La presente Tesis representa un reto individual personal y profesional.
elideth141194Síntesis10 de Noviembre de 2016
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Introducción
La presente Tesis representa un reto individual personal y profesional. Ha sido creada con la intención de que llegue a manos de estudiantes con falta de conocimiento de comprender la estructura básica del pago de impuestos en México, no solo conociendo el contenido de las leyes sino entendiendo las razones por las que fueron creadas, así como la importancia que tiene para el Estado la relación jurídica entre el gobierno y los contribuyentes.
Para ello, se pretende explicar de forma clara cuáles son las bases del Derecho fiscal, los principios que lo rigen, los elementos esenciales de los tributos, explicando dichos fundamentos del Derecho Fiscal.
Esta obra va dirigida especialmente no sólo a estudiantes de derecho como otros libros de Derecho Fiscal, sino de diversas carreras como administración, contaduría pública, relaciones internacionales, etcétera. Esto es, además de abogados, para carreras que no se encuentran familiarizados con la terminología jurídica pero que buscan conocer de qué se trata la materia tributaria.
El Derecho Fiscal es una materia compleja por su contenido y aplicación, asimismo se trata de una rama del derecho tan cambiante que su actualización requiere un estudio constante. Sin embargo, los pilares que la conforman como son: las fuentes de las que emana, los principios constitucionales que la rigen, los elementos de los tributos, así como los procedimientos administrativos que regulan la actividad de la autoridad fiscal han permanecido como constantes en su estudio.
Por esta razón, se busca explicar al lector de una forma sencilla de qué se tratan estas constantes. En ocasiones los alumnos piensan que existen materias dentro de su formación académica que no tiene una función en la vida práctica o en la vida real, no es el caso del derecho fiscal.
Al contrario, una persona desde el momento en que realiza un acto de comercio como comprar un bien, inicia su actividad laboral, o bien inicia un negocio propio, está realizando actos que tienen una consecuencia tributaria, ya sea porque por dicho acto se genera la obligación de pagar o retener un tributo, o simplemente porque en ocasiones pagamos tributos sin siquiera percatarnos de ello.
Así, al realizar actividades dentro de nuestra vida diaria estamos obligados a relacionarnos con ese órgano del Estado encargado de la recaudación como es el Servicio de Administración Tributaria. De manera que, el estudio del Derecho Fiscal cobra especial importancia, al formar parte en nuestra vida cotidiana.
En ese sentido pretendemos que, los alumnos de diversas carreras tengan un acercamiento con la materia tributaria, que comprendan su importancia y a la vez que conozcan en qué consiste esa obligación de pagar tributos, cuáles son éstos, de qué forma se calculan y se pagan; así como, que existen medios a través de los cuales los gobernados podemos defendernos de las arbitrariedades de la autoridad.
Unidad 1
Antecedentes históricos del pago de Impuestos
1. Mundo Antiguo
Muchos se preguntan ¿En dónde aparecieron los impuestos? y la respuesta más conveniente sería que los impuestos aparecieron desde que apareció el hombre pues es algo que ha seguido la humanidad como la llamada "Ley más fuerte" ya que el más fuerte se ha aprovechado de los débiles para cobrarles tributos de muchas formas, anárquica, caprichosa y de muchas formas humillante.
La historia de los impuestos es casi tan antigua como la historia del hombre pensante. Desde las primeras sociedades humanas, los impuestos eran aplicados por los soberanos o jefes en forma de tributos, muchos de los cuales eran destinados para asuntos ceremoniales y para las clases dominantes.
Con la teoría de Maslow, es la necesidad de considerar que existe un "ser superior" o "Dios"; de ahí que el ser humano haya dado un valor relevante a la Religión; sin embargo, esta situación ha motivado que en ciertos momentos el poderoso se valga de ello para sacar buen provecho personal. (Piña)[1]
La religión ha sido aprovechada de tal modo que en la antigüedad se hacía prácticamente imposible la defraudación de tributos ya que se consideraba que si alguien no cumplía con su deber de pagar, pesarían sobre el calamidades que iban desde enfermedades, demonios, hasta la muerte.
Desde las primeras sociedades humanas, los impuestos eran aplicados por los soberanos o jefes en forma de tributos, muchos de los cuales eran destinados para asuntos ceremoniales y para las clases dominantes.
1.1 Egipto
Egipto, una de las primeras civilizaciones donde existían los tributos para el faraón, una forma común de tributar era por medio del trabajo físico; tal es el caso de la pirámide de Rey Keops, que según la historia fue hace 2500 años antes de Cristo y que se necesitaron más de 20,000 brazos humanos para transportar los pesados bloques ya que algunos pesaban más de 300 toneladas, o la declaración de impuestos sobre animales, frutos del campo y semejantes, esta organización dejó al mundo moderno experiencias valiosas por su control de declaraciones, lo cual se ha podido conocer a través de los trabajos de antropología realizados en las famosas construcciones de Egipto. (Zavala, 1980)[2]
Durante los varios reinos de los faraones egipcios, los recaudadores de impuestos eran conocidos como escribas. En un período los escribas impusieron un impuesto en el aceite de cocina. Para asegurarse de que los ciudadanos no estaban burlando el impuesto, los escribas auditaban las cantidades apropiadas de aceite de cocina que eran consumidas, y que los ciudadanos no estaban usando residuos generados por otros procesos de cocina como sustitutos para el aceite gravado.
Los egipcios demostraron su control fiscal, al operar con recibos de cobro de los tributos, dichos recibos consistían en piezas de cerámica que servían como comprobante de pago de determinados tributos. En los tiempos memoriales el "poderoso" manejó la guerra como forma de dominar a los demás pueblos; de esto se deriva que los triunfadores en lucha procuraban, una vez concluida la batalla, erigir construcciones o monumentos en los cuales se hacía la mención a los tributos que los vencidos deberían pagar a los victoriosos. (Piña)[3]
Por otra parte, en este mismo reino el pueblo tenía que arrodillarse ante los cobradores de impuestos del faraón, quienes además de presentar su declaración, tenían que pedir gracias. Las piezas de cerámica en ese entonces se usaban como recibos de impuestos. En la isla mediterránea de Creta, en el segundo milenio antes de Cristo, el rey Minos recibía hasta seres humanos como tributo.
1.2 Roma
Un pueblo tan conocido mundialmente es el romano, que ha brindado notables aportaciones al Derecho Moderno, pues aún se conservan efectos jurídicos que antes se aplicaban en el Derecho Romano.
Dentro del campo tributario, como experiencia a las nuevas civilizaciones, nos deja las aportaciones de sus emperadores tales como Augusto, que en el tiempo que manejó los destinos del imperio estableció el impuesto del uno por ciento sobre los negocios globales. (Piña)[4]
Augusto fue considerado por muchos como el más brillante estratega fiscal del Imperio Romano. Durante su gobierno como “Primer Ciudadano”, los publicanos fueron virtualmente eliminados como recaudadores de impuestos por el gobierno central. Durante este período se dio a las ciudades la responsabilidad de recaudar impuestos. Instituyó un impuesto sobre la herencia a fin de proveer fondos de retiro para los militares. El impuesto era de cinco por ciento para todas las herencias, exceptuando donaciones para hijos y esposas.
Los ingleses y holandeses se referían al impuesto de Augusto sobre la herencia para desarrollar sus propios impuestos sobre herencias.
San Mateo fue un publicano en Cafarnaum durante el reino de César Augusto. Él no era de los viejos publicanos sino un contratado por el gobierno local para recaudar impuestos.
En el año 60 después de Cristo, Boadicea, reina de la Inglaterra Oriental, dirigió una revuelta que puede ser atribuida a corruptos recaudadores de impuestos en las islas británicas. Se afirma que su revuelta ocasionó la muerte de todos los soldados romanos en cien kilómetros a la redonda, ocupó Londres y ocasionó más de 80,000 muertos. (Piña)[5]
La Reina pudo reclutar un ejército de 230,000 hombres. La revuelta fue aplastada por el Emperador Nerón, y ocasionó el nombramiento de nuevos administradores para las Islas Británicas.
Otro emperador fue Tito, este decreto el cobro de impuestos por el uso de urinarios públicos. En el imperio Romano existía desde una organización bien fundada en el campo tributario, hasta la tiranía de los emperadores como es el caso de Tito, como un impuesto humillante como el citado de urinarios públicos.
El imperio Romano cobraba fuertes tributos a sus colonias, situación que permitió que por mucho tiempo los ciudadanos romanos no pagaran impuestos.
1.3 China
La sociedad China es sin duda una de las más antiguas, los homínidos de la región y los fósiles hallados, el “hommo pekinensis”, datan de casi 500.000 años; tenemos registros documentales de 4.000 años de antigüedad, iniciándose su historia con la dinastía Xia en el siglo XXI a.C.
Las dinastías Shang, del bronce y la cerámica; Zhou, del hierro; las del período Primavera y Otoño, en las que ya se trabajaba el acero y “competían cien escuelas de pensamiento”, como Lao Tsé, Confucio, Mencio y Sun Wu; los “reinos combatientes”, unificadores en la dinastía Quin; la construcción de la Gran Muralla y magnas obras hidráulicas, el impacto de Occidente a través de la “ruta de la Seda y las Especies”, fueron descriptos por Marco Polo en todo su poderío; la dinastía Ming organiza la economía, trasladando la capital a Beijing; el ingreso en la modernidad; la guerra del Opio en 1840 y la presencia colonial posterior de Inglaterra, Francia, Estados Unidos, Rusia y Japón. Las guerras entre 1919 y 1949 y la implantación del comunismo, en su versión peculiar de la República Popular China de Mao Zedong y su consolidación fuertemente antiimperialista y antifeudal.
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