Tapese la cucaracha

“TÁPESE LA CUCARACHA”

Vivimos en una era indetenible, en la que la tecnología se mantiene en constante avance, e inversamente en la sociedad la mente humana se limita a reflexionar sobre la causa y él efecto de cada acción, dado que, nos parece normal seguir la corriente de las circunstancias, sin por lo menos considerar el plantear nuevos cambios, por continuar creyendo en paradigmas que con el transcurso de las décadas continúan produciendo impacto. A pesar de no conocerse el origen de algunas creencias, nace la necesidad de cumplir los roles establecidos por la humanidad sobre cómo debe ser la conducta de “cada hombre” y “cada mujer” dentro de lo “moralmente aceptado”, por lo tanto deja a un lado intereses de libre desarrollo del individuo, así mismo, afecta el proceso de crecimiento como ser sexual.

En los primeros años de vida de un ser humano se espera logre aprender valores morales que le otorgue “ser una persona útil para la sociedad”, en base a lo anterior este pensamiento sería contradictorio por ser la misma población quien niega la posibilidad de crecer en espacios donde se pueda desarrollar la identidad al explorar como seres sexuados. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), “la sexualidad es una energía que nos motiva a buscar afecto, contacto, placer, ternura e intimidad, influencia nuestros pensamientos, sentimientos, acciones e interacciones y, por tanto, influye en nuestra salud física y mental”. Por lo tanto, no se debe pensar únicamente en “coito” al hablar de sexualidad. Agregando a lo anterior, ¿cuál es el afán de padres y adultos por generar sentimientos de inseguridad al mencionar estos temas?, porque las madres suelen decir a niñas “no se toque ahí porque es malo” (al referirse a su vagina) y hacer otras expresiones comunes como “tápese la cucaracha” ¿porque generar analogías entre el órgano genital femenino y un “bicho” tan feo?, son preguntas a las que muy seguramente no obtendremos una respuesta concisa, pero tales manifestaciones son atribuidas a la cultura.

Durante este proceso de aprendizaje moral se encuentran con frecuencia algunos valores fundamentales que se estiman el ser humano debe aprender, como lo son el respeto al prójimo y a las tradiciones, el amor a la familia, tal valor representa el afecto y aprecio existente entre miembros del hogar, la igualdad que nos enseña que no debe existir exclusión hacia ninguna persona bien sea por su personalidad, orientación sexual o cualquier otro factor que los haga lucir “diferentes”, la sociedad reitera lo fundamental de ser seres honestos por lo importante de decir la verdad, otros de los valores aprendidos en el núcleo familiar es la religión, donde se impone a niños y niñas el culto en el que debe crecer, por medio de creencias religiosas la familia ordena a respetar las leyes divinas, al parecer colocando en riesgo unos de los valores como la libertad, el cual debe responder a la capacidad que tiene cada persona de actuar conforme a su voluntad sin perjudicar “a nada ni nadie” por sus acciones.

Si bien ha sido la religión unos de los valores socioculturales que nos han enseñado desde la antigüedad por medio de principios y creencias propias de su doctrina a mantener y preservar el pudor frente a los temas tratados sobre sexualidad, aún no queda claro lo que esto significa, asumiendo que no se nos ha enseñado la sexualidad de forma afectiva, sino por el contrario relacionar directamente con el acto sexual, la sexualidad está presente en la interacción diaria con hijos, familiares y amigos durante una permanente formación de esta “a través de su forma de vivir, de vestir, de actuar, con las palabras los gestos actitudes de aprobación o desaprobación” (OMS, 2002). “educar en sexualidad y afectividad implica algo más que enseñar sobre relaciones sexuales y los posibles riesgos, como embarazos no deseados o el contagio de enfermedades de transmisión sexual. La educación tiene que ver con las formas de expresar y sentir afectos, tiene que ver con el placer y disfrute de la vida con la valoración y respeto del propio cuerpo y al del otro u otra, con aprender a tomar decisiones sin ceder a presiones o sometimientos “(tomado de es parte de la vida, material de apoyo sobre educción sexual) pero acaso no se menciona en lo anterior una manera diferente de aprender la sexualidad a como nos indica muchas veces la sociedad y la iglesia.

Más sin embargo sí nos han enseñado respecto de lo que es “malo” o “bueno” aceptable o inaceptable en un hombre o en una mujer, siendo muchas veces la mujer quien lleva la peor ración por parte de la humanidad influenciada por el contexto y otras veces por la Biblia, en Levítico 12 “Habló Jehová a Moisés, diciendo: 2 Habla a los hijos de Israel y diles: La mujer cuando conciba y dé a luz varón, será inmunda siete días; conforme a los días de su menstruación será inmunda. […]4 Mas ella permanecerá treinta y tres días purificándose de su sangre; ninguna cosa santa tocará, ni vendrá al santuario, hasta cuando sean cumplidos los días de su purificación.5 Y si diere a luz hija, será inmunda dos semanas,

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