LA IMPORTANCIA DE LOS CURSOS ARTÍSTICOS EN LOS CENTROS EDUCATIVOS PERUANOS

FACULTAD DE EDUCACIÓN

TEORÍA DE LA EDUCACIÓN Y CORRIENTES EDUCATIVAS 

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LA IMPORTANCIA DE LOS CURSOS ARTÍSTICOS EN LOS CENTROS EDUCATIVOS PERUANOS

ESTUDIANTE

Carolina Barrantes García - 20175217

PROFESOR

Luis Martín Valdiviezo

LIMA- PERÚ

Julio   2019

Dedicado a todos los docentes del colegio Ramírez Barinaga y a los profesores de la facultad de Educación de la Pontificia Universidad Católica del Perú, por su apoyo, por las grandes enseñanzas que van dejando y por la entrega total hacia la educación de sus alumnos.

Desde la antigüedad, el arte ha formado parte de la vida del hombre como un medio de ocio, expresión y aprendizaje. Solo los intelectuales y los más capaces tenían acceso a este privilegio, mientras que el pueblo en general se limitaba a observar y expresar su arte de una forma más popular. Gracias a su trascendencia y a la importancia que este posee, llegó a formar parte de la educación humanista e integral de las personas en las instituciones educativas peruanas, siendo incluido así en la malla curricular. Sin embargo, en la época del gobierno de Alberto Fujimori, con la reforma constitucional, se dio paso al neoliberalismo, el cual afectó a la educación, según Caponi y Mendoza (1997), despojándola de cualquier sentido formativo y sustituyéndola grotescamente por un valor lucrativo, por lo que se trata de entrenar mano de obra hábil pero acrítica y jerarquizar los campos tecnológicos deteriorando lo humanístico, ético y social. De esta manera, se puede entender por qué hoy en día se califican a los cursos artísticos como una pérdida de tiempo o actividades extracurriculares a realizar si sobra tiempo, y se busca reemplazarlos por mayores horas pedagógicas de materias teóricas. De acuerdo con lo señalado en un principio, los cursos artísticos no se deberían eliminar de la malla curricular de los centros educativos peruanos por las razones que se presentarán a continuación.

Una de las razones, por la que los cursos artísticos no se deberían eliminar de la malla curricular escolar, es porque el curso de arte permite al alumno conocer sus capacidades, practicarlas, desarrollarlas y emplearlas en su vida cotidiana; ya que allí los alumnos hallan un ambiente de expresión y exploración libre de sus capacidades. Estas son trabajadas progresivamente por un medio empírico, que les permite conocerse cada vez más e ir mejorando a través de los aprendizajes personales y grupales. Según Henry Schaefer, profesor de historia del arte y educación artística, la habilidad artística es universal y contiene claves para comprender la naturaleza y las vicisitudes de la creatividad humana (Sarason, 2002). Así, se puede afirmar que todo alumno posee la habilidad artística y creativa, y es en el curso de arte donde las potencian y ahondan cada vez más en ellas, descubriendo al artista que lleva dentro.

 Del mismo modo, Paulo Freire (1975) afirma que, a través de la participación crítica en el proceso educativo, los educandos redescubren sus propias palabras, y expanden su capacidad para expresarse a través del desarrollo de su habilidad creativa. Todo esto también se logra gracias a las capacidades de autovaloración y concientización que se van desarrollando en este proceso, ya que por este medio los alumnos van reconociendo el entorno en el cual se desenvuelven y adquieren las habilidades necesarias para desarrollarse en este de manera libre y segura, y mediante una relación dialógica con los demás. A su vez, es este artista interior quien ayuda al estudiante a comprender varias actitudes, reacciones y acciones humanas que se presentan en la vida cotidiana y que la mayoría de veces suelen ignorarse o aceptarse como comunes, sin cuestionarse el significado de lo acontecido. Será de esta manera, también, como el arte guiará varios aspectos de la vida del estudiante y ayudará a darle nuevos sentidos y propósitos a sus acciones diarias. Uno de estos aspectos es la actitud crítica que pocos estudiantes hoy en día poseen. Henry Giroux (2003) afirma que se debe reconocer el imperativo ético de dar a conocer la diferencia e injusticia social para poder establecer una verdadera política cultural. Los lenguajes artísticos, a través de algunas corrientes de expresión que surgen, muestran las diferencias e injusticias sociales que se presentan en la sociedad y buscan ser un medio de crítica a estas. Es así, como el curso de arte debe inspirar al alumno a indagar más sobre los temas trabajados e invitarlo a cuestionar cada punto que se encuentra en estos temas para que así pueda sacar sus propias conclusiones y encuentre el verdadero sentido de cada expresión artística.

Una segunda razón, por la que los cursos artísticos no se deberían eliminar de la malla curricular escolar, es porque los cursos de arte permiten construir y reforzar la identidad cultural de los aprendices. Haciendo referencia al Perú, José María Arguedas afirmaba que “no, no hay país más diverso, más múltiple en variedad terrena y humana; todos los grados de calor y color, de amor y odio, de urdimbres y sutilezas, de símbolos utilizados e inspiradores” (citado en Van Dalfsen y Corcuera, 2009). Y es verdad, el Perú es un país multicultural donde convergen distintas formas de pensar, hablar, celebrar y en general, concebir el mundo. Estas diferencias suelen revelarse a través de las manifestaciones que representan a cada cultura y que muchas veces resultan producto de la fusión o interacción entre algunas estas. En el Perú la educación no se resuelve mediante el método, sino a través del conocimiento de la cultura y de las costumbres de cada pueblo (Arguedas, 1986). Por esta razón, en la escuela, se ve necesario la implementación del curso de arte, más allá de presentaciones artísticas folclóricas.

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