que éste reúne una serie de condiciones dispensables al aprendizaje animal. En otro orden de ideas, al abogar por la educación como proceso típicamente humano, significamos que, a pesar de que los fundamentos biológicos condicionen toda la educación, lo que verdaderamente es parte activa del proceso perfectivo es cuanto distingue al hombre de los demás animales, por superiores que sean. Los adiestramientos, explicables sin necesidad de intervención del pensamiento humano y de la libertad, son factibles en el animal; pero el adiestramiento no es educación. Que se prefiere usar la vieja nomenclatura de facultades o potencias, pues diremos entonces que sólo la inteligencia y la voluntad, con la constelación de actividades complementarias y subsidiarias, pueden ser agente de la educación. Las definiciones perennialistas, vertidas en moldes de antropología de facultades, insiste en esta tipicidad humana del proceso educativo. En resumen, sólo puede desenvolverse, por la educación, lo específicamente humano y al modo exclusivamente humano y mediante potencialidades características del hombre. La condición humana del proceso educativo es su primera y más general característica. La educación es un proceso intencional, condición verbalizada en formas muy variadas, con expresiones tales como actividad teleológica, actividad intencional», actividad directiva», actividad planeada, actividad finalista»; todo significa lo mismo, el hecho contrario a la espontaneidad del naturalismo rusoniano.

La intencionalidad se exige para añadir al desarrollo y maduración una premeditación ideada por el educador o el educando, que facilita, ahorra energías y polariza en determinada dirección el natural desenvolvimiento de la naturaleza humana. Tampoco se admite que la educación sea un aprendizaje, mediatizado por cuanto rodea al hombre, realizado sin quenada actúe con talante conductivo. La intencionalidad está implícita en la misma palabra educación, etimológicamente entendida.

La intencionalidad es el distintivo de la educación sistemática, por más que haya habido pretensiones de destruir esta nota distintiva con la relevancia dada a la ciega naturaleza, que sin necesidad de apoyaturas advenedizas verifica todo el programa escrito en el código genético y en las virtualidades personales. La intencionalidad será objeto de dos capítulos en este manual, justamente para resaltar cuantitativa y cualitativamente que es parte esencial a toda educación humana.

La intencionalidad no coarta la libertad, sino que favorece la perfecta realización del hombre, en el que no todo es libertad y en el que se mantiene la dignidad con tal de evitar todo género de coacciones. La libertad ilustrada, aun en ROUSSEAU, acepta reglas; es más, las exige y sin ellas no habría fenomenología verdadera de la libertad, que se afianza frente a lo preceptuado, porque se responsabiliza aceptándolo o porque lo rechaza.

El ambiente educa en tanto en cuanto está intencionalmente manejado, -entre bastidores, por la planificación escolar, que es ya intencionalidad. Un ambiente no tratado por el aliento humano, siquiera sea la carga ancestral contenida en la cultura, no condiciona educación alguna. La concepción del universo, la escala de valores, las pautas de comportamiento compartidas por los miembros de una comunidad, los mismos prejuicios y estereotipos educan, porque están ya cargados de dominio de la naturaleza y de polarización hacia metas previstas prospectivamente por el hombre; es una intencionalidad implícita, pretéritamente fijada, pero intencionalidad.

La intencionalidad conlleva responsabilidad, mientras que la acción exclusivamente natural exime de esta característica de todo comportamiento libre. La educación habría perdido su sustantividad, si se suprimiera en la operación humana el sentido del hacer y su rectitud.

2.1. Modos de realizarse el proceso educativo.

El proceso educativo es maduración y aprendizaje simultáneamente, sin que haya necesidad de hacer una elección disyuntiva. Son dos aspectos

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