Reformas tributarias en Colombia

1. REFORMAS TRIBUTARIAS EN COLOMBIA

Se está considerando una nueva reforma tributaria” pues es una constante en nuestro país, solo desde el año 2000 se han realizado 12 reformas, y es una tendencia, que, según expertos, se mantendrá al menos en el mediano plazo.

Y es que es lógico, si usted (una persona del común) tiene más gastos que ingresos, está endeudado y las cosas no van bien, financieramente hablando, tiene que buscar estrategias que le permitan reorganizarse y así cumplir con sus obligaciones y sanar sus necesidades, lo mismo le ocurre a nuestro país, que ya cobra impuestos, que tiene otros ingresos, pero que no son suficientes para financiar nuevos proyectos, mantener el grado de inversión, la confianza extranjera y pagar sus deudas, y en este caso, también, necesita buscar salidas.  

En Colombia, como en todos los países del mundo, existe un estatuto tributario que indica, básicamente, las reglas para cobrar impuestos a personas y empresas de cada territorio, cuando esas normas se modifican; surge alguna “salida”, al menos momentánea, a esos problemas anteriormente mencionados, y se habla entonces de reforma tributaria.

Una reforma tributaria, por lo general, se crea para conseguir más recursos y poder adelantar programas sociales u obras que de no ser así no se podrían lograr; el país no dispone de tantos recursos acumulados, pues tradicionalmente gasta más de lo que recibe, o también, se adelantan dichas reformas para alcanzar otros objetivos como impulsar el empleo, bajando el valor que las empresas pagan en impuestos e incentivando la contratación de trabajadores (de ahí que cada Gobierno realice una diferente).

Es decir, en el caso de una persona normal que no le alcanza el dinero puede reducir sus gastos, pedir dinero prestado o aumentar sus ingresos, en el caso de un país: hacer una reforma tributaria; no se puede dar el lujo de no realizar programas u obras necesarias para sus ciudadanos, para que le presten dinero tienen que ver que sí puede pagar y dado que los impuestos son la fuente de ingreso más importante de la Nación, si el dinero no alcanza pues, es necesario aumentarlos.^[1]

1. ULTIMAS REFORMAS TRIBUTARIAS EN COLOMBIA

En el siglo XXI ha habido 48 reformas tributarias en Colombia y solo tres de ellas, según los expertos, han sido estructurales, aunque hay otros, como el exministro de Hacienda Juan Camilo Restrepo, que dicen que la única reforma estructural que ha habido en Colombia es la reforma Musgrave (denominada así porque fue Richard Musgrave, economista estadounidense de origen alemán, que, por invitación del presidente de la República Carlos Lleras, lideró el estudio de la reforma tributaria propuesta en ese entonces) en 1974, en la administración de Alfonso López Michelsen (Quintero, 2016). Tal cantidad de reformas advierten improvisación o falta de planificación en materia tributaria. Y tanta ley confunde al contribuyente. Desde hace tres décadas, cada vez que en Colombia se elige a un presidente de la República, este propone una nueva reforma tributaria, no importa que en campaña el candidato haya prometido menos impuestos, es decir, lo contrario, como lo hizo el actual presidente, Iván Duque, pues una cosa es lo que se dice en campaña y otra lo que se hace cuando sé es Gobierno. Al parecer, para el Gobierno la única manera de obtener más recursos o dinamizar la economía es a través de las reformas tributarias que, generalmente, afectan el bolsillo de las personas naturales y benefician a los grandes empresarios; apoya esto último lo dicho por el profesor de economía de la Universidad Javeriana, Luis García, que dijo: «las reformas tributarias siempre han sido la negociación de los grupos de interés más poderosos del país. Creo que ninguna ha sido verdaderamente estructural o integral» (Quintero, 2016).

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Ilustración 1. Valla del candidato Iván Duque. Fuente: https://twitter.com/IvanDuque

En los dos gobiernos del presidente Santos, por ejemplo, se aprobaron varias leyes que modificaron el estatuto tributario. A saber:  Ley 1429 de 2010, Por la cual se expide la Ley de Formalización y Generación de Empleo. Con esta ley, el Gobierno pretendía generar más empleo, por eso el presidente Santos propuso tarifas de 0 % para las empresas constituidas durante los dos primeros años después de la entrada en vigor de la ley.

Ley 1430 de 2010, Por medio de la cual se dictan normas tributarias de control y para la competitividad. En busca de más competitividad, se propuso el desmonte del impuesto 4 x 1000 para 2018 y se modificó el impuesto al patrimonio.

Ley 1607 de 2012, Por la cual se expiden normas en materia tributaria y se dictan otras disposiciones. Esta ley creó el IMAN y el IMAS, acrónimos de Impuesto Mínimo Alternativo Nacional e Impuesto Mínimo Alternativo Simple, que gravaron la renta de las personas naturales que devengaran cierta cantidad de dinero. La ley también estableció el Impuesto sobre la Renta para la Equidad, CREE.

Ley 1739 de 2014, Por medio de la cual se modifica el Estatuto Tributario, la Ley 1607 de 2012, y se crean mecanismos de lucha contra la evasión y se dictan otras disposiciones. Por medio de esta ley se creó el impuesto a la riqueza y se modificó el impuesto de renta (Quintero, 2016). Pero eso sucede cuando se está en el poder, porque en campaña prometer más impuestos no es algo que llame la atención del electorado, por eso es que los candidatos a la presidencia, durante los debates o en las entrevistas, evitan anunciar reformas tributarias o aumento de los impuestos. Un hecho icónico que sustenta lo anterior es la promesa del para ese entonces candidato presidencial Juan Manuel Santos.

En 2015, en un debate televisado para todo el país, durante la campaña presidencial (primera vuelta), Antanas Mockus dijo que era partidario de una reforma tributaria, de inmediato su contendor, Juan Manuel Santos, para ganar indulgencias y votos dijo que “No se debe aumentar el IVA ni el impuesto a la renta, las reformas tributarias generan inestabilidad jurídica (…), ese impuesto que usted quiere crear le (sic) afecta terriblemente a los pobres” (Carvajal, 2016). Y mientras el país se preparaba para la segunda vuelta presidencial, el 2 de junio de 2010, en un foro sobre gestión pública, el candidato Santos (que ya había ganado con amplia ventaja holgura la primera vuelta) dijo, refiriéndose a Mockus: “Le puedo firmar sobre piedra o sobre mármol, si es necesario, que no voy a incrementar las tarifas de los impuestos durante mi Gobierno” (Carvajal, 2016). Santos fue elegido presidente y propuso y en su gobierno se llevó a cabo una reforma tributaria. Su oposición a las reformas tributarias con el argumento de que generaban instabilidad jurídica no fue más que una estratagema de campaña. Lo de firmar en mármol que no iba a aumentar los impuestos fue una estrategia política, una promesa incumplida.

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