Los Factores De Los Antagonismos Politicos

LOS FACTORES DE LOS ANTAGONISMOS POLÌTICOS

Los antagonismos son el elemento base de la política. El problema consiste primeramente en definir los factores que engendran estos antagonismos políticos. Para los conservadores tradicionales, la lucha por el poder opone las “elites”, que son las únicas capaces de ejercerlo, a las “masas”, que no admiten la superioridad natural de las élites y de su derecho a mandar. Algunos admiten también que existen razas superiores, creadas para dominar, y razas inferiores que no pueden acceder a la civilización.

Los liberales rechazan estas ideas de desigualdad natural entre grupos sociales o razas. Imaginan la lucha política a imagen de la competencia económica. En una sociedad en la que los bienes disponibles son insuficientes en relación con las necesidades que hay que satisfacer, existe una competencia permanente entre los hombres, esforzándose cada uno por conquistar el mayor numero de ventajas en detrimento de los otros.

Para los marxistas, los antagonismos políticos son también de naturaleza económica, pero dependen de la estructura de la producción más que de una rivalidad por el consumo. El estado de las técnicas determinan los modos de producción (por ejemplo la agricultura antigua, industria moderna, etc.), las cuales producen las clases sociales. Unas detentan los instrumentos de producción, y otras no tienen para vivir más que su fuerza de trabajo que debe vender a las primeras. Así la lucha política es el producto de la lucha de clases.

Las teorías psicoanalistas contemporáneas destacan los condicionamientos psicológicos de los combates políticos. Uno de los méritos de este análisis ha sido el de señalar que el homo politicus es muy complejo, y que la búsqueda de las ventajas materiales del poder no es siempre el principal motivo que lleva a conquistarlo. No existe ya ni homo politicus ni homo economicus sino que es el hombre completo el que se encuentra sumergido en la vida social bajo sus diversos aspectos.

Podemos clasificar estos diferentes factores de antagonismos políticos en dos grupos de categorías. Unos tienen su importancia en el nivel de los individuos: tales son las aptitudes individuales y los factores psicológicos. Otros tienen, por el contrario, un carácter colectivo: tales son los factores raciales, las diferencias de clases sociales, los factores socioculturales.

Las luchas por el poder se desarrollan, en efecto, por un lado, entre personas, y, por otro, entre grupos.

LOS FACTORES INDIVIDUALES

Podemos distinguir dos categorías de factores individuales en las luchas políticas.

LAS APTITUDES INDIVIDUALES

Las teorías que explican las luchas políticas por las diferencias de aptitudes individuales derivan de las concepciones biológicas de Darwin. Según el autor cada individuo debe luchar contra los otros para sobrevivir. Únicamente los más aptos lo lograran. Este mecanismo de selección natural asegura la conservación de la especie y el desarrollo de los mejores. La lucha por la existencia se transforma aquí en lucha por la satisfacción de las necesidades. En el dominio político, adquiere el carácter de “lucha de preminencia” que sirve de base a las teorías de la elite. De la competición por el poder a causa de las ventajas que éste procura, surgen los mejores, los más aptos, los mas capaces para gobernar.

Las teorías relativas a las aptitudes individuales

Las teorías que ven en las diferencias de aptitudes individuales el factor esencial de las luchas políticas presentan una gran diversidad. Poseen todas un punto común. Todas afirman que existen individuos mas dotados que otros, que estos individuos utilizan sus cualidades para conquistar y ejercer el poder, y que los menos dotados se esfuerzan en impedir la ascensión de aquellos.

Las teorías liberales: concurrencia económica y concurrencia política.

El hecho esencial en todas las sociedades humanas estriba en la escasez económica, es decir, en la insuficiencia de los bienes disponibles en relación con las necesidades que hay que satisfacer. Cada hombre, al tratar de satisfacer al máximo sus propias necesidades, da pie a la aparición de una competición permanente entre consumidores demasiado numerosos frente a productos demasiado escasos. La historia muestra que los individuos, las clases, los grupos que ejercen el poder político se aseguran siempre grandes privilegios económicos. La obtención de estos privilegios es el motivo esencial de la lucha política. No se busca el poder en si mismo, sino las ventajas que procura. Cuanto más se asegure el poder político, mayor parte se obtendrá de las riquezas económicas.

Del interés particular al interés general. En la lucha política triunfan los mejores (más aptos por su coraje, astucia, capacidad de trabajo).

Los motivos de las luchas políticas son egoístas. Se trata de conquistar el poder para obtener a causa de esta situación ventajas personales, y no para consagrarse al servicio de la colectividad. De igual modo, se fabrican productos y se les vende para obtener beneficios, y no para satisfacer al consumidor. Pero, como los más dotados son los que triunfan, el interés general se encuentra satisfecho. Los menos aptos quedan alejados.

Las teorías conservadoras: las elites

Para los conservadores, los más aptos no son los más fuertes, los más inteligentes, sino los “mejores”.

La noción de elite: La primera reposa únicamente sobre la eficacia material mientras que la segunda implica también una apreciación moral, un juicio de valor. También afirma que los hombres son naturalmente malos, que se mueven por instintos bajos y que tienen tendencia a volver al salvajismo primitivo. La civilización entera ha sido construida por estas “elites” a pesar de la oposición y de la envidia de las “masas” ciegas y brutales. La civilización se mantiene esencialmente a causa de la sujeción que ejerce el poder político detentado por las “élites”. Sin esta sujeción, las sociedades caerían en la anarquía, y volverían al estado salvaje. La lucha política es la lucha de las masas, las cuales no aceptan una sujeción en provecho de la comunidad completa.

Las elites y el servicio: En esta rivalidad, las élites no se mueven esencialmente por intereses egoístas. Pero las elites se encuentran aun más animadas por un sentido del servicio”, esto es, son conscientes de que su deber social consiste en actuar por el interés general. Forman parte de la elite los

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