Lenguaje De Señas

Universidad Andrés Bello Miércoles 30 de abril del 2014

Ensayo

“Manifestando con palabras, lo que un sordo quisiera decir”

Constanza Atenas (Enfermería)

Eduardo Cepeda (Tec. Medica)

Introducción:

Hoy en día escuchamos a mucha gente decir frases como “la tecnología esta tan avanzada”, “somos un país en vías de desarrollo”, “la economía está por el suelo”, ”me gustaría ganar más dinero”, la mayoría de las personas fijan su atención en las cosas simples, en lo banal, lo del mundo, lo de siempre, muchos dan vuelta la cara para no recibir bofetadas de realidad y hay pocos que ponen la mejilla para comprender el dolor de una persona con discapacidad.

Este ensayo tiene el objetivo de analizar e intentar intervenir en el mundo de los sordos, aquellos que no escuchan pero sienten, ven y viven como cualquier persona, aunque muchas veces son tratados con desprecio y hasta con lastima. Busca dar una mirada distinta e intenta volcar la percepción de muchos acerca de las personas sordas o con cualquier discapacidad.

Vivimos en un mundo donde todo está hecho para personas con ciertas características solo por el hecho de que son mayoría, un país donde los discapacitados son alejados de la sociedad y marginados a una vida sin logros solo por su condición, a veces pensamos que un discapacitado ,como por ejemplo un sordo, no tiene habilidades para desenvolverse y enfrentar el mundo, tenemos la falsa creencia que por causa de su discapacidad no pueden tener las mismas oportunidades que alguien no discapacitado, esta concepción ha ido cambiando con el pasar de los años gracias a distintas leyes, medidas educacionales, opciones laborales, etc… pero aún estamos lejos de alcanzar la equidad entre personas con discapacidad y aquellos que no la tienen.

Cuando una persona ve a un sordo en la calle hablando en lenguaje de señas puede pensar, ”pobrecito” “que bien” “que extraño” “me gustaría saber lo que dicen” pero solo queda en eso, en el pensamiento y no es llevado a una acción concreta, la mayoría de las personas se quedan con las ganas de saber que están diciendo pero no se esfuerzan por conseguirlo, es por esto que los sordos cada día se sienten más aislados, porque por más que ellos intenten encajar en una sociedad de personas oyentes somos nosotros mismos quienes no se lo permitimos, somos nosotros los que limitamos su aprendizaje y su desarrollo, plantamos murallas de discriminación y las hacemos crecer cada vez que no somos capaces de mirar la discapacidad con otros ojos.

Muchas veces se vive la discriminación dentro de las propias casas de los discapacitados, cuando la propia familia con un hijo sordo lo obliga a adaptarse a su estilo de vida y ellos no se comprometen a incluirse en la dinámica de vida de aquel niño sordo, que se va sintiendo solo y aislado en la primera etapa de su socialización

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