Reformas Eduactivas En El Ecuador

Claudio Rama. Economista; Doctor en Educación; Doctor en Derecho; ex director del Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC); Asesor Científico del REACES

Ecuador ha estado desde inicios de la década inserto en profundos cambios en su sistema universitario. En el 2000 en la Constitución se creo una agencia de acreditación (CONEA) y un Consejo de Educación Superior (CONESUP) que impusieron modelos de regulación, obligatorios y colegiados para los estándares mínimos, la distribución de los fondos públicos y el aseguramiento de la alta calidad. Era un buen sistema, con fuerte consenso y legitimación, pero su fuerte sesgo corporativo y autónomo, le imposibilitaba impulsar transformaciones significativas y garantizar la calidad.

El gobierno de Correa desde su victoria electoral en el 2006 propendió a introducir cambios en esa arquitectura organizacional. Un enfoque estatista por encima de las corporaciones, el reconocimiento de una demanda social de modernización, el rechazo a una visión corporativa y una visión clara de la sociedad guiaron sus pasos. Rafael Correa (1963) es el gobernante de América Latina que mejor conoce la realidad universitaria, en tanto académico formado en buenas universidades el mundo, experiente gestor universitario y antiguo dirigente estudiantil. Ph.D. y Master en Economía por la Universidad de Illinois en Urbana, Master de Artes en Economía por la Universidad Católica de Lovaina, y economista de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, presidió la Federación de Estudiantes Universitarios Particulares del Ecuador (FEUPE), la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil (FEUC-G) y la Asociación de Estudiantes de la Facultad de Economía Administración y Auditoría. Fue también profesor y director financiero de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil.

Los cambios se orientaron a una revalorización del Estado por encima de las corporaciones universitarias, un sistema universitario más competitivo entre los docentes y las instituciones en base a calidad, un aumento de la gobernabilidad, mayores exigencias de estándares y una diferenciación de roles institucionales. En la nueva Constitución se estableció que la agencia de acreditación no pudiera tener representantes de las instituciones que son objeto a su vez de su evaluación y acreditación, imponiendo la separación entre juez y parte, abriendo espacio además a la participación de académicos independientes de alto nivel e incorporando sistemas de evaluación sobre indicadores no subjetivos interpretables por las propias “tribus académicas”. Se reconocía que la calidad no se alcanza, si las instituciones pueden autoevaluarse y acreditarse entre ellas mismas.

El cambio no fue meramente de su arquitectura organizacional con la creación de una Secretaria de Estado de Educación Superior y un nuevo rol del Ministerio de Planificación. Se estableció la gratuidad a nivel constitucional que dio base estudiantil políticamente para imponer, pero al tiempo se acotó

...