Panorama De Las Enseñanzas
Pogui2 de Octubre de 2013
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1. Educación y democracia: panorama actual de la enseñanza de las humanidades.
En términos de su impacto sobre valores fundamentales de la democracia, como lo son la libertad y la justicia, y sobre la democracia misma en tanto que forma de gobierno, la crisis económica global que se desató a comienzos del año 2008 podría llegar a ser “menos perjudicial” que la actual crisis educativa en lo que respecta a la enseñanza de las humanidades. Esta crisis, que se expresa en los “cambios drásticos” que se están produciendo en los sistemas educativos de los estados democráticos con respecto a la enseñanza de los saberes, tiene su origen en las políticas educativas estatales que ven en el fomento de las carreras técnicas y tecnológicas, así como en la promoción de carreras profesionales tradicionales directamente relacionadas con actividades empresariales, una estrategia para asegurar su competitividad económica en el mercado mundial. Es claro que esta estrategia está determinando las tendencias curriculares contemporáneas y con ello la erradicación de saberes específicos como las humanidades, según los tecnócratas del currículo, nada útiles en estos tiempos de globalización. “Si esta tendencia se prolonga”, vaticina Nussbaum, “las naciones de todo el mundo en breve producirán generaciones enteras de máquinas utilitarias, en lugar de ciudadanos cabales con la capacidad de pensar por sí mismos, poseer una mirada crítica sobre las tradiciones y comprender la importancia de los logros y los sufrimientos ajenos. El futuro de la democracia a escala mundial pende de un hilo”.
Lo anterior, en términos generales, constituye el panorama actual de la enseñanza de las humanidades en el mundo desde el punto de vista de Martha Nussbaum. Al respecto tenemos dos inquietudes: ¿Por qué, en lo que tiene que ver con su impacto sobre la democracia, la crisis económica que comenzó en el año 2008 podría llegar a ser “menos perjudicial” que la actual crisis educativa en lo que respecta a la enseñanza de las humanidades? ¿Cuáles son los hechos que sustentan la afirmación de que la actual crisis educativa, en lo atinente a la enseñanza de las humanidades, es de connotación mundial?
En efecto, la economía es el sustento no solo de la democracia sino de toda forma de gobierno. Para que la democracia sea sostenible en el tiempo es necesario una organización económica que dinamice y haga competitiva la producción de bienes y servicios de un Estado de cara al mercado mundial.
Esto es innegable. Sin embargo, este es apenas el sustento material de la democracia. El otro es el sustento cívico que, a través de la enseñanza de las humanidades, le proporciona la educación. En este sentido, aunque es evidente que hasta la educación misma requiere de la organización económica para su funcionamiento, el impacto que la actual crisis mundial educativa tiene sobre la democracia podría llegar a ser de proporciones dantescas frente a la crisis económica en la medida en que esta última es “ruidosa”, “publicitada” y, en efecto, atendida de manera urgente por los gobiernos por medio de medidas económicas extraordinarias de corto y largo plazo, en cambio, la crisis educativa, específicamente la crisis por la que atraviesa la enseñanza de las humanidades, es “silenciosa” y pasa casi inadvertida tanto por los gobiernos como por los ciudadanos, e incluso, por los directamente involucrados, maestros y estudiantes: “La crisis nos mira de frente, pero aún no la hemos enfrentado.
Continuamos como si todo siguiera igual que siempre, cuando en realidad resulta evidente en todas partes que ya no se pone el acento en lo mismo que antes”.
Son varios los hechos que sustentan la afirmación de Nussbaum de que la actual crisis en materia de educación, en lo que respecta a la enseñanza de las humanidades, es de connotación mundial. Los contextos en los que se desarrollan tales hechos son básicamente de índole investigativo, filosófico y gremial. En cuanto al primer contexto, Nussbaum pone como ejemplo el informe del año 2006 sobre el estado de la educación en la universidad norteamericana, titulado El liderazgo a prueba: un mapa del futuro de la educación superior en los Estados Unidos, coordinado por la entonces secretaria de educación del gobierno del presidente George Bush: “Este informe presentaba una crítica significativa contra la desigualdad en el acceso a la educación superior. No obstante, en términos de contenidos, se centra por completo en la educación para el beneficio económico nacional. El texto apuntaba a las deficiencias en materia de ingeniería, ciencia y tecnología, mas no a la investigación científica en esos campos, sino al aprendizaje del conocimiento aplicado, que sirve para generar velozmente estrategias destinadas a la obtención de renta”.
En cuanto al segundo contexto, Nussbaum apela al caso de India. Como se sabe, desde finales del siglo XIX y hasta mediados del siglo XX, este país tuvo una fuerte influencia sobre los Estados Unidos, Japón y Europa en lo que atañe a la filosofía de la educación, la cual estaba centrada en la experiencia pedagógica de Rabindranath Tagore, consistente en la “atribución de poder social a sus alumnos mediante la práctica del método socrático, la exposición a diferentes culturas y, sobre todo, la inclusión de la música, las bellas artes, el teatro y la danza en todas las secciones del programa curricular”. Lo que llama la atención de Nussbaum, es que “Hoy en día, las ideas de Tagore son desestimadas e incluso desdeñadas en la India”, dadas las políticas globales de rentabilidad de las que se han contagiado sus gobiernos y que ha desplazado “el desarrollo humano basado en la imaginación y en el pensamiento crítico con la que Tagore había formado a los futuros ciudadanos de la democracia exitosa que logró dicho país”. Por último, y en cuanto al contexto gremial, Nussbaum trae a colación el hecho de que los maestros y directivos de la universidad norteamericana tienen poco interés investigativo en
la enseñanza de las humanidades y su importancia “en la educación para la ciudadanía democrática”.
Acerca de todo lo anterior creemos que, si bien es cierto la muestra poblacional (Estados Unidos e India) que Nussbaum utiliza para mostrar el grado de abandono en el que se encuentra la enseñanza de las humanidades en el mundo es insuficiente, también es cierto que los países que constituyen dicha muestra son históricamente representativos en lo que respecta a reformas educativas y experiencias pedagógicas de influencia mundial, especialmente para Europa en el caso de india y para Latinoamérica en el caso de Estados Unidos. En este sentido consideramos que las afirmaciones de Nussbaum no solo son válidas sino que actúan como argumentos a favor de su planteamiento central (la enseñanza de las humanidades es necesaria para el futuro de la democracia en términos de su desarrollo cívico), pues evidentemente una democracia sin sustento cívico, aunque prospera económicamente, es una democracia incompleta.
Ahora bien, en rigor la descripción y análisis que hace Nussbaum del actual panorama de la enseñanza de las humanidades en el mundo, tanto a nivel de la educación primaria, secundaria y universitaria, es a nuestro juicio una investigación sobre las condiciones de posibilidad en que hoy se enseñan las humanidades. Dichas condiciones son fundamentalmente dos: el saber (se privilegia una “educación para la renta” en detrimento de una “educación para la democracia”)15 y el poder (en el contexto del actual paradigma mundial de “crecimiento económico”, los estados democráticos encuentran en la educación la estrategia propicia para determinar lo que deben saber (aprender) los sujetos de acuerdo con los intereses productivos de sus gobiernos)16. Así pues, el tipo de saber que aprenden los sujetos en las instituciones educativas (especialmente en la universidad) está determinado por una estrategia de poder de procedencia estatal, la cual supone un tipo de saber, en este caso, el saber del gobierno sobre lo que considera deben saber sus ciudadanos en coherencia con su modelo económico de desarrollo cada vez más desligado de la formación humanística.
En este sentido el currículo se convierte en un campo de saber y de poder: “Seleccionar es una operación de poder. Privilegiar un tipo de conocimiento es una operación de poder. Destacar, entre las múltiples posibilidades, una identidad o subjetividad como ideal es una operación de poder”. De ahí nuestra hipótesis: en la universidad de hoy las humanidades son enseñadas en condiciones de saber y de poder.
2. Saber y poder: panorama histórico de la enseñanza de las humanidades en la Universidad.
Contrario a lo que comúnmente se cree, el preocupante panorama de la enseñanza de las humanidades descrito por Nussbaum no sólo es actual sino
histórico. Ya en los años setenta del siglo XX, Jean François Lyotard, llamaba la atención acerca de la determinante influencia de las políticas económicas globales sobre el saber en la educación. Tal influencia es conocida en Lyotard como La condición postmoderna.
Se trata de un informe sobre cómo, por efecto de las trasformaciones técnicas, tecnológicas, y en general científicas, que se han producido en el mundo partir de la segunda postguerra (las cuales deben su aparición a una política de globalización de la economía que ve en los mercados internos de los Estados democráticos simples piezas productivas de un mercado único internacional), el saber ha cambiado de “estatuto” alterando con ello la dinámica misma de la educación. Lyotard muestra que, en términos del saber, en la postmodernidad se produce una
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