PERSPECTIVAS TEORICAS DEL MULTICULTURALISMO
JAVIREY55 de Octubre de 2013
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Multiculturalismo, globalización e identidades: construyendo una mirada plural
El surgimiento de una concepción global del mundo ha puesto en el centro del debate la
diversidad cultural y lingüística que es característica de cada una de las naciones del
orbe. Enfocada como problema algunas veces, y como riqueza las menos, es evidente
que la reflexión sobre la composición plurilinguística y multicultural de las sociedades
contemporáneas ha ido generando un nuevo campo de conocimiento, sumamente
complejo, que tiene como una de sus dimensiones el tratamiento de dicha diversidad en
los procesos educativos.
Esta es una problemática contemporánea, y por lo tanto, la reflexión sobre la diversidad
ha ido avanzando hasta dar lugar a propuestas y denominaciones que intentan un
abordaje más comprehensivo de la problemática en cuestión. Sin embargo, el desarrollo
teórico de la propuesta multicultural es incipiente: las definiciones y conceptos que
intentan dar cuenta del fenómeno son aún poco precisos; prevalecen visiones que se han
elaborado como resultado de políticas que intentan resolver problemas, pero que aún no
han consolidado una verdadera comprensión de los hechos a que da lugar su aplicación;
se evidencian confusiones entre las nuevas propuestas y las políticas anteriores; la
investigación y la formación de educadores en este campo temático es aún insuficiente.
En el presente trabajo iniciaremos con una ubicación de las principales corrientes de
pensamiento que han intentado definir enfoques pluralistas para dar cuenta de la
diversidad, poniendo el énfasis, no tanto en los conceptos y teoría desarrollados, sino en
los usos que se han ido consolidando a partir de los debates actuales.
En primer lugar, el multiculturalismo puede ser visualizado como una situación de
hecho o como un conjunto de reflexiones que dan lugar a propuestas de acción y
organización social; como señala Lamo de Espinosa:
“entiendo por multiculturalismo (como hecho) la convivencia en un mismo
espacio social de personas identificadas con culturas variadas, y entiendo
(también) por multiculturalismo (como proyecto político, en sentido, pues
normativo) el respeto a las identidades culturales, no como reforzamiento de su
etnocentrismo, sino al contrario, como camino, más allá de la mera
coexistencia, hacia la convivencia... (citado por Malgesini y Giménez, 2000:
292)
Pueden identificarse actualmente varias líneas de reflexión, que se esfuerzan por
consolidar los conocimientos teóricos sobre el multiculturalismo. Las premisas que las
sustentan se entrecruzan, a pesar de que la problemática particular que les dio origen
tiene matices propios.
∗ Docentes de la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad Ajusco. Ponencia presentada en el Módulo 1
del Diplomado Diversidad: la intervención educativa en la construcción de la interculturalidad. Mayo de
2003.
2. Pluralismo, políticas públicas y multiculturalismo.
Frente a las construcciones homogeneizantes características de los procesos de
surgimiento de las naciones y de las concepciones de ciudadanía que desembocaron en
propuestas de asimilación, mestizaje y construcción de identidades nacionales únicas, el
reconocimiento de la presencia de distintas culturas en el seno de las naciones dio lugar
a intentar comprender la forma que adopta la diversidad cultural en cada nación,
haciendo surgir el debate acerca de las políticas públicas y plurales que,
correlativamente, se deben adoptar.
Las vertientes de análisis y de debate son múltiples, de la misma manera que la
conformación sociocultural y las relaciones entre distintos sectores da lugar a miradas
distintas de la problemática. Sin embargo, las principales vinculaciones temáticas que se
pueden identificar en el debate actual, son las siguientes:
Multiculturalismo y valores
Multiculturalismo y construcción de la democracia incluyente
Multiculturalismo e interculturalidad
Multiculturalismo y políticas públicas, especialmente en relación con la equidad.
Pero en el trasfondo de las propuestas y debates se encuentra también la manera como
se ha construido histórica la convivencia cultural en el marco más general de la
nacionalidad. Desde este punto de vista, la inmigración y la existencia de culturas
originarias en países sometidos a procesos de conquista o colonización son dos de las
perspectivas que cruzan el debate, junto con la discusión de los cambios que el Estado
debe operar en sus bases y funciones, para responder a los retos de la globalización.
Mención aparte merecen los países que, siendo diversos, construyeron pactos políticos
confederados partiendo de una aceptación mutua de garantías, derechos y deberes, que
les permitieron construir naciones multiculturales ‘desde el origen’, y en los que el
problema del multiculturalismo ha implicado una construcción histórica de mecanismos
de convivencia y fortalecimiento de identidades y ciudadanías culturalmente
diferenciadas, como en el caso de Suiza, y de manera mucho más compleja, de Canadá,
donde dos culturas dominantes mantienen aún relaciones marcadas por la reivindicación
de sus identidades, en tanto que los pueblos originarios aprovechan estratégicamente
esta situación para hacer avanzar sus reivindicaciones propias.
3. Multiculturalismo y migración.
Esta línea de producción teórica se ha derivado del análisis de la problemática de las
poblaciones migrantes, culturalmente diversas, que han llegado a constituirse en
minorías étnicas o culturales al interior de los países desarrollados.
En efecto, la descolonización de los países bajo dominio europeo, las tendencias a la
apertura comercial, la eliminación de controles en las fronteras y la re-localización de
las empresas productivas en lugares estratégicos que permitan aprovechar la mano de
obra o los recursos, así como las condiciones de pobreza y marginalidad que prevalecen
en los países de procedencia, son factores que han incentivado la emigración creciente
de grupos que buscan una oportunidad para salir de la pobreza, pero que reconstruyen
sus lazos de relación e identidad en los países en los que se asientan, y se han empeñado
en la reproducción de sus referentes culturales.
La problemática que desencadena la migración tiene dos caras: por un lado, la
conformación de núcleos de reproducción identitaria de los migrantes, que mantiene y
acentúa las diferencias; por el otro, la percepción que tienen los integrantes de la
sociedad en la cual se están reproduciendo nuevas formas de ‘nacionalidad’
culturalmente diferenciada, sobre los migrantes. La atención de las necesidades sociales,
políticas y culturales de los inmigrantes en cuanto no ciudadanos reconocidos plantea
un nivel de la problemática a la que se enfrentan los países receptores, y se complejiza
cuando la segunda generación, los hijos de los inmigrantes, reclaman con derechos
constitucionalmente reconocidos como ciudadanos, equidad y respeto a sus raíces
culturales. Dentro de esta perspectiva, señala Besalú (1994) a propósito de las políticas
aplicadas a la educación, que dos conclusiones que parecen tomar forma y fundamentar
el debate sobre el multiculturalismo, son las siguientes:
• Los programas no pueden estar dirigidos a la asimilación pura y dura de los
miembros de minorías culturales;
• No deben introducirse en los programas de atención aspectos fragmentarios de las
culturas minoritarias, ya que esto provoca la estereotipia y la folclorización,
presentándolas como algo independiente de sus protagonistas.
Otras reflexiones que han ido surgiendo en Europa sobre este problema, son las
siguientes:
• Las sociedades se han hecho multiculturales1;
• Cada cultura tiene sus especificidades propias, respetables en tanto que ellas
mismas;
• No se trata de tender al mestizaje cultural, sino de promover la comunicación y la
aceptación del otro, y
• El interculturalismo es sobre todo una elección de una sociedad humanista, y afecta
no sólo a los inmigrantes, sino a toda la sociedad en general. (Proyecto no. 7,
Consejo de Europa)
El pluralismo cultural es indisociable del proceso de modernización de nuestras
sociedades. sin embargo, los temas pendientes en la agenda para hacer realidad la
convivencia multicultural en equidad de condiciones, son la prevención de la
discriminación, el racismo y la xenofobia.
3.1. Educación anti-racista: multiculturalismo en Gran Bretaña
Gran Bretaña ha experimentado tres fases distintas, todas ellas marcadas por un énfasis
en lo racial (Malgesini y Giménez, 2000: 293), en los últimos 40 años. Llama la
atención que los inmigrantes afrocaribeños fueran considerados genéricamente como
1 Disentimos de esta conclusión. Las sociedades siempre han sido multiculturales. Lo que ha pasado es
que, desde concepciones de la diferencia como un derecho, los migrantes se han
...