La introduccio a la Jubilación

INTRODUCCIÓN

Si bien el proceso de envejecimiento transcurre como un hecho que avanza sin mayores novedades, ya que acompaña a todas las personas en su ciclo vital desde que nacen hasta que mueren y es universal e irreversible, hoy en día su estudio adquiere gran relevancia debido al envejecimiento de la población en general, al aumentar la esperanza de vida y descender la mortalidad y la fecundidad. De hecho, las estadísticas nacionales muestran que Chile está envejeciendo rápidamente, al igual que muchos otros países en el resto del mundo y se estima que, en 30 ó 40 años más, viviremos en una población constituida básicamente por personas de mayor edad.

Por esta razón, se cree necesario aportar en la generación de conocimientos para estar mejor preparados ante esta transición demográfica mundial que sobrepasa el mero interés estadístico, afectando además a la economía, la ciencia, la política, la cultura, y la situación general, social y humana.

En este panorama se pretende profundizar en el conocimiento acerca de la jubilación, debido a que el número de jubilados ha aumentado en las últimas décadas, a medida que incrementa la población de la tercera edad. De este modo, el período de existencia útil de una persona tras jubilar será cada vez más extenso. De hecho, en el último tiempo se ha constatado que el período post- jubilatorio ha aumentado de 5 a, por lo menos 20 años, y cada vez con mejor calidad de vida. Por esto, es necesario actuar en conjunto para hacer de estos años, un período en el que jubilado viva con sentido y de manera productiva.

En este mismo ámbito, se cree relevante la preocupación por la situación de jubilación, ya que este evento puede llegar a ser causal de numerosas tensiones en la vida de un adulto mayor.

Tras jubilar suceden una serie de modificaciones en la vida de la persona, como por ejemplo, aumenta el tiempo libre debido al abandono de la rutina del trabajo; puede disminuir la capacidad física y psíquica como parte normal del proceso de envejecimiento bio-psico-social; se modifican los roles en la vida de pareja, tanto en quien abandona el mundo laboral como en quien se queda en el hogar; cambia la situación económica disponiéndose en general de menores recursos monetarios; se produce una posible ruptura de las relaciones sociales en general, ya que se deja de ver diariamente a quienes durante años fueron compañeros de trabajo; una pérdida de numerosos seres queridos como los amigos de toda la vida o cónyuge, todo lo que puede conllevar a sensaciones de soledad y depresión.

Otras tensiones pueden surgir debido al prejuicio largamente divulgado, que plantea que el trabajo es la fuente de todas las posibilidades y la única vía hacia el éxito y desarrollo personal. Prejuicio que además, concibe al jubilado como una persona prácticamente inepta para el desarrollo de un trabajo eficiente.

Enfrentado a estas creencias tan arraigadas, el jubilado al abandonar su puesto de trabajo se ve ante la pérdida de una fuente de identidad que hasta ahora lo ubicaba en un espacio concreto que organizaba su actividad y gran parte de su vida.

Otro motivo por el cual surge la necesidad de abordar la jubilación, se relaciona con que se cree que es un lujo desaprovechar las diversas capacidades del colectivo de todos los jubilados. Frecuentemente, se habla de este grupo como si fuera una ‘carga social’, sin detenerse a pensar en el error que aquí está implícito, ya que lejos de ser una carga son una potencial fuente de riqueza, debido a su conocimiento, gran experiencia, serenidad, sabiduría y seguridad. Por ello, urge estudiar y propiciar estructuras y causes adecuados para que este potencial se revierta a favor de toda la sociedad y el jubilado reciba la acogida y tratamiento que le corresponde.

Un nuevo aspecto que incentiva el estudio de la jubilación, es que en Chile existe escasa información e investigaciones respecto de ésta y la que hay, se relaciona con aspectos geriátricos y médicos de la vejez.

Países más desarrollados, en cambio, se han preocupado de generar un continuo progreso teórico describiendo detalladamente el proceso de jubilación. Especificamente, han descrito distintas variables que entran en juego en la actitud y adaptación al retiro laboral y, sobre todo, en el período post- jubilatorio. Dentro de éstas se pueden mencionar, la condición económica, la situación laboral, la calidad de la relación marital, edad, la organización del tiempo libre, el género y nivel educacional, entre otras.

Sin embargo, el estudio de la personalidad y el significado que la persona le atribuye al momento de jubilarse, son variables que aún no han sido ampliamente descritas. Motivadas por esta situación, surge la inquietud de estudiar las posibles relaciones existentes entre ambas variables.

De este modo, el objetivo del presente estudio fue identificar, a partir de una muestra de sujetos prejubilados, las potenciales relaciones existentes entre el significado que le atribuyen a su jubilación y el perfil de personalidad de cada uno de ellos, con las posibles implicancias que estos vínculos suponen para su calidad de vida futura.

Esto se realizó a través de un estudio de tipo descriptivo, con un diseño de investigación de carácter no experimental transeccional- correlacional.

Se trabajó con una muestra de 52 jubilables o prejubilados, varones entre 60 y 65 años de edad y mujeres entre 55 y 60 años de edad que, entre los años 2003 y 2004 no hubiesen jubilado, se encontraran trabajando y aún estuviesen recibiendo algún tipo de remuneración.

Los datos de la investigación se obtuvieron aplicando dos instrumentos: el Cuestionario Factorial de Personalidad 16 PF-5 y un Cuestionario de Significados Atribuidos a la Jubilación. Este último, fue modificado a partir de la traducción y adaptación realizada por los autores Pastor, Villar, Boada, Chiapella y Mancip (2003).

Otro estudio que se realizó, a partir la información que se recogió a través de una hoja de identificación anexada al Cuestionario de Significados Atribuidos a la Jubilación, fue averiguar si existían o no diferencias significativas entre ser varón o mujer; estar casado, soltero o viudo; haber tenido o no acceso a la educación superior; percibirse como parte de un nivel socioeconómico bajo, medio o alto; y el modo en que la persona visualiza el retiro laboral.

Finalmente se dejan planteadas, entre otras cosas, dos ideas relevantes respecto de los programas de preparación para la jubilación.

La primera de ellas, se refiere a la necesidad de comenzar a difundir este tipo de intervenciones a nivel nacional, ya que si un país prepara a sus futuros jubilados, se ve favorecido en numerosas áreas. Esto debido a que no sólo se benefician quienes jubilan, sino que además sus familias, las empresas, los lugares de trabajo y, en último término, la sociedad en su conjunto.

La segunda se refiere a lo enriquecedor que sería para estos programas, si se pudiese dividir a los grupos con los que se trabaje según ciertas categorías. Esto para que la información y los consejos que se entreguen sean atingentes a las necesidades y preferencias de ese grupo en particular y no a otro. Por ejemplo, si a un grupo de trabajadores a los que hay que preparar para la jubilación, se les aplica un instrumento (que puede ser Cuestionario de Significados Atribuidos a la Jubilación o un CuestionarioFactorial de Personalidad 16 PF- 5), se podrían detectar características de ese grupo que lo hará diferente de cualquier otro (como ser un grupo con altos niveles de ansiedad o un grupo donde el 75% de los trabajadores visualizan el retiro como una pérdida negativa). Desde este primer paso, se podrían adaptar y acomodar las sesiones de esa preparación jubilatoria para potenciar los recursos de la mayoría del grupo y modificar los aspectos que a futuro puedan dificultar una adaptación satisfactoria a la jubilación.

Dentro de las posibles limitaciones que pueden surgir al estudiar un tópico de gerontología, como la jubilación, es la de vencer las resistencias que surgen al intentar perturbar las creencias, mitos, valores y funciones asociadas tradicionalmente a la vejez y al rol de jubilado. En este sentido, el riesgo que se corre es que este sea sólo un estudio más y que pasen muchos años hasta que trabajos como este cobren relevancia a nivel nacional.

Aún considerando estas posibles limitaciones, hay una realidad objetiva y es que la población envejece y hay más jubilados de los que hay que preocuparse por lo que, tarde o temprano, esfuerzos como este ofrecen, tanto en el plano teórico como práctico, la posibilidad de adentrarse en el tema y de abrir e incrementar espacios para llegar a intervenir concretamente en él.

Hasta ahora, las disciplinas que se preocupan de la tercera edad en general tienden a tener una mirada de este grupo como personas homogéneas. Desde la gerontología o estudio integral de la vejez, en cambio, se sabe que éste es un grupo etáreo muy heterogéneo, con diversas necesidades, motivaciones e intereses, producto de las distintas historias de vida de cada persona.

Tomando en cuenta estas consideraciones se espera que, a partir de este estudio, queden abiertas numerosas líneas futuras de trabajo, que idealmente se hagan desde las distintas áreas para lograr ir moviendo el foco de atención y pasar desde una mirada solamente geriátrica hacia una gerontológica, que es el modo correcto y, por esencia multidisciplinario, de abordar el tema de la ancianidad.

...