LOS ESPACIOS ALTERNATIVOS

LOS ESPACIOS ALTERNATIVOS

Cuando participamos en algún evento con características de competencia, y aunque la motivación principal es el triunfo, siempre debemos considerar la posibilidad de perder. Ahora bien, ya instalados en el escenario de la derrota, ¿Qué hacemos ahora?, ¿Retrocedemos a posiciones ya superadas o continuamos de pie?, ¿Nos hundimos en la desesperanza? ¿Entregamos los espacios previamente conquistados?

Es evidente que el triunfo del adversario nos golpea duramente y genera emociones muy negativas, más si lo analizamos en frío y con criterio racional, la lógica nos lleva a la conclusión de: “NO DEBERÍAMOS CEDER MÁS ESPACIOS”. Y para ello, es nuestro “DEBER”, seguir trabajando con más ahínco, esforzarnos más en la tarea de llevar un claro mensaje de positivismo, convencer a los nuestros y especialmente a los que no lo son, que representamos una alternativa viable para la solución de nuestros grandes problemas.

El guayabo electoral es doloroso y cruel, más estamos obligados a perseverar responsablemente en la labor de conquistar el éxito en las plazas regionales y locales. Es menester la comprensión de la nueva realidad, tenemos buenos recursos, somos talentosos y brillantes en inteligencia, unos enormes potenciales creativos, generosos en la productividad y generadores de alguna riqueza. Y aún así, de lo más torpes en el entendimiento, nos mostramos arrogantes y permitimos plasmar nuestra ausencia de humildad, predicamos un concepto y realizamos con nuestras acciones y palabras algo notablemente diferente.

Hay que reaccionar ante semejante realidad, debemos plantearnos un auto análisis sobre lo que hicimos mal. Lo bueno ya nos produjo logros, es en lo errado donde hay que concentrarse.

¿Necesito convencer al Doctor benévolo para que vote por el progreso y la intelectualidad? ¿O al paciente que ha sido lastimado inmisericordemente durante un prolongado tiempo en la intensidad de su dolor?

La madre rige con sapiencia, voluntad responsable y criterio creador en la casa desde tiempos inmemoriales, más el padre lleva los caramelos que denotan la efímera felicidad. Una mágica ilusión.

A este pasaje hay que darle vuelta, yo creía ser mejor que el vecino y no me daba cuenta que con mí desacertada actitud me hundía en la sima de mi propia irracionalidad. Si vamos a transitar el sendero hacia el logro, hay que hacerlo con humildad, perseverante intensidad y mucho conocimiento del objetivo a lograr, extraordinario ímpetu y gran fortaleza en la ejecución, sabia prudencia para conducir la energía que nos lleve a la meta final. Un enorme conglomerado de tanta incongruencia y encontradas posiciones no puede avanzar con ausencia de entendimiento, el acalorado escenario de la imposible coexistencia natural, derrotará por siempre el anhelo de progresar, el rencoroso lamento de justificación insincera por mediocre actuación impedirá la ambicionada satisfacción.

Aceptar al adversario y proporcionarle nuestros valores incrementa nuestra riqueza, bien sea esta de origen Cultural, Intelectual, Económico, Social y como usted amiga lectora o usted amigo lector lo quiera interpretar.

Estamos solos y nadie va a resolver nuestros problemas por nosotros, es nuestra responsabilidad acometer esa labor. Quizás hasta nos preguntaremos ¿Por donde empezar? ¿Qué puedo yo como ciudadano aportar? ¿Cómo puedo contribuir?

La respuesta a esas interrogantes esta en el seno de su corazón, el verdadero valor en nuestras vidas es implícito a la esencia de nuestro ser, la consecución de las metas viene dada por la fortaleza de los principios. Yo también fui victima de los resultados que contravinieron mis deseos, por diversos que estos fueran, más no puedo estacionarme en el garaje de mi cólera e irresponsablemente endosarle nuestro futuro a oscuros y deshonestos dirigentes para solapar mi decepción con arrepentimiento lejano por la desazón de mi acción. Hagamos un alto en el camino y reflexionemos sobre toda esta diatriba, brindémonos la posibilidad de creer firmemente en nuestra FE y además trabajemos en consecuencia; construyamos con nuestra participación valiente, intensa y real el destino que deseamos, dejemos un legado pulcro y cristalino, bien fundamentado en nuestro compromiso y nuestras convicciones, a quienes nos suceden en el amor a nuestra Nación, y de verdad creo que no hay otra manera de verlo.

...