Programa Inmediato de Recuperación Económica (PIRE)

En 1983, toma el cargo de Presidente, Miguel de la Madrid, con quien se renegoció la deuda pública externa, el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) fue el inicio de una nueva etapa en la economía mexicana. El objetivo de los programas de ajuste, era controlar la inflación e incentivar el crecimiento económico, para ello se llevó a cabo el Programa Inmediato de Recuperación Económica (PIRE), que contenía los acuerdos establecidos por el FMI, por ejemplo, la reducción de gasto público, el incremento de los impuestos al consumo, controles salariales, liberación de precios internos, fijación de tasas de interés positivas y el establecimiento de un tipo de cambio flexible.

El mandatario, De la Madrid se enfrentaba a un ambiente incómodo con los empresarios y banqueros, por la desconfianza del sexenio anterior debido a la nacionalización de la banca, era importante definir en este periodo el papel del Estado dentro de la economía. Por un lado, el sector privado que se revirtiera la nacionalización de la banca y la reafirmación de los derechos de propiedad, y por el otro, los izquierdistas, esperaban la profundización de la intervención del Estado en la economía. De igual forma, se debatía si el país aceptaba las reglas del juego que se estaban decidiendo en un mundo globalizado, y por otro, abrazarse al nacionalismo que apelaba a la participación del Estado.

Sin embargo, Miguel de la Madrid le interesó delimitar el papel del Estado en la economía. En su primer mes de gobierno, realizó modificaciones a los artículos constitucionales 25 y 28 en los que dictaminó con mayor precisión los alcances de la actividad del Estado respecto a la economía. Acto que no satisfacío a ninguno de los dos grupos, a pesar de sus intentos por reestablecer la confianza empresarial, tras haber constituido alternativas para la inversión financiera del sector privado y haber acelerado el pago de la indemnización a los banqueros, quienes no estuvieron conformes con el pago que recibieron.

Por otra parte, para que se diera cabida al nuevo modelo económico con corte neoliberal, se instauraron un conjunto de cambios estructurales, tales como; la apertura unilateral y acelerada de la economía; la flexibilización de la política de inversiones extrajeras; el redimensionamiento del sector público y paraestatal; la creación de un sistema financiero paralelo que operó al lado de la banca nacionalizada.

La necesidad de realizar ajustes drásticos, requerían reformas estructurales y medidas políticas enfocadas a encauzar nuevamente el crecimiento. Ante el incremento generalizado de los precios, entre 1983 y 1988, el aumento de la tasa de inflación fue de un promedio anual de 94%, alcanzando un máximo de 150% en 1987 .

Los intentos por recuperar una economía saludable, fracasaron, en su momento el gobierno lo atribuyó al terremoto de 1985 y la caída estrepitosa del petróleo en 1986. El Producto Interno Bruto (PIB), durante este sexenio decreció en un 0.03% en términos reales , prácticamente la economía mexicana se estancó.

Para el siguiente sexenio, en manos del presidente Carlos Salinas de Gortari, las reformas económicas de apertura que con anterioridad se fueron dando paulatinamente, en este periodo tuvieron más fuerza y México por fin se había dado paso, por fin a la apertura comercial, cabe destacar que en esta administración se volvió a privatizar la banca.

La estrategia económica de Salinas se basaba en un programa de estabilización de la economía que trataba de pactos económicos y la concertación de los principales agentes económicos. Dentro de los intereses del presidente, también se encontraba resolver el problema de la deuda de forma urgente y desde una perspectiva diferente. Si se lograba una estabilidad macroeconómica y se renegociaba la deuda externa, la aplicación de la reforma neoliberal daría paso a México alcanzar una nueva etapa de crecimiento.

Se continuaría con la aplicación de una política monetaria fiscal restrictiva, para impulsar la reforma económica durante el sexenio, reforzando; la aplicación de un programa heterodoxo para controlar la inflación, la renegociación de la deuda externa, la reforma del Estado, mediante la

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