ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Precursores de la criminologia


Enviado por   •  23 de Noviembre de 2018  •  Ensayos  •  1.508 Palabras (7 Páginas)  •  2.846 Visitas

Página 1 de 7

Índice

Introducción……………………………………………………………….....2

Desarrollo…………………………………………………………………….3

Conclusión…………………………………………………………………...6

Bibliografía…………………………………………………………………...7

Introducción

El presente ensayo se realiza con la finalidad de dar a conocer los principales precursores de la criminología que surgieron a lo largo de la historia, así como las aportaciones que nos brindaron para que fuera surgiendo una ciencia que estudiara tanto al delito como al delincuente, las consecuencias que tendría este en la sociedad y una manera de reinsertarlo nuevamente en su ambiente social. Para lograr esto los precursores se enfocaron en estudiar  la manera que un delincuente llevaba a cabo un acto delictivo, las razones que lo llevaba a cometerlo o los factores que influían tanto sociales como económicos. Los pensamientos fueron muy distintos entre sí, tanto que algunos de ellos se contradecían, esto causo que surgieran distintas ideas en lo que se refería al criminal y cómo estudiarlo. Pero gracias a todas estas aportaciones tenemos una criminología más formal y científica en nuestros días, con un objetivo claro y conciso

Desarrollo

Como ya sabemos, a lo largo de la historia han surgido distintos precursores de la criminología, en siglo XIII en una época donde la influencia diabólica era la explicación más común de la conducta criminal, emergió Tomas de Aquino donde defendía la existencia de la predisposición y el libre albedrío, por lo que pese a que una persona presente inclinación natural hacia el bien o la maldad, la voluntad será la que determine finalmente su manera de actuar. Además decía que aplicar justicia sin misericordia puede considerarse crueldad, puesto que el castigo no se impone por el hecho simple de castigar, sino para curar al infractor, sin embargo, defendió la imposición de la pena de muerte, como medida de protección del bien común. Después surgió Santo Tomas Moro a finales del siglo XV, principios del XVI, el cual realizo varias aportaciones entre las más destacadas se encuentra la tesis de la conexión que existía entre el crimen con la sociedad, el crimen responde a una serie de factores, entre estos se encuentran la guerra, la ociosidad y los errores de la educación. Expuso que “el Estado debe encaminar sus esfuerzos para combatir esas causas, pues el delito es justamente tal manifestación. Hay que acabar con la miseria, impulsar la educación, asegurar la estabilidad social, es lo que conduce a la vida ideal”. En el siglo XVII surgió Barón de Montesquieu, entre sus principales aportaciones se encuentra en su obra llamada “El espíritu de las leyes”, en ella elaboró la teoría de la separación de poderes, también hace una enumeración  de sistemas políticos, y destaca tres tipos de gobierno: la república, la monarquía y el despotismo, cada uno de los cuales se encuentra determinado por un sentimiento político propio: la virtud, el honor y el temor. Para Montesquieu, la forma mas alabada es la república, la cual, al construirse sobre la virtud ciudadana, es capaz de generar la libertad y la igualdad para los ciudadanos, dado que un pueblo tiene el poder soberano. En esta obra, establece que un buen legislador debería esforzarse más en prevenir el delito que en castigarlo. Distinguió cuatro tipos de crímenes según los delitos y penas propuestas, las que ofenden a la religión, a la tranquilidad, a las costumbre y a la seguridad del Estado. Para el siglo XIII, surgió Voltaire, un filósofo y abogado francés que se ocupó de la problemática penal penitenciaria y desde 1752 realizo varios escritos en los cuales critica al sistema y propone algunas reformas interesantes. Fue defensor del principio de la legalidad, lucho por las reformas de las cárceles y por la limitación de la pena de muerte, poniendo a los reos a realizar labores útiles para la sociedad. Criticó a la tortura como medio de prueba legal y afirmó que la justicia no debe ser muda o ciega, debiendo los jueces fundamentar las sentencias. Propuso estudiar al delincuente. Pues la pena debe ser proporcional a su personalidad y tomarse en cuenta las circunstancias del hecho. En el mismo siglo que Voltaire, surgió Rousseau, considerado como uno de los pensadores más importantes e influyentes del siglo XVIII, adquirió fama tras la publicación, en el año 1750 de su primera obra “Discurso sobre las ciencias y las artes”. Indicó que el hombre es bueno por naturaleza, sin embargo, es la sociedad civil con sus diferentes instituciones la que le corrompe llevándolo hacia la opulencia, la violencia y la tenencia de lujos excesivos. Para finales del siglo XVIII surge Beccaria, uno de los principales fundadores de la Escuela Clásica, Becarria compendió en un tratado las leyes existentes, intentando encontrar la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley y evitar una interpretación desviada por los conceptos morales de los jueces. Escribe en 1774 su principal trabajo: Tratado de los delitos y las penas, en el que critica injusto, cruel, inhumano, los abusos de la ley y del procedimiento penal, de las prisiones, las penas, especialmente las penas de muerte y tortura. Tenía 22 años cuando comenzó a escribirlo, pero fue publicado hasta que él tenía 26, pues por temor a las represalias se detuvo a publicarlo. Él indica como debe ser la pena, impone y lucha por el principio: “No hay pena sin ley”. Lucha por otros conceptos como la igualdad ante la ley, la proporcionalidad de la pena. Habla de la inutilidad de las penas crueles, pide eliminar la pena de muerte si no es del todo necesaria y lucha por la prevención del delito por medio de la educación principalmente. A finales del siglo XIX surge Cesare Lombroso, considerado como el fundador de la criminología moderna, se ocupó de los aspectos antropológicos del delincuente, siendo totalmente innovadora su propuesta de aplicar el método científico o positivo de las ciencias naturales al estudio de la delincuencia, propuesta iniciada en su obra “El hombre delincuente” publicada en 1876. Basándose en el método positivo, Lombroso estableció las primeras teorías sobre la persona que delinque. En su libro, presentó su visión del criminal nato y atávico. Lombroso logró descubrir ciertas particularidades anatómicas que caracterizaban a los delincuentes, sin embargo, sus teorías deterministas no encontraron apoyo ni en los estudios realizados por sus discípulos, ni en otros estudios posteriores, pero ahí quedo su aportación al mundo de la Criminología. Rafael Garófalo difundió y popularizo el término criminología, con la publicación de su libro “La criminología, estudio sobre el delito y sobre la teoría de represión”. El estudio de este autor, junto con Lombroso y Ferri fue el origen de la criminología como ciencia que estudia al delincuente físico, social y psicológicamente. Garofalo fue quien aportó a la escuela positiva las fórmulas jurídicas asequibles a teóricos y prácticos, dado su profundo conocimiento del derecho. Llevó la contraria a las ideas de su maestro Cesare Lombroso, quien había sido considerado el padre de la criminología en su momento. Garofalo difirió de la creencia vigente a mediados del siglo XIX en la que se afirmaba que los crímenes tenían raíces puramente antropológicas. Según la teoría del autor, los crímenes combinaban la antropología con la psicología. Sus aportes dieron una nueva visión de la delincuencia a los criminólogos y es considerado uno de los autores más importantes de esta ciencia hasta el día de hoy. Por último, Enrico Ferri consideró que las razones por las cuales el hombre es delincuente son ajenas a su voluntad, el delito para Ferri no existe, existen enfermedades que bien ha heredado o las adquirió en el transcurso de su vida. Se centró en el estudio de las características psicológicas, que creía que eran responsables del desarrollo de la criminalidad del individuo. Estas características incluían el habla, la escritura, los símbolos secretos, el arte y la literatura así como la insensibilidad moral y la falta de repugnancia a la idea y ejecución de la ofensa, previo a su comisión y la ausencia de remordimiento luego de cometerla. Sus investigaciones lo llevaron a postular teorías que llamaban a métodos de prevención del crimen, en lugar de enfocar los esfuerzos del poder en castigar a los delincuentes.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (10 Kb)   pdf (131 Kb)   docx (16 Kb)  
Leer 6 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com