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La revuelta de los comuneros


Enviado por   •  5 de Junio de 2017  •  Apuntes  •  1.061 Palabras (5 Páginas)  •  299 Visitas

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Colombia I – Pablo Rodríguez Jiménez

Parcial Final

  • Explicar las razones del movimiento comunero, su desarrollo, analizar su ideario político, nombrar sus líderes, comentar sus fases, alcances y consecuencias

El 16 de marzo de 1781, en la parroquia del Socorro se inició una de las revueltas más importantes contra el poder virreinal en la historia de la Nueva Granada. Las causas de este levantamiento fueron las reformas borbónicas; que buscaban devolverle el poder a España sobre la administración de América. Otra causa fue la aplicación de impuestos por parte de la corona hacia productos como el tabaco y el aguardiente.

Los campesinos, quienes se dedicaban al cultivo de tabaco y producción de aguardiente, no estaban contentos por el impuesto en sus productos, lo cual hizo que estos se organizaran y con apoyo de los criollos proclamaran la mencionada revuelta. Se puede asegurar que esta insurrección no se da de la noche a la mañana, sino que ya se venía gestando a lo largo de las décadas por el firme descontento de comerciantes y campesinos. ¨Desde aproximadamente 1765, la resistencia a los impuestos fue constante y a veces violenta y, a partir de 1779, cuando España empezó a echar mano a los americanos para financiar la guerra con Gran Bretaña, el desafío se acrecentó¨ (Lynch, Pág. 120, 2001).1

A quien se le atribuye el comienzo de la revuelta, fue Manuela Beltrán, nacida allí mismo, esta acudió a la rebelión del 16 de marzo el día de mercado público, porque la audiencia introdujo las medidas fiscales y una serie de impuestos por muchas razones. La insurrección se esparció por toda el nororiente del virreinato, y pasando al occidente y al centro. El pueblo gritaba “¡qué viva el rey y que muera el mal gobierno!”.

Los Criollos, aprovecharon esta revuelta y se puede decir que fueron los actores intelectuales de esta. Sus motivos eran la centralización de la corona Española en América, es decir, la ocupación de altos puestos administrativos solo por españoles.

Aquí aparece Francisco Berbeo, quien asumió el liderazgo de la revuelta, convirtiéndose así en un caudillo del movimiento comunero. Tuvo cargo de comandante y ayudó con la organización. Junto con Antonio Monsalve, formaron la estructura dentro del movimiento. Según McFarlane “Francisco Berbeo, Antonio José Monsalve y Francisco Rosillo simpatizaron evidentemente con los insurrectos y sacaron ventaja del descontento popular para expresar su propia antipatía por las reformas” (McFarlane, Pág. 382, 1997). Las masas insurrectas fueron creciendo atrayendo simpatizantes de poblaciones y aldeas. Ambrosio Pisco, cacique mestizo de aldeanos indios de Santa Fe, Tunja, Vélez y Sogamoso, fue obligado a aceptar posición de capitán de comuneros y unirse a la causa, al final este movimiento terminó movilizando a 20.000 personas en promedio.2

Así pues los comuneros se desplazaban a la capital, pero su avance se vio frenado en Zipaquirá, donde el arzobispo de Santa Fe Antonio Caballero y Góngora fue enviado por mismísima orden del virrey para negociar con los rebeldes. Este pactó con los comuneros la dispersión de la turba a cambio de la eliminación de la mayoría de los impuestos.3 

La rebelión se apaciguó parcialmente con los acuerdos de Zipaquirá (35 capitulaciones) en junio de ese mismo año, y continuó en una segunda etapa como un amplio movimiento que involucró a pobladores de los Llanos, Neiva, Nariño, Cauca (actual Valle) y la Costa Atlántica.4

Acá se destaca José Antonio Galán quien se unió al movimiento y formó un batallón de 400 hombres armados con machetes y algunos rifles. Hizo campaña por Guaduas y Cundinamarca liberando a los esclavos negros y eliminando los tributos indígenas. A su paso proclamaba la "unión de los oprimidos contra los opresores”. Cuando el jefe rebelde Francisco Berbeo firmó la Capitulación de Zipaquirá, Galán se opuso y continuó atacando a los hacendados, sean españoles o criollos.5

El virrey Manuel Antonio Flórez, quien se encontraba en Cartagena de Indias, desconoció las capitulaciones, bajo el argumento de que habían sido firmadas bajo amenaza y envió el regimiento fijo desde esa ciudad para implantar la autoridad en Santa Fe. Todo volvió a su antiguo estado. Un grupo de comuneros, al mando de José Antonio Galán decidió levantarse de nuevo. En represalia él y sus compañeros Isidro Molina, Lorenzo Alcantuz, y Manuel Ortiz, recibieron castigos ejemplares.6

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