“LOS PROYECTOS SOCIOPROFESIONALES EN TRABAJO SOCIAL CONTEMPORANEO”

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Universidad Nacional de Villa María

Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Sociales

ANTEPROYECTO DE TRABAJO FINAL DE GRADO

“LOS PROYECTOS SOCIOPROFESIONALES EN TRABAJO SOCIAL CONTEMPORANEO”

Alumna: Luciani, Leandra

Director: Barrionuevo, Marcelo

Carrera: Ciclo de Licenciatura en Trabajo Social

-2019-

Tema:

El presente trabajo pretende abordar algunas reflexiones en torno al debate contemporáneo sobre los proyectos socioprofesionales del Trabajo Social en la Argentina. A partir de allí, se puede decir que la inquietud de la autora del presente trabajo recupera perspectivas, discusiones y ejes que han formado parte del proceso formativo transitado en  los distintos espacios curriculares de la Licenciatura en Trabajo social. En tal sentido, la propuesta de ensayo teórico busca evidenciar, conjugar, articular y discutir un conjunto de perspectivas desandadas y que se han constituido en núcleos de tal proceso y, sustancialmente, considerando el ensayo teórico como  un género pertinente a la hora de establecer tensiones  entre perspectivas y miradas que sobre el trabajo social contemporáneo confluyen.  

De esta manera, el presente ensayo teórico, parte de considerar al Trabajo Social como producto de una determinada realidad socio-histórica, cuyo desarrollo se encuentra íntimamente ligado a las transformaciones societales y a su capacidad de brindar respuestas frente a dichas transformaciones. Es decir la existencia en cuanto profesión del Trabajo Social, de manera común a otras profesiones, está vinculada a la demanda histórica social que recibe la misma, producto de procesos particulares macroscópicos, y a su capacidad de dar particulares respuestas frente a dichas demandas.

Al pensar el debate profesional es preciso tener en cuenta que el mismo manifiesta tensiones y  fundamentos teóricos que se ponen en juego en un determinado  contexto socio-histórico;  así, lo pensamos en el marco de la contemporaneidad como categoría histórica. Las transformaciones sociales, políticas y económicas producidas en las últimas décadas, relacionadas con lo que se denomina neoliberalismo, se suceden en relación a una modificación en el régimen de acumulación que demanda nuevas formas de regulación en las relaciones capital -trabajo y en las formas en que se da respuesta a las manifestaciones de la cuestión social. Cabe aclarar, que con el término de “dar respuestas” me refiero más precisamente al posicionamiento que adopta el estado frente a la cuestión social.  En este sentido, las políticas sociales en este contexto han transitado procesos de descentralización, privatización y  focalización como formas de garantizar la eficiencia y eficacia en las acciones (Falappa y Andrenacci; 2011). Estos mecanismos han fortalecido entre otras, lógicas clientelares y de dependencia de los usuarios de servicios sociales reeditando las nociones de “ayuda” y “dádiva” en detrimento de la consolidación de sujetos de derechos.

A lo largo de la historia de la profesión se han ido canalizando diferentes respuestas antes las diversas exigencias sociales que permitieron (y permiten) comprender la realidad social y comprenderse como profesión en el marco de las relaciones sociales. Asimismo, una sociedad no se explica por sí misma sino que se explica por medio del desarrollo de las relaciones humanas establecidas en su seno. Esto nos indica que la acción humana siempre contiene para sí objetivos, fines y metas. “La acción humana, sea individual, sea colectiva, teniendo en su base necesidades e intereses, implica siempre un proyecto que, en pocas palabras, es una anticipación ideal de la finalidad que se quiere alcanzar, con la invocación de los valores que la legitiman y la elección de medios para lograrla” (Netto, 2003:272).

 En tales escenarios el Trabajo Social ha sido demandado para la intervención sobre las manifestaciones de la “cuestión social” y bajo esta demanda se ha dado prioridad al tratamiento técnico y procedimental de los fenómenos sociales. Pero debemos recordar y reafirmar en la recuperación del debate que, toda definición técnica requiere en sí misma una posición teórica y política sobre el tratamiento y definición de los llamados problemas sociales que configuran y condensan un conjunto de ideas, directrices en torno a proyectos socialmente deseables.

En las últimas décadas, en el marco del proceso de reconceptualización, se establecieron tensiones con los modelos tradicionales, generando líneas de debate críticas al interior del colectivo profesional.  Todo este proceso genero significativos niveles de intercambios al interior de la profesión y evidencio la convergencia de diferentes perspectivas analíticas que argumentaron el “significado social” del Trabajo Social y direccionaron su ejercicio.

 A criterio del autor de el presente ensayo, la comprensión de las modificaciones que se producen en las profesiones requieren realizar una lectura de ida y vuelta entre las transformaciones sociales macroscópicas y su particular procesamiento al interior de una determinada profesión, considerando asimismo que, dentro de una misma profesión, las respuestas frente a estas transformaciones no necesariamente son únicas ni homogéneas. Muy por el contrario, podemos encontrar una gran heterogeneidad -y hasta contradicciones entre los diferentes posicionamientos-, puesto que en definitiva, una profesión no es una entelequia con vida propia, sino que está constituida por una pluralidad de sujetos sociales que piensan y actúan teleológicamente.

Introducción:

Hablar de un trabajo social contemporáneo supone reconocer un trabajo social que no encuentra la realidad como un telón de fondo, ni que mucho menos se encuentra escindido de la realidad en la que interviene, sino por el contrario, un trabajo social contemporáneo, reconoce al cuadro socio-histórico como un punto neurálgico, ya que a partir de un conocimiento profundo e investigado del mismo permite al profesional ubicar su intervención a partir de las posibilidades y limites que de ella derivan, pero reconociendo también que ello depende íntimamente del carácter propositivo del profesional , entendiendo por esto las estrategias de intervención y /o los recursos que utiliza a fin de darle sentido a su práctica,  y de los sujetos con los que trabaja. Desde esta perspectiva y a fin de conjugar las propuestas de este ensayo, resulta necesario establecer  un proceso de constitución de un proyecto profesional en trabajo social ubicado en la múltiple intersección de la cuestión social y sus manifestaciones concomitantes.

Marilda Iamamoto (2003) en su libro “El Servicio Social en la contemporaneidad. Trabajo y formación profesional”, plantea que uno de los desafíos actuales por los que atraviesa el trabajo social es desarrollar una capacidad de lectura de la realidad, para que a partir de ello sea posible desarrollar propuestas de trabajo reales y creativas que permitan una efectivización de los derechos a partir de las demandas que surgen en la vida cotidiana de los sujetos. Esta lectura de la realidad, debe tener como  telón de fondo la cuestión social que según la autora es “el conjunto de las expresiones de las desigualdades de la sociedad capitalista madura, que tiene una raíz común: la producción social, mientras que la apropiación de sus frutos se mantiene privada, monopolizada por una parte de la sociedad.” (Iamamoto, 2003:41)

Al respecto, E. Grassi plantea que, “la cuestión social no se presenta como contradicción, sino que en cada época, se particulariza en problemas sociales que son, a la vez, la expresión hegemónica del modo como se interroga, interpreta, ordena y canaliza la misma”. (Grassi, 2003:11)

En este sentido, se puede afirmar que, el campo político es por excelencia, campo de producción de problemas sociales, en la medida que este campo establece mediaciones (define, caracteriza, prioriza, etc) en los procesos de gestión de la cuestión social.  

Desde estas perspectivas, este trabajo pretende plantear una aproximación explicativa de las tensiones que surgen a la hora de establecer cuáles son los proyectos socio- profesionales en Trabajo Social.

Las transformaciones sociales contemporáneas, operadas por la programática neoliberal bajo el comando del capital financiero, traen nuevos desafíos al conjunto de ciudadanos y de hombres y mujeres que viven de la venta de su fuerza de trabajo. Los trabajadores sociales, individual y colectivamente, no son ajenos a esta realidad.

En la actualidad existe una serie de nuevos y complejos interrogantes sobre la relación Estado-sociedad. Su complejidad puede ser estudiada desde diferentes perspectivas. Una posible vía de acceso es el análisis y el estudio de la intervención en lo social. Al respecto, se acuerda con Carballeda, que  plantea que, “Los nuevos escenarios de intervención en lo social se encuentran atravesados por una serie de rasgos que es necesario analizar. Se caracterizan por ubicarse en una dimensión espacio-temporal relacionada con la denominada "crisis de la modernidad", lo que implica una serie de fisuras y continuidades en conflicto. Por otra parte, esta nueva situación, que estaría desarrollándose desde hace aproximadamente treinta años, requiere una nueva agenda para la intervención en lo social que abarca una serie de temas relevantes: la aparición de nuevos interrogantes, el surgimiento de nuevos aspectos institucionales, la emergencia de nuevas problemáticas sociales, y la consecuente aparición de nuevas formas de comprender y explicar lo social que se transforman en otras y diferentes perspectivas en las ciencias sociales.” (Carballeda, 2012:42)

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