Los filósofos y la pandemia del siglo XXI

Universidad Nacional Autónoma de México

Escuela Nacional Preparatoria No. 4

 “ Vidal Castañeda y Nájera”

Los filósofos y la pandemia del siglo XXI

Autores:

Alvarez Arroyo Astrid Virginia

Mancilla Flores Cyntia Gissele

Moran Viveros Galia

Grupo: 614

Introducción:

En el presente trabajo se aborda la concepción de la realidad en el tema de la pandemia. Si la pandemia está es porque existe. Entonces, la pandemia que estamos viviendo la concebimos como una enfermedad infecciosa provocada por un coronavirus recientemente descubierto, este virus apareció en China, en diciembre del 2019 y de ahí se ha extendido por todo el mundo.

La pandemia ha sido una gran noticia y sorpresa a nivel mundial cambiando la vida y la perspectiva en muchas cuestiones de la vida cotidiana de las personas, tanto jóvenes como adultos creando tantas interrogantes acerca de diversos temas, tal como la muerte, el porqué estamos aquí, entre otros; provocando que nuestra percepción sobre cosas que antes parecían normales, ahora las concebimos como raras o en desuso, así como palabras que se han vuelto indispensables y de uso diario, llevándonos con ello a reflexionar el hecho que la visión de la realidad ha cambiado de una manera drástica y rápida para el mundo.

Hemos tenido que adaptarnos a una nueva forma de vida, que trae consigo nuevas expresiones y vocabulario, utensilios básicos, pérdidas tanto humanas como culturales, sociales y económicas, crudas preguntas ante las dificultades emergentes y sus causas e intensas respuestas basadas en experiencias propias. Como cualquier proceso de cambio que la humanidad ha vivido y seguirá sobreviviendo, debemos buscar la forma de anteponerse a las adversidades y aprovechar al máximo nuestras capacidades, con ello lograr estabilizar las problemáticas actuales.

Desarrollo:

Muchas de las cuestiones que hacemos constantemente acerca de nuestra realidad y existencia pueden ser respondidas por distintos autores con posturas y respuestas diversas, pero si retomamos a Demócrito, el dice que “todo lo que existe son átomos y el vacío” (webdianoia, 2001)^[1] y, por lo tanto, todo lo que podemos ver y lo que somos son solo átomos unidos entre sí, imperceptibles para el ojo humano y como sola razón el moverse por azar, por eso su nombre es “átomo” debiéndose a que en griego significa “indivisibles” dándose por tener esa cualidad.

Ahora, si reflexionamos en las familias que han sufrido pérdidas en esta pandemia y en aquellas personas que ahora ya no existen, su percepción ante esta nueva realidad que fue bruscamente reformada, llevándonos a incluir en nuestro lenguaje diario palabras que antes eran casi únicamente empleadas por los doctores, pero ahora es algo que usamos en todos lados con distintas palabras o incluso algunas palabras similares a nuestro idioma, preguntarnos de dónde vienen y es que, no existe una regla para ellas como tal ya que dependen de su uso, de su porvenir, hasta por sí mismas; pero cuando volteamos a ver otras situaciones como la cercanía a la muerte, tal es el caso que en donde muchos rezan y encomiendan a esos muertos con su Dios y con sus Santos, ya que es lo más cercano que tienen o es lo que prefieren pensar en este caso, cuando un ser querido o ellos mismos se enfrentan a la fatalidad, el que habrá alguien esperándolos y que los protegerá de todo, es una idea reconfortante.

Pero para otros autores, en este caso Epicuro, no es así, él afirma que “no hay más que una realidad, el mundo sensible, niega la inmortalidad del alma y afirma que ésta, al igual que todo lo demás, está formada por átomos” (Sánchez, 2013)^[2], por lo que podríamos decir que no desaparecemos pero tampoco perduramos de la forma que queremos y deseamos, sino simplemente somos átomos que viven en la única realidad que hay la cual es el mundo sensible; él expone poniendo en cuestión muchas creencias humanas de las cuales no tenemos total certeza, aquella incertidumbre que tenemos por la cambiante realidad y a pesar de la opinión de Epicuro, somos vulnerables a distintos tipos de miedos, todos sino es que la mayoría los resiente en algún momento de la vida.

La lucha contra los miedos son parte fundamental de la filosofía de Epicuro (2013), para los cuales él propone el Tetrafármaco que son posibles soluciones a estos miedos (Los cuatro miedos más generales y significativos, S.) y se retomará lo más esencial en tiempos de pandemia:

El miedo a los dioses. “Por el contrario, los dioses deberían ser un modelo de virtud y de excelencia a imitar, pues viven en armonía mutua manteniendo entre ellos relaciones de amistad” (Sánchez, 2013). Lo que representa para algunas religiones es el castigo por el comportamiento humano hecho en la vida.

El miedo a la muerte. “Es un temor que se produce por dos motivos: o bien la imaginación nos lleva a pensar que existen cosas terribles tras la muerte o bien es fruto de la consideración de que yo, como individuo, voy a dejar de existir para siempre” (S., 2013). Este podría ser un gran ejemplo de las personas enfermas con miedo a morir, a ser olvidadas, de dejar a sus familias, de lo que hay más allá y de soltar su último aliento con el que terminará con todo en su vida, dejando bellos  y efímeros recuerdos.

El miedo al dolor. ”Todo dolor es en realidad fácilmente soportable” (2013), el dolor es algo con lo que la mayoría desearía no experimentar, pero ser un ser humano conlleva que el dolor se presente en distintos momentos y formas en la vida, constantemente siendo para algunos un castigo por algo que se haya hecho, de ahí viene la frase “morir es fácil, lo difícil es vivir” ya que constantemente nos encontramos ante retos, como esta pandemia que ha afectado cruelmente a la humanidad y donde la enfermedad azota de manera dolorosa y desgastante desde física, mental, económicamente, etc. Epicuro expone que el dolor es fácilmente soportable, pero no estamos de acuerdo ya que cada persona es diferente y con antecedentes diferentes.

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