Plan de clase no. X
Enviado por Alopez86 • 25 de Noviembre de 2017 • Informes • 1.154 Palabras (5 Páginas) • 199 Visitas
Plan de clase no. X
Punto 1
El discurso privatizador recurrió a un amplio abanico de argumentos referidos a la búsqueda de la eficacia, la introducción de la competitividad, la reducción de gasto público, el rescate de bonos de deuda externa.
Entró eco en la población ansiosa de mejorar la calidad de los servicios públicos deteriorados y conscientes de la grave situación económica.
La eficacia y la calidad de los servicios públicos se superpusieron con la urgencia de responder a una crítica situación macroeconómica y a crónicos desequilibrios fiscales y con la necesidad de demostrar validad política de producir una transformación económica estructural.
La apertura del mercado seria la forma de revertir definitivamente la crisis de "gobernabilidad" en la que estaba sumido en Estado al haber invadido la esfera de acción "naturalmente" privada, y pondría fin al uso irresponsable e indiscriminado de los servicios públicos que había arraigado a la sombra den paternalismo estatal.
Punto 2
En 1989, a poco de asumir el gobierno, Carlos Menem envió al Parlamento un proyecto de Ley de Reforma del Estado10 al que se adjuntó el Decreto-Plan 666/89 de Reestructuración Ferroviaria, que dispuso medidas coyunturales destinadas a "racionalizar gastos y disminuir las necesidades de financiamiento". Con mayor alcance temporal, se determinaba conceder al sector privado un conjunto de ramales especificados por el propio decreto. La medida estaba formalmente orientada a inyectar capitales privados que permitieran una recuperación de la empresa tendiente a "aumentar la participación del modo ferroviario en el tráfico de cargas y de pasajeros".
Pocos meses después de este primer proyecto de reestructuración, el propio ministro de Obras y Servicios Públicos reconoció que se mantendrían "sólo los servicios que pudieran demostrar su validez económica, excluyendo la participación del Estado como fuente de subsidios".
El ministro planeaba conceder casi lodos los servicios interurbanos de carga y metropolitanos de pasajeros. Además, se clausurarían casi todos los servicios de pasajeros de larga distancia.
Punto 3
En mayo de 1990 se iniciaron los trámites para licitar el ramal rosario –Baia blanca, cuya concesión estaba prevista en el decreto 666-89. El parlamento había dado su acuerdo acerca de los criterios de la licitación, pero los pliegos que entrego el ministerio de obras y servicios públicos (MOSP) a los interesados habían sido modificados, ampliando el objeto de la concesión.
Se presentaron a la licitación dos interesados: Un consorcio encabezado por RENFE (operadora de los ferrocarriles estatales españoles y otro liderado por JOWA Intestare Railroad (Operadora privada estadounidense) y Techint, denominado Ferroexpreso Pampeano que logro la preadjudicacion del ramal de octubre de 1990. El reclama no tuvo otro efecto 1ue demorarla firma del contrato hasta junio de 1991 y el comienzo de la operación privada hasta noviembre del mismo año.
En julio de 1990 se convocó a licitación para el servicio interurbano del Ferrocarril Urquiza. Se presentaron dos ofertas: la del consorcio Ferrocarril Mesopotámico, liderado por Pescarmona, y la de Ferrocarril General Urquiza (FGU) encabezado por la española RENFE. Mientras la primera fue directamente descartada por sus deficiencias técnicas, la oferta que quedo en pie sembrada dudas, a tanto por la insolvencia de algunos integrantes del consorcio como por sus fallas técnicas, administrativas y económico-financieras. Los evaluadores técnicos optaban por declarar desierto el llamado a licitación y comenzaban a elaborar pliegos para una nueva convocatoria.
Seis meses después, la expectativa presidencial de evitar el naufragio de la licitación se vio frustrada cuando la empresa española se retiró al negocio. El ministro de economía anunciaba una nueva convocatoria a la que solo respondió Ferrocarril Metropolitano encabezado por Pescarmona, cuya oferta había sido desecha anteriormente y que resultó adjudicatario del ramal en diciembre de 1992.
En octubre de 1990, se lanzó una segunda etapa de la reforma del estado que incluía nuevas áreas por privatizar y disponía acelerar la privatización de las principales empresas públicas. Además se fijaba un plazo de 180 días para la concesión de los Subterráneos de Buenos aires. Estas nuevas convocatorias constituyen un hito en la restructuración del sector.
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