Primicias de la Cultura de Quito

PRIMICIAS DE LA CULTURA DE QUITO

INTRODUCCION

Primicias de la Cultura de Quito, es el primer diario que circuló en la Real Audiencia de Quito, en lo que hoy es el territorio ecuatoriano, escrito por el más grande periodista que tuvo la época colonial: su nombre Francisco Javier Eugenio de Santa Cruz Espejo y Aldaz, un mestizo, de grandes capacidades cognitivas e intelectuales; es el segundo de cuatro hijos que resulto del matrimonio de Luis Chusig y de Catalina Aldaz.

Fue el primer médico, abogado, periodista indígena de nuestro país y, el mentalizador de la primera revuelta en contra de la corona Española llevada a cabo el 10 de agosto de 1809.

A pesar de ser un personaje público reconocido en la sociedad quiteña, murió en su casa un 25 de diciembre de 1795, únicamente en compañía de su hermana Manuela y de su amigo José Mejía Lequerica, a quienes inculco desde muy pequeños las ideas libertarias, de equidad y justicia para todos independientemente de su status y de su origen.

ANTECEDENTES

Con el esfuerzo de sus padres, y las recomendaciones que logro obtener Luis Chusig, un indígena peruano que llego a la Real Audiencia de Quito como criado de Joseph del Rosario médico y director del Hospital San Juan de Dios, Eugenio, su segundo hijo logro ingresar a dos de las tres principales universidades de Quito: en la Universidad Santo Thomas de Aquino, bajo la dirección de la orden Dominica, en donde obtiene el título de Abogado y filósofo; y en la San Gregorio Magno bajo la dirección de los Jesuitas, obtiene el grado y título de Doctor en Medicina.

Por sus múltiples conocimientos, además de su prestigio que le antecedía, durante su permanencia en prisión por tres ocasiones, Eugenio gozaba de privilegios para ser el único preso en salir de las mazmorras de la ciudad, ya que la élite quiteña demandaba de sus servicios.

DESARROLLO

En una sociedad donde las élites estaban marcadas, el gran Eugenio Espejo, fue elegido para dirigir la biblioteca, un espacio confinado únicamente a los eruditos de la época, junto a varios otros personajes ilustres de Quito, quienes crean La Sociedad Patriótica de los Amigos de Quito, en donde se busca la igualdad de derechos y equidad en la sociedad en todos los aspectos.

Después de haber sido apresado por ya dos ocasiones, y en su destierro a Riobamba en compañía de Juan Pablo y María Manuela, Eugenio inicio sus escritos, estos primeros relatos se denominaron Reflexiones, mismos que fueron en contra de la corona española el virrey y el presidente de la Real Audiencia de Quito, lo cual enfurece a esta elite quiteña y empieza una persecución que termina con el traslado de Eugenio a Quito para que comparezca sobre sus ideas libertarias.

Tras ser declarado inocente, pero con los problemas y, aprovechando el descontento de la iglesia con la presidencia de la Real Audiencia, Eugenio propone escribir un diario al que se le denominara Primicias de la Cultura de Quito, el primero en circular en una época donde dominaba la monarquía, pero este incitaba a una libertad que estaba próxima a llegar.

Con una imprenta de tecnología traída desde Ambato a Quito, y aprovechando la inteligencia de Eugenio, se imprimieron 7 ediciones, todas ellas financiadas por la iglesia católica (arzobispado quiteño) quienes pagaban el papel para las impresiones, así como también la edición en la imprenta, de igual forma la distribución y el cobro respectivamente.

El jueves 5 de enero de 1792 circulo desde la mañana el diario quiteño con el principal tema que estaba en auge: “los males e injusticias que aquejaban a la Audiencia de Quito en ese aciago período de finales de la etapa colonial, Espejo desarrolló el análisis de las causas y condiciones de posibilidad, de tantos males como también de sus posibles remedios”, este primer número fue auspiciado por la Escuela de la Concordia siendo el primer periódico que vio la luz en lo que hoy es el territorio ecuatoriano, y siendo el origen de lo que es el periodismo impreso en la actualidad. Fue a través de este corto período de tres meses en los que puso a discusión varios elementos de la intelectualidad quiteña. En su afán reformador, Espejo alentaba a las personas de la ciudad a repensar su forma de vivir.

Con la tecnología que contaba la ciudad para entonces (la imprenta) y este nuevo medio de comunicación masivo, se deja de informar las noticias en púlpitos y plazas para informarse en sus propios hogares y lugares de encuentros estratégicos, la riqueza o posibilidades de las nuevas formas alternativas de comunicación afectaron a los actores políticos de ese entonces, a su estructura y a los procesos de información que a veces se dejaba con mensajes en grafitis en las paredes de las iglesias, o de la comunicación directa, natural, hablada se dio un giro de noventa grados.
En el tercer número de su publicación, y ante una demanda de noticia fresca, la participación de una mujer en una sociedad machista y más en un diario público ya de renombre era reprochable y mal visto. María Manuela Espejo la menor de los Espejo gracias a la dedicación de sus hermanos Eugenio y Juan Pablo quienes hicieron que su hermana aprenda a leer y escribir no solo en español, sino en latín con todas sus conjugaciones, tras el seudónimo de “Erophilia” que significa la amante de la sabiduría, escribía sobre los derechos de las mujeres y era una de las principales críticas de la corona española.

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