LA VIOLENCIA EN HONDURAS
Katia MejiaEnsayo19 de Octubre de 2018
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Asignatura: Sociología
Catedrático:
Trabajo:
Sección:
Integrantes: Cuenta:
Tegucigalpa, M.D.C. 18 Agosto del 2014
Contenido
Objetivos 2
LA VIOLENCIA EN HONDURAS 3
Introducción 3
La violencia como forma tradicional de resolver las controversias 4
La Violencia 6
Tipología y naturaleza de la violencia 8
a) La violencia auto infringida 8
b) La violencia interpersonal 8
c) Violencia comunitaria 8
d) La violencia colectiva 8
Violencia y Criminalidad 9
∙ La violencia política 9
∙ La violencia económica 9
∙ La violencia social: 9
Las Cifras de la Violencia 9
Honduras: Muertes Violentas año 2004- 2005 9
Formas de violencia que afectan a la Niñez y la Juventud 11
La Violencia Intrafamiliar 11
Violencia y Criminalidad 12
La Violencia Juvenil 12
Las Maras y Pandillas Juveniles 13
La mara un fenómeno para repensar la sociedad construida 14
Localización y Membresía 15
Ruta hacia la violencia 16
Las maras y pandillas Juveniles en las instituciones educativas 18
Comentarios Personales 19
Conclusiones 20
Anexos 21
Bibliografía 22
Objetivos
- Conocer, analizar y discutir el problema de la violencia, la criminalidad y la inseguridad que en la actualidad se desarrolla en el país, con especial énfasis en la violencia juvenil.
- Contribuir al fortalecimiento del sector educativo integral: docentes, estudiantes y padres de familia, en torno al conocimiento de la violencia y la criminalidad, las diferentes tipologías y formas de manifestación a fin de establecer estrategias de prevención y de detección temprana.
- Promover el respeto a los derechos humanos de la niñez en el marco en la legislación hondureña y los tratados internacionales.
- Promover y desarrollar campañas de prevención y sensibilización en contra de la violencia y el uso de armas de fuego.
LA VIOLENCIA EN HONDURAS
Introducción
El Estado de Honduras hasta la fecha no ha desarrollado una institucionalidad confiable y eficiente a la que puedan recurrir las personas a resolver las controversias y conflictos que surgen en las relaciones sociales, económicas o políticas.
El problema de la violencia, la criminalidad y la inseguridad que en la actualidad se desarrolla en el país debe ser objeto de debates y análisis por parte de la población en general.
La violencia es en parte producto de las experiencias vividas por las personas en su entorno familiar y comunitario, en donde han aprendido a hacer uso de la fuerza, coacción o intimidación como forma de afrontar y resolver los problemas.
Estos problemas por lo general terminan en hechos violentos como el homicidio, asesinato, asalto a mano armada, robo, violación y violencia intrafamiliar, con frecuencia los lugares donde ocurren estos hechos delictivos son la casa, la calle y autobuses.
Cada día son más las personas que perciben la violencia y la inseguridad social como una de las preocupaciones que más afecta a la población en su conjunto, como lo establece Víctor Meza “Todas las encuestas de opinión reflejan el alto grado de preocupación y, a veces, verdadera angustia que envuelve a la ciudadanía en torno al tema de inseguridad ciudadana”. La violencia, el crimen organizado, la delincuencia común y la sensación de indefensión social en que se encuentra la gente aparece entre las tres grandes problemas que más aquejan a la sociedad.
La inseguridad en la que vive la ciudadanía hondureña no es un fenómeno nuevo, los hondureños, en algunas regiones más que en otras han convivido con niveles de violencia e inseguridad; sin embargo, la situación actual ha alcanzado niveles alarmantes, a tal grado que en los últimos tres años, la inseguridad figura en las encuestas de opinión, como la situación que más preocupa a los hondureños. La violencia ha sido uno de los mecanismos y prácticas más frecuentes para enfrentar los problemas; este tipo de confrontación entre familias y personas, a veces con rivalidades y conflictos a lo largo de generaciones, se ha generalizado a tal grado que, sin que medie razón más que la ejecución de un acto delictivo (robo, asalto, etc.), cualquier persona, en cualquier lugar y circunstancia, puede convertirse en víctima de la violencia, llegando inclusive a la privación de la vida.
La violencia como forma tradicional de resolver las controversias
Julieta Castellanos
“El Estado de Honduras ha sido inestable e inseguro. La institucionalidad democrática, por largos periodos, ha estado ausente. Dictadores civiles y militares, por muchas décadas en el siglo XX, dieron continuidad y fortalecieron sistemas excluyentes y arbitrarios, y gobernaron al margen de la ley. La tolerancia y el pluralismo fueron formas excepcionales de resolver las controversias. El exilio de opositores políticos en la dictadura Corista (1933-1949) y durante el golpe de Estado de 1963, las masacres de campesinos en la década de los 70 y los torturados y desaparecidos en los años 80, dan cuenta de un Estado violento, represivo y arbitrario.
Entre 1960 y 1990 el Estado institucionalizó la violencia, a pesar de que para
1980 ya se había retornado al Estado de Derecho; en la última década del siglo XX el Estado institucionalizó la impunidad y debilitó las estructuras jurídicas. La guerra en Centroamérica militarizó las instituciones del Estado la sociedad. En este período, los conceptos de poder y de autoridad aparecían vinculados a quien poseía las armas; las instituciones democráticas estuvieron subordinadas a la vía armada como forma de resolver las controversias.
La institucionalidad democrática continúa siendo débil, el funcionamiento del sistema político obstaculiza el fortalecimiento del Estado de Derecho. La interferencia de la política partidista, la subordinación de Poder Judicial a los demás poderes del Estado y otros vicios del funcionamiento del sistema político, han restado credibilidad y han debilitado estructuras del sistema de seguridad, de tal suerte que la ciudadanía se siente insegura y con incertidumbre.
La falta de eficiencia y prontitud en resolver las demandas ciudadanas, es parte de la forma de funcionamiento de la institucionalidad estatal; los canales establecidos para resolver las demandas a cumplir los compromisos del Estado, son menos eficientes. Las acciones de fuerza están presentes cada vez más, no solo para resolver problemas, sino para hacerse escuchar. Se ha convertido en una costumbre postergar la salida de los problemas y sólo reaccionar frente a medidas de presión. La fuerza se ha erigido como la medida más efectiva, se vive en un estado de confrontación casi permanente: el estado por un lado y diferentes grupos sociales por otro.
A la lentitud del Sistema de Justicia por las inconveniencias del Sistema Procesal Penal, hay que agregar la parcialidad y la corrupción, la politización de dicho sistema, la impunidad de los grupos de poder, la ineficiencia de la policía, y los problemas incluyendo la corrupción del régimen penitenciario; todo ello se convierte en un desestímulo para acudir a la justicia como instancia para resolver las controversias. A falta de credibilidad, las personas recurren a más violencia para devolver al victimario la misma o peor acción que la que recibió la víctima. La violencia se convierte en una espiral que ha incluido generaciones de familias, llegando en algunos casos, a la mediación de la autoridad y al margen de la ley, a establecerse “pactos de no-agresión”.
La Violencia
La violencia, arraigada en las formas históricas del funcionamiento del sistema institucional, en códigos de revanchas, ajustes de cuentas y acuerdos entre bandas y familias en conflictos, ha dado paso y se desarrolla paralela al lado de una violencia motivada por la ejecución de delitos. Se ejecutan asesinatos para llevar a cabo asaltos, aparecen personas muertas a quienes aparentemente las despojaron de pequeñas prendas como un reloj o una billetera. Una broma entre ebrios, que en el pasado se resolvía a “puñetazos”, hoy se dirime con las balas de una AK-47, y ante un reclamo, la respuesta es un tiroteo. Ya no es una discusión acalorada ni una ancestral enemistad la causante de una muerte. Actos irrelevantes terminan en tragedias”. Castellanos, Julieta. (2001P. 267 - 269).
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